Diez años de pedagogía en Marismas del Odiel
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Desde hace una década, el proyecto educativo ‘Escuela de Exploradores’ se ha convertido en uno de los puntales de la difusión de los valores ambientales entre los jóvenes onubenses en un entorno único: el Paraje Natural Marismas del Odiel
Uno de los pilares de la política medioambiental de Atlantic Copper es lograr el equilibrio entre potenciar y proteger aquellas áreas con un alto valor cultural, de biodiversidad o ecológicos con los beneficios sociales y económicos de su actividad. Y no puede ser de otra forma. Ser solidarios y responsables con el territorio donde está asentada la empresa es, también, otra forma de generar riqueza. Una riqueza basada en la promoción de los valores ambientales, en la difusión del patrimonio natural y la interiorización de estos mediante actividades dirigidas a la sociedad onubense.
En los últimos diez años, la compañía metalúrgica, a través de la Fundación Atlantic Copper, viene trabajando en el diseño de nuevas formas de hacer pedagogía en uno de los espacios naturales más importantes de Europa: el Paraje Marismas del Odiel, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2003. Justo en este humedal singular, al ubicarse en un entorno urbano e industrial, la Fundación desarrolla una experiencia única entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 4 y 14 años y de un alto valor didáctico en el ámbito del conocimiento del medio. Se trata del campamento Escuela de Exploradores, impulsado al alimón con la Junta de Andalucía para fomentar la educación y sensibilización ambiental.
“Escuela de Exploradores se ha consolidado en el tiempo como una de las líneas divulgativas y pedagógicas estrella de la Compañía. Desde sus inicios en 2012 han participado más de 3.750 escolares, con un total de 6.500 plazas ocupadas que suponen 32.500 estancias de día”, ha comentado Antonio de la Vega, director general de la Fundación Atlantic Copper. “El pasado año, como consecuencia del Covid-19, supuso una prueba de fuego para el desarrollo de la actividad. Pero, aun así, quedamos muy satisfechos por la respuesta y la confianza que nos depositaron las familias para que sus hijos siguieran involucrados en este proyecto, cuyo desarrollo estuvo marcado por unas medidas de prevención, higiene y seguridad sin precedentes. Para este 2021, esperamos que esta respuesta se mantenga y amplíe, síntomas de que la pandemia está más debilitada”, ha recordado De la Vega.
Rastreo, orientación, observación de especies
Este programa, que se desarrolla durante los meses de verano en el entorno del Paraje Natural y los equipamientos de uso público de la Junta de Andalucía, implica a los escolares en actividades y talleres dirigidos a su entretenimiento y aprendizaje, con contenidos ambientales en general y de familiarización con Marismas del Odiel en particular. Entre otras acciones, los escolares aprenden a identificar y realizar el seguimiento de huellas y rastros, se inician en el campo de la orientación, la observación y el reconocimiento de fauna y avifauna, y desarrollan manualidades con productos naturales y reciclados, así como el diseño y puesta en marcha de un vivero forestal con especies autóctonas.
Para Paco Morales, gerente de Onubaland, empresa responsable del diseño y la gestión de este reconocido proyecto socioeducativo, “la labor que viene desarrollando Escuela de Exploradores fomenta la creación de nuevos escenarios para la educación y el aprendizaje y genera importantes vínculos entre el espacio protegido y la ciudadanía de su entorno. Estos vínculos son esenciales para alcanzar una relación sostenible y ya se pueden sentir en una sociedad que, después de diez años, conoce más y mejor este lugar tan singular y valioso”.
Además de la Escuela de Exploradores, otro de los puntales pedagógicos de la Fundación es el proyecto Mi marisma, mi escuela, dirigido a alumnos de centros educativos de municipios colindantes con el Paraje Natural. “Durante estas nueve ediciones, 10.000 estudiantes del segundo ciclo de Educación Primaria han participado en este proyecto cuyo objetivo es transmitir en el aula estos valores ambientales y fomentar el conocimiento del entorno natural onubense y sus espacios protegidos”, prosigue Antonio de la Vega. En este último curso escolar, que acabará este mes de junio, han participado un total de 30 centros de las localidades de Huelva, Aljaraque, Gibraleón y Punta Umbría.
Europa mira a Atlantic Copper
Como resultado de estas experiencias, Europa ha reconocido a Atlantic Copper por su excelente labor medioambiental y hoy es líder del Proyecto SISTEM (Social Innovation for Sustainable Treatment of European Metals, por sus siglas en inglés), dotado con 1,3 millones de euros, con el objetivo de elaborar, con socios de Holanda, Finlandia, Grecia e Italia, un manual de buenas prácticas que permita replicar el modelo de coexistencia de entornos industriales y parajes naturales a través de programas educativos como los anteriormente citados. En SISTEM se integran también otros dos materiales divulgativos no menos importantes: El libro de fotografías Marismas del Odiel. Reserva de Luz y Alma, en el que se recoge la avifauna de esta reserva de la Biosfera a través de 272 fotografías de gran formato, acompañadas por 29 textos y poemas, y en cuya edición han colaborado la Junta de Andalucía y la empresa Electroquímica Onubense; y una campaña de promoción del contenido de este libro en redes sociales bajo el título los Viernes de Avifauna.
Acercamiento al espacio natural
La Fundación también colabora en la puesta en marcha de infraestructuras que permitan el acercamiento del gran público al espacio natural. Es el caso de la construcción de un observatorio en la zona Los Llanos de Bacuta a modo de punto de observación de la Reserva Natural de La Isla de En medio y de la zona de reproducción del águila pescadora. Para el director conservador del Paraje Natural Marismas del Odiel, Enrique Martínez, estas actuaciones representan un vínculo claro entre los ciudadanos y la Reserva de la Biosfera. Para la gestión del espacio natural los objetivos de educación y concienciación son fundamentales buscando una participación de la sociedad en la conservación y mejora del medio.
“La Escuela de Exploradores ejerce de caja de resonancia de los valores ambientales en el entorno inmediato del espacio protegido implicando a las familias en el objetivo común de conservación y creando una conciencia responsable en los escolares”, ha comentado.
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