El regreso más esperado

Entre tantos nubarrones y dudas que se ciernen sobre el Betis de Chaparro, un rayo de luz por fin arroja algo de optimismo ante la crisis de resultados. Edu, el salvador verdiblanco las últimas campañas, ya tiene el alta médica de la lesión muscular que lo ha mantenido en el dique seco casi toda la temporada.

El brasileño, que se entrenaba físicamente al nivel de sus compañeros, aunque no trabajaba con el grupo, lo hará desde hoy con total normalidad una vez que el especialista que lo operó, el finlandés Sakari Orava, ha dado el visto bueno a los últimos resultados de las exploraciones realizadas por el cuerpo médico de la entidad heliopolitana.

Ahora sólo queda que el jugador brasileño gane en confianza y recupere el ritmo de competición, algo para lo que será fundamental el próximo parón liguero. Así, su vuelta a los terrenos de juego no tendrá lugar hasta el primer fin de semana de abril, cuando el Numancia visite el Ruiz de Lopera. Y es que el brasileño se lesionó en pretemporada (rotura de fibras) y recayó en la Copa del Rey en Castellón justo cuando logró el único gol del presente curso, el primero de aquella eliminatoria (0-2 en Castalia).

Casi inédito en la Liga, donde apenas ha dispuesto de un cuarto de hora -sustituyó a Pavone ante el Mallorca en la primera vuelta-, el regreso de Edu es una gran noticia para el entrenador del Betis, Paco Chaparro, quien, si supera el match ball que tiene en Riazor este fin de semana, recuperará a un hombre fundamental para el equipo no sólo por su calidad sino por su compromiso e implicación, aspectos de los que el plantel ha demostrado carecer en ciertos momentos este año.

De otro lado, además, está el tema de su continuidad. El delantero finaliza contrato en junio y aún no ha renovado, por lo que todo apunta a que no estará ligado a la entidad el año que viene. Desde el verano, su renovación viene siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza para el máximo accionista bético, Manuel Ruiz de Lopera. Chaparro, incluso, ha expresado ante los medios en más de una ocasión la necesidad de ampliar su vinculación, mientras que Lopera y Edu se enfrascaban en un mano a mano en el que el primero publicaba la oferta que éste habría rechazado. Resultado: ruptura de cualquier tipo de negociación.

Quizá ya no haya posibilidad de dar un paso atrás y reconducir toda la situación; quizá sí. Sea como fuere, Edu tendrá la posibilidad en estos dos meses de competición que le quedan por delante -la Liga acaba el 31 de mayo- de darle o quitarle la razón hablando en el campo, donde le gusta. Incluso salvando de nuevo al Betis.