"Andalucía se empieza a quedar a la cola sin dietista-nutricionista en su sanidad pública"

José María Capitán. Decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (Codinan)

José María Capitán, decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía. / M. G.

José María Capitán es el decano del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (Codinan). Su discurso tiene, entre otros, tres claros mensajes: el reconocimiento de la figura profesional como mucho más que poner a dieta a la gente para adelgazar; la defensa de la inclusión del dietista-nutricionista en el sistema sanitario público de la comunidad autónoma; y un alegato contra el intrusismo por los riesgos que supone para la población ponerse en manos de personas que no son profesionales de la salud.

- Empecemos por el principio. ¿Cree que la gente sabe cuál es la función de un dietista-nutricionista?

Creo que, en general, se tiene una idea muy limitada de la labor que realizamos a pesar del interés creciente por la alimentación y la nutrición. Una parte importante de la población cree que nos dedicamos fundamentalmente a poner a dieta a la gente para adelgazar, pero esto no es así. Existe un gran desconocimiento de todo aquello que podemos hacer dentro del ámbito sanitario, tanto en hospitales como en atención primaria, tampoco se sabe de las labores que realizamos en restauración colectiva, en Salud Pública, dentro de la industria alimentaria, cuál es nuestro quehacer diario como docentes e investigadores, o cuál puede ser nuestro rol como dietista-nutricionista escolar.

- ¿Cómo definiría usted al colectivo que representa en Andalucía?

- Somos profesionales sanitarios muy versátiles que podemos trabajar en educación nutricional, realizar valoraciones nutricionales, que podemos liderar proyectos de investigación, participar en políticas públicas de promoción de la salud alimentaria, mejorar el rendimiento de nuestros deportistas, educar para la salud en todos los niveles de la enseñanza, controlar que el etiquetado de los alimentos cumpla con la legislación vigente o controlar la seguridad, higiene y calidad de los menús servidos en hospitales, en residencias de personas mayores, de personas con discapacidad o en las escuelas, y estas son solo algunas de las muchas funciones que podemos llegar a desempeñar.

- ¿Por qué defienden la necesidad de la figura de este especialista en los centros sanitarios?

La pregunta sería, ¿cómo se puede defender lo contrario? La figura del dietista-nutricionista es generalizada en toda Europa y está muy consolidada en gran parte del continente americano, en España son cada vez más las comunidades autónomas donde este profesional ya forma parte del sistema sanitario, por lo que Andalucía empieza a ser una excepción y a quedarse en la cola. Paradójicamente, Andalucía, es una de las regiones de España donde los índices de obesidad infantil y del adulto son más elevados y donde las enfermedades relacionadas con los malos hábitos dietéticos son más prevalentes. Que los dietistas-nutricionistas no estén en la sanidad pública es absolutamente discriminatorio para gran parte de la población, pues hoy quien precise de los servicios de este profesional debe ir a una consulta de pago o a la sanidad privada, algo que no está al alcance de todos.

- El Parlamento de Andalucía ha aprobado recientemente por unanimidad una proposición no de ley para su inclusión en el Servicio Andaluz de Salud. Es un paso adelante, pero ¿qué queda a partir de ahora para que estos especialistas entren en el sistema sanitario público en Andalucía?

- La Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PSOE de Almería para la incorporación de profesionales dietistas-nutricionistas en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), efectivamente, ha sido aprobada por unanimidad en el Parlamento de Andalucía; sin embargo, este es solo un primer paso para materializar nuestra inclusión real y efectiva en el SAS. No olvidemos que una PNL es una recomendación que realiza el parlamento al gobierno de la Junta de Andalucía. Ahora queda seguir trabajando. Entre tanto, Codinan, seguirá realizando distintas campañas para sensibilizar sobre la necesidad de la creación de esta categoría profesional en la sanidad pública hasta que, finalmente, esto sea una realidad. Una de estas campañas es la que estamos llevando a cabo junto con TCA Andalucía (una entidad sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es fomentar la existencia de recursos especializados públicos para el tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria). Bajo el lema Dietistas-nutricionistas la pieza que le falta al SAS, estamos recogiendo firmas para solicitar la incorporación de dietistas-nutricionistas en las unidades especializadas en Trastornos del Comportamiento Alimentario, así como en el resto de la sanidad pública. Así mimo, también estamos manteniendo reuniones con el Defensor del Pueblo Andaluz, con sindicatos y con otras entidades que han mostrado su sensibilidad para que esta problemática se solucione.

- ¿Cuál sería ese papel que reclamáis del dietista-nutricionista en Atención Primaria y Hospitalaria?

- El papel que se reclama para el dietista-nutricionista en atención primaria y hospitalaria es el de poder garantizar una atención sanitaria de calidad a cada paciente que lo necesite. Nos debemos centrar, dentro del ámbito sanitario, en la promoción de la salud y en la prevención y el tratamiento de enfermedades relacionadas con la alimentación y la nutrición: obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, hipertensión arterial, cáncer, enfermedades renales, alergias e intolerancias alimentarias o trastornos de la conducta alimentaria, entre otras muchas. Además, reclamamos nuestro papel esencial a la hora de evitar o minimizar la malnutrición que se da con tanta frecuencia en nuestros hospitales, y con ello favorecer una pronta recuperación del paciente y disminuir su tiempo de estancia intrahospitalaria, algo conveniente para el paciente y deseable desde el punto de vista del gasto sanitario.

- ¿Cómo cubren ahora los pacientes esas necesidades?

- De forma insuficiente. O bien no se prestan los servicios necesarios o bien otros profesionales se ven sobrecargados y obligados a atender a los pacientes sin los recursos humanos adecuados ni las capacitaciones necesarias. En los hospitales, hoy, en Andalucía, se debe mejorar la atención nutricional, esto es un hecho. Solo hace falta comprobar las tasas de desnutrición hospitalaria para entender la necesidad de mejorar el servicio que se oferta a los pacientes. Por otro lado, basta con solicitar al médico de cabecera asesoramiento nutricional para que nos demos cuenta de que este servicio, como regla general, es inexistente, o que como mucho se recurra a la famosa dieta del cajón.

- ¿Cuál cree que es la razón por la que Andalucía, a diferencia de otras regiones como por ejemplo Murcia, la Comunidad Valenciana o Navarra, lleve años peleando por incluir esa figura del dietista-nutricionista en su cartera de servicios?

- Es una cuestión de la voluntad de aquellos que deben tomar las decisiones, y quizás de que estos no acaben de entender la importancia de la nutrición en la salud humana. En las regiones donde ya se ha incluido los efectos han sido muy beneficiosos, por ejemplo, en Galicia, donde su inclusión se hizo efectiva hace unos meses, los números no pueden ser mejores. En Galicia la nutrición es una clara apuesta de futuro para conseguir una Galicia más saludable, en Andalucía debemos realizar nuestra apuesta también en esta dirección. Y lo cierto es que, con toda seguridad, más temprano que tarde estaremos también aportando nuestra experiencia y nuestros conocimientos en la sanidad pública andaluza, solo hace falta que se den los pasos oportunos por parte de los responsables del Servicio Andaluz de Salud.

- Se habla siempre de la dieta mediterránea y la gastronomía nacional, pero, ¿tiene Andalucía una buena cultura de la alimentación?

- Andalucía posee una rica gastronomía que forma parte de la dieta y la cultura mediterránea. Aquí es frecuente el uso del aceite de oliva, los frutos secos, los pescados, las frutas, las verduras y las legumbres, y todo ello es positivo. Sin embargo, especialmente entre las generaciones jóvenes, estos hábitos se están deteriorando rápidamente y cada vez es más frecuente el uso de comida basura y de alimentos ultraprocesados, que son ricos en azúcares y edulcorantes, grasas de mala calidad, harinas refinadas, exceso de sal y potenciadores de sabor, y estos terminan alterando nuestra percepción del gusto y dificultando que lleguemos a apreciar el sabor natural de nuestros alimentos tradicionales. Para evitar esto, hace falta mucha educación nutricional, pero sobre todo es imprescindible un firme compromiso de las administraciones públicas que deben legislar a favor de la salud alimentaria y contar, para ello, con los profesionales con mayor capacitación en este campo.

- ¿Hay intrusismo en la profesión?

- Sí, el intrusismo es un grave problema en toda España y, por supuesto, en Andalucía. Los dietistas-nutricionistas tenemos que luchar en el día a día para que distintos profesionales sin formación sanitaria alguna no desempeñen funciones para las que no están preparados: homeópatas, naturópatas, coach, entrenadores personales, asesores nutricionales, etc. Dentro de nuestro campo, otros sanitarios como son los enfermeros o farmacéuticos no pueden prestar servicios de nutrición personalizados a pacientes con patologías que así lo precisen. Otros profesionales del área sanitaria, como los técnicos superiores en Dietética, de la rama de la formación profesional, no pueden ejercer de forma autónoma o sin supervisión. En este sentido, la administración pública debe velar por la salud de las personas y ser muy tajantes, cortando de raíz este problema. Actualmente, existe demasiada permisividad. Este tipo de conductas deben ser sancionadas con carácter urgente por parte de la administración.

- ¿Cuáles son sus retos como cabeza visible del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía?

El Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (Codinan) tiene como objetivo salvaguardar la salud de la población a través de una adecuada alimentación, adaptándola a las características personales y posible presencia de enfermedades. Como decano del Codinan, este es también mi objetivo fundamental, que nuestros profesionales proporcionen a la población el mejor servicio nutricional posible. Eso sí, más allá de nuestra incorporación a la sanidad pública andaluza, nos queda mucho por hacer. Debemos dignificar la figura del dietista-nutricionista y que se entienda todo aquello que podemos aportar en el desempeño de nuestras funciones.

2 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último