El entrenador del CB Sevilla, Luis Casimiro, se mostró cauto en su regreso al Nou Congost, donde se llenó de gloria como entrenador de baloncesto. Además, no quiso encontrar comparaciones de las que derivar una conclusión con respecto al enfrentamiento de la primera vuelta en San Pablo, cita en la que el equipo sevillano cayó derrotado. "Es un Manresa que no tiene nada que ver con el de la primera vuelta aquí. Cuentan con nuevas y recientes incorporaciones, con los que ha ganado varios partidos seguidos. Está muy cambiado, en buena dinámica y con confianza", manifestó el técnico manchego.

No quiso pasar por alto Casimiro el estado en el que se encuentra el rival, con sólo diez victorias en su haber. La salvación no está ni mucho menos asegurada para los manresanos. "Ellos todavía están mirando más de reojo que nosotros al descenso y estarán motivadísimos para conseguir la victoria que les dé la tranquilidad. Sabemos que estarán con ese aliciente, por eso tenemos que jugar por encima de esta motivación para conseguir el triunfo. Hemos logrado tres victorias como visitantes y me gustaría alguna más para sentirnos realmente satisfechos con el trabajo hecho", señaló.

Luis Casimiro subrayó también el delicado aspecto institucional que queda vinculado a la marcha del equipo. "Para lo que el club se está jugando, creo que es bueno que se haya hablado bien de nosotros en cuanto a la calidad baloncestística en partidos tan buenos como los de Baskonia, Valencia, Gran Canaria o Estudiantes, donde hicimos un baloncesto vistoso y bonito, para que los posibles inversores vean el ambiente vivido San Pablo. Cuanto más arriba acabemos nos sentiremos mejor con nosotros mismos. No sólo por ser profesionales, que nos debemos a esto, sino porque podríamos acabar con unas buenas sensaciones que se trasladarán al ambiente y al club", dijo.