Salvador Fernández, especialista en gestión laboral: "La reducción de la jornada podría traducirse en una fuerza laboral más motivada y productiva, pero implica ajustar la gestión de recursos"
Sectores como la hostelería o la atención sanitaria, que requieren de una presencia constante, plantean más desafíos a la hora de implementar esta medida
¿Cómo me afectaría la jornada laboral si trabajo menos de 40 horas semanales?
La jornada laboral de 37,5 horas ya es casi una realidad en España. Este nuevo modelo pretende mejorar la conciliación entre la vida personal y laboral de los trabajadores, al tiempo que aspira a incrementar la productividad y eficiencia en el entorno de trabajo. Asimismo, el objetivo es que entre en vigor el 31 de diciembre de 2025. Ahora bien, algunos sectores se han mostrado más críticos con esta medida, abriendo un intenso debate en torno a sus desafíos y posibilidades.
Salvador Fernández, especialista en gestión laboral y director legal de PayFit, asegura que "la reducción de la jornada en España es una evolución positiva hacia una mayor calidad de vida. A largo plazo, esta medida podría traducirse en una fuerza laboral más motivada y productiva". Sin embargo, hay que tener en cuenta todo lo que ello implica, con el fin de sacar el máximo partido a los recursos disponibles. Por lo tanto, será necesario realizar "ajustes en la gestión de recursos", además de una planificación del trabajo adecuada "para mantener la productividad y cumplir con los objetivos empresariales".
Reducción de la jornada laboral en España: desafíos y posibilidades
El Gobierno defiende que la reforma beneficiará a 12,5 millones de trabajadores del sector privado; es decir, a 6,8 millones de hombres y 5,7 millones de mujeres, según los datos extraídos de La Moncloa. Además, hace referencia a la posibilidad de situar a España en los estándares europeos, siguiendo la estela de otros países que ya han implementado una jornada laboral más reducida todavía, como Alemania o los Países Bajos.
No obstante, entre sus desafíos se "incluyen la reorganización de los horarios de trabajo y la posible necesidad de incrementar la automatización o contratar a más personal para cubrir las mismas horas de operación", teniendo en cuenta que el salario de los empleados no se verá afectado. Claro que esto no resulta igual de sostenible para todos los sectores. "En la hostelería, donde reducir horarios no es una opción, contratar más personal es una solución común pero costosa para el empresario", añade Salvador Fernández.
Ante esta situación, el especialista plantea varias alternativas: "Capacitar al personal existente, mejorar la eficiencia y calidad del servicio; implementar tecnología para optimizar operaciones y reducir la carga laboral; y explorar modelos de negocio flexibles, mediante la ampliación de servicios o ajustar las ofertas para distribuir mejor la demanda de trabajo".
Todo esto pone de manifiesto la complejidad de un análisis global, al considerar las circunstancias concretas de cada sector. "En tecnología, la flexibilidad puede ser más fácil de implementar que en la manufactura, donde el tiempo de operación de maquinaria es crítico". Además, como consecuencia negativa, las patronales insisten en que la reducción de la jornada podría suponer una amenaza para el empleo y la competitividad.
"Es posible que inicialmente haya preocupaciones al respecto, especialmente en industrias intensivas en mano de obra", añade el experto. "Sin embargo, experiencias en otros países muestran que una mejor calidad de vida laboral puede llevar a una mayor productividad y creatividad, compensando los desafíos iniciales".
Hostelería y atención sanitaria, entre los sectores con más dificultades
Como hemos podido ver, los efectos de implementar esta medida son objeto de estudio en base a casos concretos. "Algunas grandes empresas han experimentado con jornadas laborales de cuatro días a la semana sin reducción salarial, pero esto no es aplicable a todos los sectores", prosigue Fernández. "En áreas como la tecnología o ciertos servicios, las pruebas piloto han mostrado que la jornada laboral reducida puede ser efectiva, pero sectores como la hostelería, la industria o la atención sanitaria pueden enfrentar más dificultades debido a la naturaleza de su trabajo, que requiere de una presencia constante".
Además, hay que tener en cuenta los convenios colectivos, con sus consecuentes variaciones fruto de las negociaciones entre empleados y empleadores. Por último, "aunque algunos partidos políticos estén promoviendo esta medida a nivel nacional, no hay garantías que todos los trabajadores se beneficien de ella por igual a corto plazo".
En cualquier caso, el objetivo final es que las empresas puedan adaptarse a esta nueva norma sin comprometer su rentabilidad. Para ello, Salvador Fernández aconseja "implementar herramientas y sistemas que mejoren la eficiencia y automatización de procesos, como el software de PayFit, que optimiza la gestión de nóminas, control horario digital, ausencias y recursos humanos". En sus palabras, "la clave está en maximizar la productividad durante las horas de trabajo y ser flexible en la gestión del tiempo; por lo que debemos emplear herramientas que impulsen y midan ese trabajo".
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