Betis Baloncesto

'Pa Madrid' con la fe por las nubes (77-65)

  • El Betis Baloncesto fuerza el quinto partido al ganar de nuevo en un San Pablo que apretó a Estudiantes en un encuentro tenso

  • Polanco,28 puntos, y Joaquín Rodríguez, con 16 tiraron de un equipo que se fajó en defensa con continuas ayudas y fue a por cada rebote como si le fuera la vida en ello

Pabo Almazán ataca ante Wintering.

Pabo Almazán ataca ante Wintering. / José Ángel García

Si la fe mueve montañas, este Betis Baloncesto, el que el Real Betis subasta al mejor postor, es capaz de tirar el Everest. Así lo viene demostrando toda la temporada y lo sigue haciendo con una capacidad de lucha y sacrificio contagiosa. Tanto que hasta San Pablo pareció el de tiempo mejores. Con Batman y Robin al mando, Joaquín Rodríguez y Polanco, Polanco y Joaquín Rodríguez, el conjunto verdiblanco ganó a Estudiantes por 77-65 en un tenso, tensísimo, encuentro para forzar el quinto choque, la quinta batalla, de la serie con el premio gordo para el vencedor. Al final sonó en la pista Pa Madrid, la canción de El Barrio y allí ira la tropa de Bruno Savignani a seguir haciendo posible lo imposible dándole el valor a una sección que sus dirigentes no ven. Todos, titulares y secundarios. Desde el escolta uruguayo al canterano Pablo Marín y su energía en defensa. Desde el capitán Pablo Almazán, venido arriba como Dedovic en esta eliminatoria, a Faggiano, un veterano con mucho que decir.

Y todo tras 40 minutos de lucha. No era para menos. Ya cuando saltó el cuadro hispalense a la cancha sonaba el clásico Highway to Hell (Autopista al infierno) de AC/DC como premonición. Pero para este conjunto el infierno es el cielo y sin presión alguna va a por todas. Y a por todas es a por todas y así se entiende el 46-22 en rebotes (14-2 de ataque) de un equipo que moría por cada pelota ante un rival de calidad que parece haberle cogido tirria a la eliminatoria y que lo veía muy claro con el 2-0, tanto que pidió organizar la Final Four. El mechero que necesitaba el Betis Baloncesto para prender la mecha.

Esa mayor intensidad, ese mayor deseo fue el que decantó el partido para los verdiblancos, intensos siempre en defensa hasta donde los colegiados les dejaba. El trío arbitral perdió el control del encuentro con continuos cambios de criterios que desquiciaron a unos y otros, pero el cuadro sevillano estuvo más centrado para no perder la concentración cuando se inventaron las antideportivas de De Bisschop y Berzins y después trataron de compensar. De árbitros malos.

 La tensión se masticó desde el primer minuto y a los locales les costó un poco templar los nervios. Ese tiempo lo aprovechó el cuadro visitante para hacer daño con Larsen aprovechando que las ayudas aún no estaban ajustadas y Murphy puso el 2-9. A partir de ahí la cosa cambió. El conjunto de Savignani elevó su intensidad defensiva y, como dice los que saben de esto, se ataca como se defiende, inició un parcial de 19-0 ante un rival colapsado. Faggiano distribuía; De Bisschop y Berzins se peleaban por cada rebote (24-11 en el primer tiempo) y Polanco, apagado el viernes, estaba encendido (15 puntos al descanso) e hizo que, literalmente, Dee se fuera al suelo, se cayera, con un quiebro para clavar un triple frontal y recibir la falta del estadounidense. Ese 3+1 ponía el 21-9 y Caffaro cortó el parcial tras más de siete minutos sin anotar de su equipo.

De Bisschop aca el aroival defendido por Larsen. De Bisschop aca el aroival defendido por Larsen.

De Bisschop aca el aroival defendido por Larsen. / José Ángel García

Pero esto es un play off y 12 puntos de renta no es nada con todo lo que quedaba por delante y el rival que estaba enfrente, con recursos en el banquillo para cambiar la dinámica en cualquier momento. Lo intentó Pedro Rivero con Ferrando, Sergio Rodríguez y Nzosa. Y funcionó. Un 0-9 colocó a tiro a Estudiantes antes de que Pablo Almazán aprovechase su habitual flotabilidad para meter un triple. Los árbitros dejaban jugar, quizá demasiado con el riesgo de que el encuentro se les descontrolara y una presión al granadino, con clara falta en el dos contra uno o fuera porque estaba pisando la línea acabó en una antideportiva…, justita, de De Bisschop sobre Ferrando que no aprovechó.

Pero Estudiantes había llegado al partido de la mano de Leimanis, que desde la esquina clavó un triple que ponía por delante de nuevo a los suyos (27-28) antes de que Polanco tomase las riendas de nuevo tras los primeros puntos de Francis Alonso en el encuentro, que aprovecho un soplido del dominicano para ir a la línea de personal. Pero el escolta bético logró seis puntos seguidos, pese a que entrando a canasta había más probabilidades de acabar por los suelos que de anotar por los contactos que se permitían en la zona colegial. Pero Polanco es valiente y su fe es infinita y acabó situando el 35-31 al descanso con 20 minutos por jugar. Un mundo.

Era clave salir enchufados en la reanudación y así lo hizo el cuadro bético para abrir otra vez una brecha de 10 puntos con Estudiantes jugando especialmente con Larsen, como al inicio. Wintering y Francis Alonso no aparecían y Joaquín Rodríguez y Polanco eran como puñales cada vez que agarraban la pelota y miraban al aro. Con 60-47 llegó una justita antideportiva a Berzins, después Caffaro cayó en la trampa de Almazán y los colegiados compensaron. El choque se calentaba y Pedro Rivero no encontraba un quinteto que respondiera en los dos lados de la pista: 62-48 para afrontar los últimos 10 minutos.

Último cuarto y los nervios a flor de piel. Sólo había que responder a cada golpe con otro, a cada tiro libre con otro, a cada canasta con otro y que el reloj corriera. Y así pasó, con Dee tratando de apretar el marcador a golpe de triple (64-56), pero estaba demasiado solo. Parece increíble que el Betis frenase a Wintering, Larsen, Leimanis y Francis Alonso. Pedro Rivero con los cambios parecía incluso desquiciar a los suyos y el reloj se puso en cero para que San Pablo explotara en el cierre de la temporada allí. Sólo en San Pablo, porque este Betis Baloncesto está muy vivo, aunque lo quieran matar, y tiene fe para mover una montaña.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios