Barcelona-real madrid

La venganza hecha fútbol

  • El Barcelona propina a Mourinho la derrota más abultada de su carrera sólo unos meses depués de que el Inter, comandado por el luso, lo apeará de la 'Champions' en el mismo escenario, el Camp Nou.

Josep Guardiola le confesó más de una vez a sus íntimos tras aquel duelo a doble partido de abril de este año ante el Inter que aquella vez se traicionó a sí mismo. Que se dejó ganar por el efecto Mourinho, que se preocupó demasiado por el rival. Siete meses y un día después es feliz, porque clausuró la cuenta pendiente con el portugués con una venganza hecha fútbol.

"Es la mayor dertota de mi carrera, pero es fácil de digerir, muy fácil: fue una derrota sin posibilidades de ganar", analizó Mourinho instantes después del partido. "Un equipo ha dado el máximo y otro ha estado muy mal. Una derrota muy merecida", insistió el portugués.

Las palabras de Mourinho no llegaban a sus oídos, pero para los hinchas del Barcelona fue la más cálida de las noches heladas: vivieron en el Camp Nou un partido que se recordará por años, aquel en el que a base de toque, juego asociado, velocidad y convicciones los bajitos de Guardiola fueron más fieles que nunca a sí mismos. Y lo hicieron precisamente ante el archirrival, dirigido por un amante del perfil alto que en abril se jactó de no querer la pelota.

Ante el Madrid, sus jugadores no podrían haberla querido, porque no la vieron en toda la noche. Y así, tras 464 partidos como entrenador, Mourinho perdió como nunca antes, porque nunca jamás un equipo de los suyos había sido derrotado 5-0.

Tras el 6-2 del 2 de mayo de 2009 en el Bernabéu llegó el 5-0 del 29 de noviembre en el Camp Nou. Son ya cinco las victorias consecutivas de los azulgrana sobre el gran rival, con 15 goles a favor y apenas dos en contra.

Estadísticas para que los hinchas del Barça disfruten, aunque los números no siempre reflejen lo que sucede. Porque ni Cristiano Ronaldo ni Leo Messi pudieron quebrar sus respectivas rachas: el portugués lleva seis partidos contra el Barcelona y en ninguno pudo anotar goles; el argentino tampoco lo logró tras ya ocho choques con equipos dirigidos por Mourinho.

Pero Cristiano terminó la noche hundido, y Messi, eufórico, porque pese a no anotar fue fundamental del principio al fin para su equipo.

La noche de fiesta se perfilaba larga en Barcelona, y el Real Madrid sólo atinó a reaccionar con una prohibición: silenzio stampa para todos sus jugadores tras el partido. Lo que no dijeron con fútbol en la cancha difícilmente pudieran explicarlo con palabras fuera de ella.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios