El Santander da la razón al FMI y cree que la banca precisa de ayudas públicas
Las provisiones lastran el beneficio en el primer trimestre, que cae un 24% · La aportación de España disminuye un 73%
El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, comparte con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el sector financiero español necesita financiación pública para completar su reestructuración. El FMI "no ha dicho nada que no se supiera", indicó ayer Sáenz en relación a un informe publicado el miércoles por el organismo. Preguntado por este asunto en declaraciones a los analistas para presentar los resultados trimestrales, Sáenz admitió que, aunque no son entusiastas, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), dotado con aportaciones anuales de las entidades, "tendrá que pagar la factura de la reestructuración". Cómo se vaya a hacer, si con crédito o con adelanto de cuotas, es algo que según Sáenz aún no se sabe.
El directivo recordó que el FGD ya subió las cuotas a la banca, algo que cree no volverá a producirse. "Nosotros ya hemos dicho que hay que terminar cuanto antes con el proceso de saneamiento del sistema financiero y estamos de acuerdo con el FMI", resaltó Sáenz.
El Santander obtuvo el primer trimestre del año un beneficio de 1.604 millones de euros, lo que supone un descenso del 24% respecto al mismo período de 2011. La caída de las ganancias se debió, sobre todo, a las provisiones para insolvencias y el saneamiento de la cartera inmobiliaria por un monto de 3.127 millones de euros, un 51% más que en el primer trimestre de 2011. El presidente del Santander, Emilio Botín, destacó que, sin las provisiones, el beneficio habría alcanzado la cifra récord trimestral de 6.280 millones de euros, un 9% más que en los tres primeros meses del año pasado.
El resultado cayó en todas las áreas, excepto en México y en el área de Consumo. Las caídas más notables fueron las de España y Portugal, donde los beneficios se redujeron en casi un 73% y un 64% respectivamente.
"Estos datos nos permitirán en 2012 mantener el core capital en el 10% y la remuneración por acción en 0,60 euros, y cumplir con las nuevas exigencias de provisiones del riesgo inmobiliario en España", aseguró Botín. La tasa de mora del grupo aumentó 0,37 puntos en un año y alcanzó el 3,98%, con una cobertura del 62%, un punto superior a la del cierre del año pasado. En España, la morosidad subió 1,18 puntos, hasta el 5,75%, influida por la caída del crédito.
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