Restalia reducirá casi un 30% la inversión inicial en un establecimiento
Trabaja en un modelo de 180.000 euros frente al de 250.000 actual El franquiciado ahora lo es más por necesidad que por inversión
Aunque marcha viento en popa, Restalia tampoco es ajena a la crisis. Carlos Pérez Tenorio admite que, a partir de 2012, se ha notado en el sector una caída en picado en cuanto al consumo. Y 100 Montaditos y La Sureña también lo han percibido, en datos comparables (sin tener en cuenta los nuevos locales abiertos). "Para nosotros 2010 y 2011 han sido muy buenos, y en 2012 se puede decir que hemos mantenido el tipo".
También se advierte la crisis en que el interés por franquiciar se mantiene e incluso aumenta, pero para muchos la inversión inicial media, de 250.000 euros, es difícilmente asequible. Por eso Restalia ya trabaja en un modelo, que prevé poner en marcha este año, que permitiría abrir un local por 180.000 euros. "Si un enamorado de la marca quiere trabajar con nosotros y ve que su capacidad inversora no se lo permite, la marca estaría dispuesta a hacer un esfuerzo para ofrecer el concepto a un precio más económico", afirma Anne Corcuera, la responsable de Comunicación. "Nuestras ayudas están muy enfocadas a Andalucía -añade Carlos Pérez Tenorio, director general-; si podemos facilitar una inversión lo hacemos, por el cariño que le tenemos a esa tierra", la más afectada por el consumo según admite el propio Tenorio. Restalia diseña ya modelos de 100 Montaditos y La Sureña más económicos. Ya existe el kiosco como establecimiento con menores dimensiones, y en Restalia se admite que la tendencia puede ir por ahí, "aunque habrá de todo".
La situación de crisis ha acabado también por modificar el perfil del franquiciado. Antes era más un inversor que sí, se involucraba en el negocio, pero más en la posición de empresario. Ahora "el emprendedor viene forzado por las circunstancias -afirma Carlos Pérez Tenorio-; se dice a sí mismo: si no tengo trabajo no tengo más remedio que ir a la calle y buscar el negocio". Restalia afirma que desde 2011 ha llegado a las oficinas "una avalancha" de personas con ese perfil. Eso quiere decir que se lo toman como algo más que una inversión: "son trabajadores que trabajan en su propio negocio". "Nosotros lo llamamos autoempleo", concluye Pérez Tenorio. Para la selección de candidatos, Restalia tiene en cuenta, lógicamente, un nivel mínimo de inversión, pero no es lo más importante. Ni siquiera es esencial que hayan trabajado en la hostelería, y de hecho hay muchos franquiciados que proceden de otros sectores. "La implicación es clave -señala Anne Corcuera-; no sirve de nada alguien que viene a invertir y luego se desentiende. Tiene que estar encima del negocio". Restalia cuenta con un centro para franquiciados en la avenida de la Palmera de Sevilla, La Academia, en el que éstos reciben formación hasta el día en el que se abre el local. A partir de ahí, tiene supervisores a su disposición que prestan apoyo permanente al franquiciado.
El atractivo de 100 Montaditos y La Sureña para los franquiciados tiene mucho que ver con la afluencia masiva de clientes, sobre todo gente joven (la compañía afirma que desde 2008 su número se ha incrementado un 350%), con precios y ofertas agresivas. ¿Secreto? "Ninguno -dice Pérez Tenorio-; la fórmula ya la inventaron otros: el altísimo volumen de compra -tiene proveedores como Mahou, Europastry (para el pan), Campofrío o García Carrión- nos da facilidad para tener preferencia en los precios. En vez de altas rentabilidades con un producto caro pretendimos lo contrario: mucha rotación y rentabilidad muy baja. Trabajamos en una mayor eficiencia para dar más ventajas al consumidor, pero siempre manteniendo la calidad. Nunca tocaremos la calidad para bajar precios".
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