El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, confirmó ayer que la patronal no va a apoyar una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para lo que queda de 2021, porque todavía "es un momento delicado".

"No estamos diciendo que no se suba, estamos diciendo que no se suba ahora, con la que está cayendo", afirmó en declaraciones a Radio Intereconomía, después de que la reunión del lunes sobre SMI se cerrara sin acuerdo.

"Nosotros estamos con la gente débil, con la gente del campo, con las muy pequeñas empresas que no están dentro de la negociación colectiva y a las que este cambio realmente les puede hacer mucho daño", explicó.

Además, subrayó que aunque la subida salarial media que se está pactando en negociación colectiva es del 1,5%, una quinta parte de los convenios firmados (el 21%) se está cerrando con los salarios congelados, como el convenio de la hostelería de Madrid. Además de la dificultades de los empresarios del campo y de las pymes, Garamendi insistió también en la situación de las empresas adjudicatarias de contratos públicos, a las que las administraciones no revisan las condiciones cuando el SMI sube.

Pese al rechazo de la patronal, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, reafirmó ayer el compromiso del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de subir el salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021 "con carácter inmediato".

"Deseamos hacer (esta subida) en el ámbito del diálogo social y mantenemos y reiteramos nuestro compromiso de que llegue al 60% del salario medio a final de legislatura", subrayó Rodríguez, que no ha aclarado si la subida inminente del SMI se aplicará en septiembre o surtirá efectos a partir de octubre.