Betis-Valencia · El otro partido.

La tranquilidad de las victorias

El presidente cuadrágesimo quinto de la historia del Betis contó con un estreno tranquilo e incluso las sonrisas y los suspiros de alivio del final del encuentro reflejaban ese bálsamo que siempre suponen las victorias. Ángel Haro, el sucesor de Juan Carlos Ollero en el gobierno de la entidad, pudo celebrar con un triunfo ese paso adelante al que casi se vio obligado el jueves.

Con segundos para comenzar el partido, Haro hacía acto de presencia en el palco junto al vicepresidente, José Miguel López Catalán. Las conversaciones de antepalco siempre se prolongan en esas previas de los encuentros y más aún cuando la situación deportiva requiere de la colaboración de todos.

Incluso López Catalán aprovechaba para ejercer de cicerone de esos hombres que representan a Peter Lim, el magnate filipino del Valencia, y a los que acompañaba también un mito del valencianismo como Juan Cruz Sol. El vicepresidente actuaba de perfecto anfitrión antes de colocarse junto a Haro para escuchar a las más de 40.000 voces que entonaron el himno del Betis.

Y es que, a pesar de la mala racha de resultados, la grada entendió que era un día para apoyar al equipo. Apenas un grupúsculo que se radicaba en el Gol Sur entonaba un cántico de crítica hacia el palco, lo que ya no se repetiría durante el partido. Sí se llevó una pitada Van der Vaart cuando Merino lo envió a calentar, aunque finalmente el holandés se quedase sin saltar al césped.

Seguro que Haro, que hoy realizará su primer acto como presidente con la presentación del delantero brasileño Leandro Damiao, guardará un grato recuerdo de su estreno como máximo dirigente de la entidad verdiblanca. La comunión entre la grada y el terreno de juego, que ayer se mantuvo desde el principio al final, siempre ayuda para que las miradas no se desvíen hacia el palco. Es la tranquilidad de las victorias, la misma que seguirán buscando Haro y su equipo de colaboradores.

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