La Junta adapta la ley de comercio a la nueva directiva de servicios
La instalación de grandes superficies comerciales no requerirá de licencia autonómica · Con esta reforma se pretende mantener el equilibrio comercial y optimizar la planificación territorial
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, aprobó la pasada semana un decreto-ley que modificará dieciséis leyes para adaptarlas a la directiva comunitaria de servicios. La política comercial de la Junta, según explicó el consejero Luciano Alonso, pretende el impulso del sector comercial en la comunidad, que supone, según la última información disponible en la Contabilidad Regional de Andalucía, el 11,8% del VAB andaluz y el 15,8% del empleo.
La actual situación económica ha modificado sustancialmente el comportamiento del consumidor y ello está incidiendo de forma decisiva en la distribución comercial que debe adaptarse a estos cambios y debe dar respuesta a las nuevas demandas del consumidor. Las grandes superficies están sintiendo en mayor medida la reducción de los índices de venta que el resto de los establecimientos, con una descapitalización durante el segundo semestre de 2008 y todo el año 2009.
La nueva redacción de las competencias exclusivas en materia de comercio interior que realiza el Estatuto de Autonomía de Andalucía, establece 'la clasificación y la planificación territorial de los equipamientos comerciales, incluido el establecimiento y la autorización de grandes superficies comerciales'; por lo tanto, hay un mandato estatutario para que la autorización de las grandes superficies comerciales se resuelva en el marco de la planificación territorial al mismo tiempo que es la alternativa más evolucionada frente a la planificación económica que actualmente se realiza, y que ha venido a ser prohibida por la normativa comunitaria.
El proyecto de modificación normativa en la comunidad autónoma andaluza aborda la transposición de la Directiva de Servicios eliminando la licencia autonómica para acometer la simplificación administrativa y el establecimiento del principio de ventanilla única. Con esta reforma de la ley se agilizará y simplificarán los trámites administrativos ya que el promotor sólo tiene que solicitar la licencia de obra, cuando es necesaria, para el establecimiento de una gran superficie minorista, eliminando la intervención de la administración autonómica por debajo de los 2.500 metros cuadrados
La Junta de Andalucía ha adaptado la directiva de modo liberalizador, ya que delega en los ayuntamientos la autorización de las grandes superficies minoristas por medio de la licencia municipal de obras. Además, antes regulaba los establecimientos comerciales desde 1.000 metros cuadrados y ahora los regulará a partir de 2.500 metros cuadrados de superficie útil de exposición y venta, liberalizándose totalmente el tramo entre 1.000 y 2.500 metros cuadrados.
UN NUEVO PLAN
El consejero anunció también la puesta en marcha de un Plan de Establecimientos Comerciales, en el que ponderarán criterios territoriales, urbanísticos y medioambientales para cumplir los objetivos de política comercial de cohesión y equilibrio territorial, ciudad compacta, cercanía y fácil acceso de la oferta comercial para los consumidores, previsión de la capacidad de la red viaria o conexión con redes de transporte público.
El plan, tiene por objeto contribuir al emplazamiento eficiente de los establecimientos de más de 2.500 metros cuadrados, mediante el desarrollo de criterios o la determinación de ámbitos aptos para su localización.
Según explicó Alonso, 'los promotores en cualquier momento pueden solicitar la licencia de obras con los mismos requisitos que para cualquier otra actividad y la obligación de adaptarse de los municipios se limita a los que aún no han iniciado la tramitación de su planeamiento y comiencen a hacerlo con posterioridad a la entrada en vigor de la ley'.
COMERCIO DE CIUDAD
La Junta pretende favorecer el concepto de comercio de ciudad en la que el comercio está integrado dentro de la trama urbana consolidada, con espacios urbanos compactos y diversificados comercialmente, de proximidad y cercanía con el ciudadano. Alonso apuesta por 'hacer de los mercados de abastos motores dinamizadores del entramado comercial y diseñándolos como puntos de encuentro, dotándolos de mejores horarios y mayores servicios'.
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