La Pastora sigue volando alto. La ministra de Justicia se escapa a Sevilla con frecuencia. Las razones familiares pesan. A esta magistrada le encanta pasear por la ciudad y pasar desapercibida, como cuando vino a ver el Santo Entierro Grande y se colocó en un palco de segunda fila. El otro día acudió al Salvador y después a la capilla de la Divina Pastora de la calle Amparo. Pilar Llop llegó al templo y lo primero que hizo fue subir al camarín para ofrecer una oración a la Virgen. Tras recibir un detalle institucional consistente en una reproducción de la portada de la capilla modelada en terracota, recorrió todas las estancias acompañada por el hermano mayor, Andrés Martín, y el mayordomo, Francis Segura, pregonero de la Semana Santa y colaborador de Diario de Sevilla. Fue quien le guió en la visita como historiador del arte, disciplina en la que, por cierto, se está formando la ministra. En las dependencias altas conoció la colección de más de cien Niños Jesús, donada por Gabriel Solís Carvajal, y la sala museo, donde se interesó por el conjunto de trajes que cada año ha venido luciendo una joven representando a Santa Marina en la procesión del tercer domingo de septiembre.

Andrés Martín con la ministra en el camarín de la Virgen.

Llop concluyó el recorrido en el despacho del hermano mayor, donde firmó en el libro de honor, mientras el prioste y vestidor de la Divina Pastora, Álvaro Martín, le informó de la acción social de la corporación y del decidido apoyo que se presta a la comunidad venezolana en Sevilla, así como a las mujeres que han sufrido violencia de género, que cada año son representadas en el paso con cuatro cirios en sus candelabros. Concluyó su visita dando las gracias por la amabilidad mostrada y rogando a la Santísima Virgen, con el fervor de una antigua alumna salesiana como ella, su mediación por todas sus intenciones.

En la sala de los Niños Jesús.

En la hermandad están contentísimos de esta visita, que entienden que supone un hito más en la historia de la corporación. Y te lo explican con alegría y sin complejos: “Un miembro del Gobierno de España ha querido conocer la devoción más auténtica de Sevilla: la que, regalada por Sevilla a la Iglesia Universal, hizo que todos los rincones del orbe veneraran a María como Divina Pastora de nuestras Almas”.