De groserías y buenismos
El Fiscal
¿Qué pintan las vallas para impedir el avance de una cofradía hacía el palquillo?
Laura Gallego hiere
El peligro sordo de los balcones

Es una imagen que resulta grosera. La cruz de guía de una cofradía parada en la calle Velázquez, a la altura de la antigua platería de Félix Pozo. El típico parón porque la jornada va con retraso y hay que esperar a que pase la cofradía precedente. ¡Que le cuenten a la Estrella cuánto tuvo que esperar el domingo! La Policía Local de pronto coloca vallas que impiden el posible avance del cortejo para acercarse poco a poco a la zona del palquillo. La instantánea es inédita. Se trata de una falta de tacto evidente que se ha repetido en tres ocasiones hasta la Madrugada. Un gesto gratuito y antipático. Una cofradía no embiste, no agrede, no necesita que le vallen el paso. ¿Qué se gana con eso? Una cofradía sabe esperar, con serenidad y en silencio. Nunca es una amenaza. ¿Por qué se repitió el feo con el Baratillo después de haberlo tenido con la Estrella? Están ocurriendo cosas muy raras. Alguien no ejerce el mando o lo hace con mala fe. El Ayuntamiento se puede ahorrar las vallas cuando se trata de que una cofradía no avance unos metros. Aunque solo sea por estética. No se comprende absolutamente nada. A veces esos metros son necesarios para, al menos, dar una chicotá y que los costaleros no se enfríen. Échele valor el Ayuntamiento a los usuarios de las sillas plegables. Haga una campaña de concienciación para mejorar la educación del público. Cuide y mime la Semana Santa. ¿Pero ponerle vallas a una cofradía para que no se aproxime al palquillo? Feo, feo, feo. Y no se echen la culpa entre unos y otros. Las vallas las pone quien las pone. Las colgaduras las quita quien las quita. Y los árboles no los poda quien tiene que podarlos. Para lo que nos interesa es el Consejo quien debe avisar o pedir una medida. Y para lo que no, es el Ayuntamiento quien tiene que ejercer sus competencias. ¿En qué quedamos? Solo está clara una cosa: el poder es del Ayuntamiento.
Contraste
Nos habían dicho que habría menos vallas, menos aforamientos, más libertad hasta para los bares, pero no siempre ha sido así. No es que la mayoría de las medidas no se compartan. Es que nos anunciaron lo contrario. ¿Por qué se ha dicho una cosa y se ha hecho otra? Podíamos estar de acuerdo en el mantenimiento de ciertas restricciones. ¿Pero a qué se ha jugado? Da la impresión de que se ha querido tener un discurso amable y buenista en los días previos, ese intento de quedar bien con todos y no abundar en prohibiciones. Simplemente. Y que la realidad ha sido otra. Se han visto cosas nunca vistas. El paso de una cofradía no se impide con vallas.
La mantilla
No ha caído en desuso. Acaso solo ha desaparecido del Viernes Santo, cuando se imponía un uso mucho más austero. Sí se aprecia que el traje de luto y gala ha pasado a ser directamente matinal y de gala. La mantilla ha quedado para la visita de los templos más que de los sagrarios.
Las Cigarreras
¡Qué maravilla la combinación del templo de los Terceros con la cofradía cigarrera! Hasta puede con las Setas la preciosidad del paso de palio de la Virgen de la Victoria. Es curioso. Podría concluirse que se trata del triunfo de la belleza. Las escalinatas del mamotreto, por cierto, se consolidan como una gran tribuna para esperar sentados a las cofradías.
El pertiguero
Primer golpe. Los tontos del disfrute. ¿Cuántas veces le han deseado que disfrute de la Semana Santa, la estación de penitencia o la Semana Santa en general? Qué barrila con el disfrute. Son peores que los tontos de la felicidad. "¡Feliz estación de penitencia!". ¿Pero la estación de penitencia tiene que ser feliz? Acaso buena o provechosa. ¿Pero feliz? Tampoco es que tenga que ser infeliz... Segundo golpe. Semana Santa apagada. Hay diputados de tramo que trabajan poco y figuran mucho. Se aprecian demasiados nazarenos con el cirio apagado. Si sopla Eolo, hay que trabajar más. Poner más celo. El diputado de tramo es un servidor. Tercer golpe. Hay demasiados auxiliares en algunas cofradías. Algunos ofrecen agua y frutos secos a los nazarenos. ¿Cuándo se ha hecho eso? ¿No deben ser horas de abstinencia? ¿No es una penitencia voluntaria y asumible? Nos estamos pasando. Y ciriales arriba. Una cosa es identificar a los menores o aplicar la normativa de protección de datos y otra muy distinta organizar una suerte de atención al nazareno, al que se le pregunta su va bien, quiere agua o necesita algo. El buenismo oficializado.
Los mensajes al Fiscal
Recibido ayer a las 16:27: "Observo con preocupación a mucha gente con sus medallas corporativas en los bares. ¿Falta de información o de educación? A la 17:05: "La Plaza de la Pescadería vacía cuando pasan Los Negritos. Los veladores quitándose. Los hosteleros largando tela del Ayuntamiento. Esto es incomprensible". A las 17:42: "Impresionante el paso del Cristo de los Negritos en su conjunto, el exorno floral de lo mejor que he visto en mucho tiempo".
También te puede interesar