Betis Baloncesto

Ni la cabeza ni la gasolina dan para más al Betis Baloncesto (76-88)

  • El conjunto verdiblanco cae en un igualado partido ante el San Pablo Burgos, que sólo abrió brecha en los minutos finales

  • Es la tercera derrota seguida del equipo de Savignani, que se complica el 'play off' aunque el futuro más allá de esta temporada es lo que debe preocupar

El argentino Gonzalo Corbalán presiona al uruguayo del Betis Baloncesto Joaquín Rodríguez.

El argentino Gonzalo Corbalán presiona al uruguayo del Betis Baloncesto Joaquín Rodríguez. / Betis Baloncesto

La gasolina dio para lo que dio. Para competir, para dar la cara otra vez, pero ya no da para más y el Betis Baloncesto perdió ante un San Pablo Burgos que todavía sueña con el ascenso directo por 76-88. Dos de dos para un Jota Cuspinera, técnico visitante, que tiene más y mejor rotación que Bruno Savignani, que movió sus piezas como pudo pero al final más de uno llegó pidiendo la bombona de oxígeno y sin el hambre competitiva necesaria para morder hasta el final cuando el rival abrió la brecha definitiva.

Es la tercera derrota consecutivo para el cuadro heliopolitano, que cayó en Burgos y en la jornada intersemanal también en casa con un Lleida lanzado de la mano de Krutwig. ¡Qué pena que alguien decidiera no mantenerlo en Sevilla! Un genio iluminado, sin duda. El play off se complica,pero dado el panorama es hora de ir pensando en el futuro, en la supervivencia, en si habrá baloncesto profesional la próxima campaña más que en alargar esta temporada unos partidos más con una serie que no llevará a nada a un equipo que da todo lo que tiene en la pista, pero lo que tiene no es suficiente.

Y eso que aguantó y le complicó la vida a un San Pablo Burgos que no vio el triunfo en sus manos hasta que quedaban ya menos de tres minutos. Cuando a golpes de triples, no mal defendidos, el cuadro burgalés abrió la brecha definitiva y del 74-76 con un triple de Kuksiks puso el 74-85 con el ex bético Fischer dando la puntilla por dentro con De Bisschop superado. Hubo encuentro hasta entonces, pero se fundieron los plomos y la capacidad de respuesta, en ataque y en defensa, quedó en nada. Para muestra un dato: mientras que seis jugadores del Betis sobrepasaron los 20 minutos de juego sólo la mitad, (y Fischer por unos pocos segundos) lo hicieron en el rival en el que Speight, que no llegó a los 27 minutos fue quien más tiempo estuvo en pista, una cifra ampliamente superada por Joaquín Rodríguez (32.39), Faggiano (29.23) y Polanco (27.34). Las piernas dijeron basta y la cabeza, sin las victorias, se descentra mucho más rápido.

Pese a todo a este Betis Baloncesto no se le puede poner ni un pero porque compite con todo lo que tiene. Con Joaquín Rodríguez dejándolo todo, Polanco intentándolo pese a que no tenga el día, De Bisschop rabajando en defensa, Faggiano tratando de poner cordura en ataque, Berzins y Kuksiks aportando sus triples, Pablo Almazán poniendo el alma necesaria y jugadores como Hanzlik, Doménech y Dedovic no guardándose ni un esfuerzo asumiendo su rol. Pero eso no da para batir a un equipo hecho para ascender, aunque sufrió hasta el final para llevarse la victoria de Sevilla.

De Bisschop trata de anotar. De Bisschop trata de anotar.

De Bisschop trata de anotar. / Betis Baloncesto

Todo se decidió en el último cuarto al que el encuentro entró con 63-65 gracias a un triple de Kuksiks, después de que el Betis aguantara las envestidas visitantes gracias a los tiros libres. Gonzalo Corbalán apareció cuando más lo necesitaba su equipo y ocho puntos seguidos suyos mantuvieron al Burgos por delante (66-73). Era el momento de los jugones y no se escondió el argentino. Joaquín Rodríguez lo intentó, pero tras haber tirado del carro no apareció en este último acto, como Polanco ni Faggiano, y ya se sabe que sin ellos el Betis no sabe atacar. Aun sin ellos aguantó hasta el 74-76. Sonó el mal fario del "sí se puede" en la grada y un 0-9 liquidó el encuentro. Las fuerzas, y puede que ni las ganas ni la cabeza, dieron para más.

No rehuyó el Betis Baloncesto el partido intenso que expuso un San Pablo Burgos que quería correr aprovechando su mayor fondo de armario. Y así empezó mandando el conjunto de Jota Cuspinera, que movía con velocidad la pelota encontrando a tiradores liberados por fuera con Speight acertado y Fischer haciendo daño por dentro. Con 10-15 se fue el base visitante al banquillo con un pequeño corte y entró el ex bético Rogic. Los triples burgaleses caían por todos los lados, con Millán Jiménez lanzando dese su marca en la esquina, pero el carácter de Joaquín Rodríguez y las personales permitieron a los locales mantenerse en el choque en el primer cuarto pese a no dar ninguna asistencia ni anotar desde el perímetro (21-21).

Joaquín Rodríguez intenta conectar con un compañero. Joaquín Rodríguez intenta conectar con un compañero.

Joaquín Rodríguez intenta conectar con un compañero. / Betis Baloncesto

El mejor Betis, todavía fresco, apareció en el segundo cuarto, con defensas zonales y continuos cambios atrás desactivando al Burgos. De no anotar ningún triple tres seguidos (dos de Berzins y otro de Kuksiks) le dieron al conjunto hispalense su máxima ventaja (30-23), pero los de Cuspinera no permitieron que la desventaja creciera con Ristic haciendo daño por dentro para llegar al descanso con 43-42.

El tercer cuarto se convirtió en un intercambio de golpes del que no salió nadie ganador. Amagó primero el Betis con despegarse y después el cuadro visitante, pero el primero no pudo porque en momentos claves fallaban sus jugadores tiros más o menos cómodos ni los segundos por una mala defensa (63-65). Defensa que apareció superado la mitad del último cuarto, cuando los de Savignani aún se sostenían con algunos triples: 71-73 y 74-76. Hasta ahí llegó la gasolina en este partido y quién sabe si en la temporada. El play off ilusionó y ahora se complica, pero la realidad es que el futuro preocupa más allá de esta temporada.

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