Mañana parte hacia Tokio para una reunión de la FIBA donde se adjudicarán los Mundiales de 2019; antes ha recibido a los chicos de la selección española que preparan el Eurobásket y también ha ejercido de anfitrión de Pau Gasol, recién llegado de África. José Luis Sáez tiene como cada verano una agenda cargada, pero saca un hueco para charlar sobre el CB Sevilla, el Caja de toda la vida, el club del que fue uno de los fundadores en los años 80.

Cuando se le pregunta acerca de sus sentimientos viendo la situación peliaguda por la que atraviesa la entidad, el presidente de la Federación Española hace una separación de temas: "Hay que diferenciar entre dos asuntos. En el plano de los afectos, quiero por todos los medios que haya un equipo de máxima categoría en Sevilla; en el de las realidades, hay que ver qué ha ocurrido y la ciudad no debe ser ajena a ello. Ha habido y sigue habiendo un patrocinio, primero como dueño y luego como espónsor, y eso es un movimiento de generosidad dentro de lo que hay hoy. A partir de ahí, tiene que haber una respuesta de Sevilla. Para tener un equipo arriba, aparte de la ayuda de las administraciones públicas, el protagonismo debe corresponderle a otros agentes sociales. Hemos estado muy cómodos y nadie esperaba que sucediera esto".

En cualquier caso, Sáez no vislumbra tan negro el futuro, aunque no dé detalles sobre qué sabe y prefiera mantener la cautela: "En este caso soy optimista porque veo que detrás hay trabajo en determinados ámbitos y se está haciendo como se debe hacer, con eficacia. Por eso soy optimista. Creo que sobrevivirá el club, pero entonces es cuando necesitará que Sevilla responda. Me consta que los agentes que deben intervenir lo están haciendo, y bien. Hay inquietud desde los antiguos propietarios a los órganos municipales. Desde luego, se está buscando la solución posible no sólo a corto plazo sino a largo. Sevilla debe demostrar que quiere baloncesto, aunque a algunos no les gusta escucharlo, pero así es".

Rememora los inicios del incipiente Caja San Fernando y asegura el dirigente federativo que "el club es parte importante del baloncesto", recalcando que "ha habido formas de gestión que en otros momentos podían valer, pero ahora hay que afrontarlo de otra forma. Me pueden preguntar como presidente de la FEB y como ex presidente de la Andaluza y de la Sevillana, y diré que no quiero que desaparezca; si me preguntan como Pepe Sáez, el Caja es algo que llevo impregnado. Necesita que esto se mueva y hacer estructura de permanencia y de futuro. Ojalá se pueda conseguir, pero una vez puesta la caña hay que lograr que venga el pescado".

Sáez prosigue con su pormenorizado análisis apuntando que "nadie puede pensar que un equipo pueda desaparecer sin haber tenido problemas económicos. Eso significa que el problema no está ahí. Quizás no ha habido esa sintonía o comunicación entre la sociedad y la entidad. Pero no hay que mirar al pasado, sino al futuro. Mientras haya una posibilidad, hay que jugar el partido, aunque anotando en el último segundo, aunque sea con una canasta en un escorzo de campo a campo".

A propósito del reto que encara la selección en el Eurobásket de septiembre, Sáez comenta que "estoy ilusionado; es obvio que nos habría encantado contar con jugadores como Marc Gasol, Navarro, Calderón, Ricky... pero he visto un equipo nuevo con presente y futuro, y la gente está con muchas ganas de lograr el objetivo de ir a los Juegos y eso sólo pasa por llegar a la final". Del batacazo en la Copa del Mundo de 2014, explica que "la organización fue sobresaliente y todos nos felicitaron, aunque es cierto que vivimos una decepción, sin olvidar que desde 2000 no han ido del todo mal las cosas en las distintas selecciones".