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Una perita para el amargor

  • Estreno Manzano se presenta en Nervión en partido europeo con la obligación de ganar al débil Karpaty y restañar en la afición la herida por la imagen del Camp Nou Clave Un triunfo pondría a tiro los dieciseisavos

El Sevilla y Gregorio Manzano tienen la obligación de borrar cuanto antes la imagen que ambos, el equipo con su juego y el entrenador con su planteamiento, dejaron hace sólo cinco días en Barcelona. Si la afición ha vuelto a dudar de los suyos será porque éstos le han dado razones para ello y la verdad es que los seguidores sevillistas no saben a qué atenerse con respecto a su equipo cuando hay un golpe que lamentar ni a dónde mirar, si al banquillo, si a la presidencia o si a la dirección deportiva.

Lo primero será dejar medianamente claro ya que la trayectoria europea va a seguir en los dieciseisavos de final de la Liga Europa. Una tercera victoria después de las logradas en Alemania y en Ucrania significaría ponerse en el camino correcto para acabar sellando el pase a la siguiente ronda, algo que está en lugar preferente en la lista de mandamientos que Del Nido entregó a Manzano cuando éste cogió al equipo.

En teoría, el aire debe soplar a favor. La entidad del rival, el Karpaty Lviv, debe facilitarlo por mucho que venga a Sevilla jugándoselo todo y arañando por un triunfo que le dé opciones de seguir soñando. Pero ya se comprobó hace dos semanas en el partido que ambos jugaron en el estadio de los verdiblancos -que así visten los ucranianos- que la diferencia de calidad entre unos y otros, entre sevillistas y jugadores del Karpaty, es mucha. Y encima es en casa donde mejor ha logrado Manzano que se muevan los suyos. Será el estreno europeo del técnico jiennense en el Sánchez-Pizjuán y la verdad es que la trayectoria del nuevo entrenador en la Liga Europa es inmaculada. Dos triunfos lejos de Nervión, aunque no fuera con un fútbol de tiralíneas, pero dos triunfos al fin y al cabo y con mucho mérito el logrado en Dortmund ante el que ahora mismo es el líder de la Bundesliga.

Lo que pasa es que todavía hay moscas en el ambiente. A la imagen que el goleado Sevilla dejó en el Camp Nou se ha unido la nebulosa en torno a la lesión de Jesús Navas y no sólo la del palaciego, que tendrá que pasar por el quirófano después de lastimarse en el primer partido europeo ante el París Saint-Germain y reaparecer precisamente en el mencionado ante el BVB Dortmund. El silencio de los médicos -por otra parte sólo achacable a los médicos- también lleva arrastrando varios casos que hacen dudar mucho a una afición que ya se cree muy pocas cosas del doctor Ribas, responsable y jefe de los servicios médicos del club: el tobillo de Fazio, un asunto de expediente X; lo que subyace en la lesión de rodilla de Guarente; o el periodo de recuperación de Palop con su problema en el sóleo, lo que ha sido el gemelo toda la vida de Dios.

Pero éstas son otras cuestiones relativamente ajenas a lo deportivo, aunque alguna pueda traer cola. El caso es que sin ninguno de estos futbolistas el Sevilla tiene que hacer hincar la rodilla hoy al Karpaty. Tampoco debe ser muy complicado con el resto de la plantilla que confeccionó Monchi y compañía este verano. Manzano está obligado a que sus hombres demuestren que el Sevilla es muy superior a su rival, pues de lo contrario la inquietud y la incredulidad pueden ser dos sensaciones que se apoderen de una nerviosa grada del Ramón Sánchez-Pizjuán, ya de por sí descontenta por que su equipo marche octavo en la Liga.

Igualmente, debe ser una buena ocasión para retomar la senda de los triunfos europeos. Si durante mucho tiempo el sevillismo presumió de que su estadio no había visto perder al Sevilla en competición continental, las últimas tres citas llevaron la desolación a la hinchada local. Han sido el CSKA Moscú, el Sporting de Braga y el París Saint-Germain verdugos recientes de los blancos y ya es hora de poner las cosas en su sitio.

Manzano va a mover el banquillo porque además el lunes tiene el Sevilla un partido ante el Valencia que puede marcar muchas cosas con respecto a los objetivos de la sociedad, aunque aún quede todavía mucha tela que cortar en la Liga. Por ejemplo, debe ser una nueva oportunidad para Cigarini, quien no acaba de convencer al entorno y que en esta ocasión aprovecha el descanso de Renato. La verdad es que el once inicial que elija Manzano esta noche quizá no tenga tanta trascendencia como la pudiera tener en el choque del Camp Nou. Eso sí, el resultado final, sea con los que sea, sí la tiene. Y la imagen que dé el equipo también.

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