La ermita del Rocío, la casa de la Blanca Paloma y el lugar a donde acuden todos los años miles de romeros y visitantes es el santo y seña de la aldea almonteña.
Los terrenos donde se levanta la actual ermita ya estuvo poblada en otras épocas, como atestiguan los yacimientos y restos arqueológicos hallados del Paleolítico, tartessos, romanos, visigodos y árabes.
Aspecto de la ermita del Rocío en el siglo XIX.
Para hablar del edificio que actualmente acoge a la Virgen del Rocío hay que remontarse al rey Alfonso X “El Sabio” quien conquista esta tierra a los árabes, cuya jurisdicción pertenecía al reino de Taifa de Niebla. En el año 1582, el Concejo de Almonte adquiere las tierras llamadas 'Madre de las Marismas', junto a la ermita.
La primera ermita
La primera ermita fue levantada aproximadamente hacia los años 1295-1300 por Alfonso X 'El Sabio'. Tenía diez varas de larga y estaba construida en un sencillo estilo mudéjar, con techumbre de madera a dos aguas y compás. A lo largo de la historia este pequeño edificio sufre ampliaciones y reformas importantes, aunque permanece levantada hasta mediados del siglo XVIII, cuando el terremoto de Lisboa (1775) casi la destruye.
Colocación de la primera piedra del Santuario en 1963.
La urgente necesidad de levantar un nuevo santuario en el Rocío recibió el impulso definitivo del primer obispo de Huelva, monseñor Cantero Cuadrado, que contó con el apoyo del pueblo de Almonte. Así, en cabildo general celebrado por la Pontificia y Real Hermandad Matriz de Almonte el 31 de julio de 1961 se acordó levantar un nuevo edificio.
Se convocó un concurso de anteproyectos, del cual salió elegido el presentado por Balbontin de Orta y Delgado Roig. Mientras derribaban la antigua ermita, la Virgen fue llevada a Almonte el 16 de junio de 1963. La primera piedra de la nueva iglesia basílica fue bendecida y colocada por monseñor Cantero Cuadrado, primer obispo de Huelva con asistencia de las primeras autoridades regionales, el domingo 26 de enero de 1964 a las cinco de la tarde.
Aspecto de ermita en 1969.
El 12 de abril de 1969 entró la Virgen del Rocío de nuevo en su santuario. La cimentación que sostiene el santuario esta compuesta por 64 pivotes de hormigón armado, de 18 metros de profundidad por 0,80 de diámetro y encima de estos lleva una losa armada de un metro de grosor.
El dibujo de la cimentación, está diseñado por José Pardo Alvarez, en montaje con la fotografía de Manuel Romero Triviño
La fachada con su espadaña no estaban aún terminadas en la inauguración oficial, ya que estas obras concluyeron en 1980, fecha en la que se coronó la monumental cruz.
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