Economía

El BCE sube los tipos de interés al 3,5% pese a las turbulencias financieras

Christine Lagarde, presidenta del BCE, este jueves en rueda de prensa

Christine Lagarde, presidenta del BCE, este jueves en rueda de prensa / Friedemann Vogel / Efe

El Banco Central Europeo (BCE) decidió este jueves subir medio punto sus tipos de interés, hasta el 3,5%, porque la inflación de la zona del euro todavía es muy elevada y pese a las turbulencias en los mercados financieros, y anunció que las próximas decisiones dependerán de los datos económicos y financieros.

"El elevado nivel de incertidumbre refuerza la importancia de que el Consejo de Gobierno tome las decisiones de política monetaria según sean los datos económicos", afirmó la entidad en un comunicado emitido tras la reunión de su Consejo de Gobierno, al tiempo que subrayó que el sistema bancario europeo es resistente.

En su intervención posterior, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, consideró que todavía tienen camino que recorrer para reducir la inflación, que, a juicio de la entidad, "seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo".

La inflación general en la zona euro se desaceleró hasta el 8,5% en febrero, pero la inflación subyacente aumentó hasta el 5,6%, y, según las previsiones del organismo publicadas este jueves, la primera se moderará este año al 5,3% y la segunda se situará en el 4,6% de media.

La presidenta del BCE explicó que la decisión de subir los tipos medio punto se tomó "por una mayoría muy amplia" y que sólo 3 o 4 miembros no la apoyaron, pero tampoco hubo otras opciones sobre la mesa.

Tras el incremento, la facilidad de depósito, la tasa de interés a la que el BCE remunera el exceso de reservas a un día de los bancos comerciales, queda en el 3%.

Lagarde señaló que el BCE está determinado a luchar contra la inflación, pero también contra "el elevado nivel de incertidumbre", y destacó que siguen las actuales tensiones en los mercados después de la quiebra de varios bancos estadounidenses, como el Silicon Valley Bank, y el rescate del suizo Credit Suisse.

"El Consejo de Gobierno está haciendo un atento seguimiento de las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario", dijo el BCE en un comunicado tras la reunión.

Lagarde dijo que los bancos de la zona del euro están en una situación muy diferente a la que tenían en 2008, cuando quebró el estadounidense Lehman Brothers y arrastró a bancos de todo el mundo.

"El sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas", según el BCE.

Además, desde aquella crisis financiera y la crisis de endeudamiento soberano de la zona del euro, el BCE asumió la supervisión de los bancos más grandes de la zona del euro, bancos que si quiebran pueden desestabilizar todo el sistema financiero, por lo que los bancos están mejor supervisados.

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, por su parte, dijo que las exposiciones de los bancos de la zona del euro a Credit Suisse son "bastante limitadas" y no están concentradas" y que las exposiciones a los bancos estadounidenses son también "limitadas".

En todo caso, el BCE se muestra dispuesto a suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario.

Las tensiones pueden frenar el crecimiento

Lagarde advirtió de que el aumento de las tensiones en los mercados financieros pueden reducir el crecimiento económico de la zona del euro al restringirse aún más condiciones del crédito con subidas de intereses.

El BCE también ha revisado a la baja sus previsiones de inflación para el 2024 hasta el 2,9% (3,4%) y para el 2025 hasta el 2,1% (2,3%).

De este modo, el BCE cree que en 2025 la inflación ya se acercará a su objetivo del 2%.

Antes de las recientes tensiones en los mercados, el BCE ya había revisado a la baja la inflación debido principalmente a una contribución de los precios de la energía menor de lo esperado anteriormente.

Estas tensiones añaden ahora incertidumbre en torno a las evaluaciones del escenario de referencia para la inflación y el crecimiento.

El BCE ha elevado medio punto su previsión de crecimiento económico en la Eurozona en 2023, hasta el 1%, lo que se sustenta en el descenso de los precios de la energía y en "la mayor capacidad de resistencia de la economía ante el difícil entorno internacional".

Pero ahora pronostica que la zona del euro crecerá un 1,6% tanto en 2024 como en 2025 (lo que supone rebajar la previsión frente al anterior pronóstico del 1,9% y 1,8%, respectivamente), una revisión a la baja que responde al efecto de las subidas de los tipos de interés que ya han reducido la concesión de créditos en la zona del euro.

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