"La magia te ilusiona y te ayuda a olvidar la hipoteca"
Juan Tamariz. Mago
Este 'showman' de 68 años es parte de la familia desde que vimos sus primeros trucos en aquel inefable Un dos tres… de Televisión Española, en el que también actuó como Don Estrecho y, pese a lo que ha llovido desde entonces, sigue sin cortarse la coleta. Su actual gira le ha llevado ya a Guatemala, Toronto y Las Vegas, donde le dedicaron un congreso, y esta semana aterrizó en Andalucía para exhibir su Magia potagia en el Teatro Quintero de Sevilla. Tiene casa en Cádiz, en la que se instala cuando no trabaja, y está casado con la maga colombiana Consuelo Lorgia, que le adivina el pensamiento y con la que, simbólicamente, levita. Dos de sus cuatro descendientes siguen su estela: una de sus hijas es profesora de magia y la otra le acompaña al piano en su espectáculo.
-¿Cuántas horas dedica a la baraja?
-Como un trabajador normal, ocho horas al día. Aunque a veces son doce cuando preparo un espectáculo.
-¿Descansa los festivos?
-No tengo sábados ni domingos. Como decía Sarasate: "Si un día no tocas el violín, el público lo va a notar". Si lo dejas dos días, lo nota el violín. Y si lo dejas tres, lo notas tú.
-¿Con qué truco ganó un mundial de cartomagia?
-Les regalé jamones a los del jurado. Les caí mejor que los otros, naturalmente.
-¿Prefiere la baraja española, la francesa o la inglesa...?
-Sólo hay una baraja con diversas vestimentas. Es la que llamamos española, la de copas, oros, espadas y bastos, que años después se desarrolló en Francia.
-¿La baraja nació aquí?
-Viene de Corea, la trajeron los árabes por la ruta de la seda y pasó a España por el sur. Las primeras fábricas de naipes estaban en Sevilla.
-¿Cuál es el origen de la palabra naipe?
-Dicen que toma el nombre de un fabricante que se llamaba algo así como Navarro y Pérez. Otros dicen que etimológicamente proviene del árabe.
-¿Tiene algún palo preferido?
-Todas las cartas son igual de cariñosas. Hay 4 palos como las 4 estaciones. Las 52 cartas son las semanas del año. Los puntos de un palo suman 91 que, multiplicados por 4, son 364 días del año más uno para el bisiesto.
-Se le dan bien los números, según parece.
-Hay una rama de la magia, que es la matemagia, muy antigua, relacionada con los juegos numéricos. Escribió sobre ella Luca Pacioli, en un libro que le ilustró Leonardo da Vinci y del que hay algún incunable.
-¿Cada palo tiene un símbolo?
-El oro capitalista. La espada del poder guerrero. El basto del poder político y la copa de los cálices, entre ellos el de la Iglesia.
-¿Y en la baraja francesa?
-En Francia la Iglesia era menos poderosa y por eso su baraja representa al poder cortesano con el corazón, el bastón de mando con el trébol y la punta de lanza de la espada con la pica.
-Los poderosos son casi siempre los mismos.
-En eso el mundo no ha cambiado. Lo que fascina de los juegos de magia es que todos tienen un símbolo detrás que obedece a un deseo arquetípico, de los definidos por Jung.
-¿La magia interpreta nuestros deseos?
-Todos queremos resucitar. El mago corta el cuerpo por la mitad y luego se ve que la persona no ha muerto. Desearíamos predecir el futuro y el mago hace una predicción.
-¿Usted predice los goles?
-Tengo una fórmula infalible, que consiste en decirle a los jugadores: "¡Meted más goles que el otro equipo!". Si me hacen caso, ganan seguro.
-¿Ejerce de psicólogo?
-El tipo de magia que yo hago tiene un sesenta por ciento de psicología. Hay que conocer las reacciones de los espectadores, saber quién es el líder del grupo…
-¿Y hace muchas trampas?
-Todos hacemos trampas cuando queremos seducir a alguien: desde el que vende un coche hasta los políticos.
-¿Conoce a muchos magos mejores que usted?
-Mejores magos que yo hay miles, pero ninguno es tan elegante.
-Le vendrá de familia.
-Me viene de mi anterior reencarnación, en la que también fui mago. Nací en Galitzia, cerca de Rusia, y me llamaba Max Malini.
-¿No tuvo un antepasado noble, ilusionista?
-Un pariente lejano, de Écija [Sevilla], fue ilusionista. Mi padre es ecijano y mi madre de Algeciras. Me considero un andaluz nacido en Madrid. Mi padre decía "sinco pezetas".
-Y si quería ser mago, ¿por qué estudió cine?
-El cine lo inventaron los magos. Desde la linterna mágica y los Lumière, uno de los cuales era mago, todo el espectáculo cinematográfico era magia. También uno de los hermanos Warner era mago.
-¿Llegó a terminar sus estudios?
-Cuando me faltaban diez días para terminar, después de unos años en la Escuela de Cine, me expulsaron.
-¿Y eso?
-Mandaba en España un señor bajito y gordo que no voy a nombrar. Pero aquello me hizo pensar que el destino me estaba empujando a hacer magia, que era lo que de verdad quería.
-¿Cuáles son sus poderes?
-Conseguir, a veces, que personas con problemas y bajas de energía se ilusionen. Como cuando vas a ver Cantando bajo la lluvia y sales como Gene Kelly. Te olvidas de que tienes que pagar la hipoteca.
-¿No le ha llamado ZP para que le monte un truco?
-El único político con el que he sentido cierta resonancia fue [Enrique] Tierno Galván en Madrid, cuando el viejo profesor era alcalde. Una vez le hice unas magias.
-¿Con qué magia devolvería la sonrisa a este país?
-No creo que el país esté tan triste. Cuando viajo me dicen: "¡En España deben estar llorando por las calles!". Y no es así. Es más una sensación que transmiten algunos políticos y medios de comunicación.
-¿Y la crisis económica?
-Hay quien lo pasa mal, pero no tenemos grandes catástrofes, ni animales venenosos... La gente está, en general, contenta.
-¿Su magia es entendida igual en todas partes?
-Cuando voy a Japón cuento con traductor. Y les digo "Ichi mai cabo oto tekudasai" si quiero que cojan una carta. La risa y la emoción son iguales en todos los países.
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