Sevilla | atlético · el otro partido

De la inquietud al optimismo

  • La lesión de Luis Fabiano no es grave, aunque su concurso en la final de Copa es aún dudoso · Notas positivas: el doblete de Negredo y el regreso de Fazio, Konko y Perotti

¿Jugará Luis Fabiano la final de la Copa del Rey? Esta pregunta ya se la hacían los aficionados sevillistas una vez que el 19 quedó fijado como fecha definitiva. Y ayer creció la incógnita de forma inquietante, aunque tanto el jefe de los servicios médicos como el entrenador del Sevilla enviaron un mensaje tranquilizador sobre su lesión. El esguince de tobillo que sufre no es tan grave como parecía en un principio, cuando incluso se valoró que pudiera ser de grado II. Al brasileño le bajó la inflamación y tanto Juan Ribas como Antonio Álvarez aseguraron que podría anticipar su vuelta antes de la final. Hoy se le realizarán pruebas y es baja en Santander, pero, ¿le dará permiso Dunga a un jugador tocado, en vísperas del Mundial, para que juegue durante el periodo de descanso?

Esta inquietud y la recaída de Acosta, que apenas jugó media hora -sustituyó a Luis Fabiano en el minuto 42 y hubo de ser sustituido en el 73-, matizaron las alegrías del día, que fueron varias, desde el reencuentro con el gol de Negredo hasta el regreso de varios lesionados de larga duración, Fazio, Konko, Perotti y el propio Acosta. La recaída del menudo atacante argentino sí es motivo de preocupación grande, pues parece que se perderá lo que queda de curso.

Más de dos meses hacía que no marcaba Negredo, desde aquel gol en Moscú al CSKA, el 24 de febrero. El vallecano, cuyo rendimiento en los últimos partidos estaba siendo preocupante y que incluso enfadó a los aficionados con la pérdida que dio lugar al 4-3 en Getafe, había recibido un mensaje de apoyo y confianza total por parte de Álvarez durante esta semana. El técnico sevillista no dejó en mensajes hacia fuera las cuitas hacia su pupilo. El jugador demostró desde el principio que había captado las órdenes de su superior. De estatismo, nada de nada, ni de pisar los mismos terrenos que Luis Fabiano. A los cinco minutos cayó hacia la banda izquierda y desde allí lanzó un medido centro con su pierna buena que el delantero centro de Brasil cabeceó picado. De Gea desvió con apuros a córner y a la salida del mismo marcó el brasileño en el segundo palo. Primer fruto del aleccionamiento a Negredo.

Evidentemente, lo que quedará en las estadísticas y en los grandes titulares es el doblete que consiguió, por mucho que fuera desde los once metros. Negredo supo situarse en la mediapunta para no estorbarse con Luis Fabiano. Desde ahí ofreció presión y caídas a las bandas, movilidad al fin y al cabo, algo que se le venía reclamando al vallecano. Con Acosta como referencia, también actuó de enlace, aunque su desgaste físico le pasó factura y se fue desinflando, hasta el punto de que escuchó algunos pitos en la segunda parte, al perder algunos balones en contraataques claros. Incluso falló un gol por un mal control. Pero su desempeño mejoró con respecto a anteriores citas. Luis Fabiano, generoso, le permitió lanzar el primer penalti. El segundo, en el que Perea le cayó encima al brasileño, lo tiró por obligación, pues éste se lesionó en la acción. Con estos dos goles, ya suma 9 en Liga, 12 sumando otros dos en Copa y uno en Champions.

Lo de Luis Fabiano se irá viendo con el tiempo. Él mismo publicó en Twitter ayer: "Ya estoy bien, ha sido sólo un susto, pero ya estoy caminando. El guerrero volverá". Quien tiene la última palabra es Dunga y el uso que haga de esa circular 1.170 de la FIFA. Hay que esperar a ver si el paulista se recupera del todo para convencer a su seleccionador. Será clave su deseo de jugar.

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