"Estoy harto de las peleas tribales PP-PSOE, los dos hacen el indio"
Eduardo Velasco, actor
A Velasco le tira el mar. Espera recalar en la isla de El Hierro cuando se confirme la tv movie con Dácil Pérez de Guzmán. Mitiga su angustia con unas mazas de malabares que conserva de su época de estudiante en Sevilla.
-En La Reina del Sur encarna a Abdelkader, policía corrupto marroquí que juega al narcotráfico con Teresa Mendoza. Todo un regalo...
-Para un actor está muy bien porque es un personaje que apenas salía en el libro, por lo que no está sujeto a lo que Pérez Reverte había escrito. Pertenece a la aristocracia marroquí y ha sido educado en academias militares para llevar el control del ejército.
-Y algo más...
- Sí. Al mismo tiempo, como la propia historia del país, el ejército es el germen de toda la corrupción. Él controla todo la droga que pasa por la frontera.
-Nada que ver con la realidad...
-(risas). La verdad es que solo tuve que bichear un poco por el youtube y más o menos encaucé la historia.
-Y cuando se cruza con Teresa Mendoza, ¿tiembla?
-Ella huye de México y de las bandas del narcotráfico de Sinaloa. Empieza a hacer negocio con el tío del que se enamora y yo la voy ayudando. Soy su primer protector.
-Menuda responsabilidad, ¿cómo es el cara a cara?
-Ufff. Ver cómo trabaja Kate del Castillo -la actriz- es impresionante. Yo ya llevo unos años en esta profesión y jamás me he encontrado con una actriz con esa capacidad de trabajo. Eran sesiones de entre 14 y 16 horas diarias y se levantaba dos horas y media antes para hacer kick boxing, y concentradísima en todo momento.
-Sólo pensarlo cansa...
-Pues así durante casi seis meses. Yo no tengo capacidad para eso. No me considero Robert de Niro ni Javier Bardem aumque tampoco mal actor, pero esa bestialidad de trabajo… Y además es una bellísima persona.
-En esa lucha de poder ¿quién gana?
-Teresa. A mi personaje le hubiera gustado tener una relación con ella, porque es una mujer de bandera ante la que quitarse el sombrero. Pero como él es un caballero de los de toda la vida, jamás va a retener a una mujer en contra de su voluntad.
-En la vida real cuesta más mantener el tipo, ¿no?
-Ahí es complicado (risas). Los que hemos amado sabemos que duele mucho más.
-Tras pasar tres meses en Colombia como coronel corrupto, cuando regresa a España, ¿cuesta ganarse el pan dignamente?
-(sonríe) A lo que hay que enfrentarse luego es al vértigo que entra cuando se termina cualquier trabajo, sobre todo en esta época de crisis. Pero afortunadamente en mes y medio me volvió a sonar el teléfono.
-En su gremio ¿quien es la reina del sur?
-Hay bastantes. Pero hay una en concreto, con la que he grabado en Colombia y he estrechado los lazos de amistad, y además andaluza, Cuca Escribano, de las mejores actrices de este país. Estrena ahora en el Festival de Málaga una película con Vladimir Cruz y Jorge Perugorría, un trabajo bestial.
-¿'La reina del Sur' se verá como un gran culebrón?
-No lo sé. Para sobremesa la serie no es. Ten en cuenta que en la tercera secuencia del primer capítulo aparece un tío metiéndose veinte rayas de farlopa en el salón de su casa. Viene la mujer con los niños del colegio, le pone una servilleta por lo alto y aparece otro tío después que los mata a todos.
-Y de Colombia y Pérez Reverte a Coín y 'Arrayán, todo un viaje transoceánico...
-Es lo que tiene la profesión. Me encanta trabajar en mi tierra, yo en Madrid me sigo sintiendo un andaluz exiliado. En esta serie me estoy encontrando con gente con la que hacía años que no trabajaba, es como volver a casa.
-'El Internado' ¿impone?
-Es otro punto de vista. Cuando trabajas con Luis Merlo, Amparó Baró y Natalia Millán dices ¡aquí no puedo fallar! Pero no le hago ascos a ningún trabajo. Empecé con una compañía infantil haciendo mil kilómetros con la furgoneta en un día. Mientras más difícil sea más morbo me da. Los actores estamos un poco grillados.
-Con las revueltas sociales en el Magreb, ¿no echa de menos en sus compañeros una pegatina en la solapa?
-Quizás, pero todo ha sido algo muy consentido por Occidente. No hay una línea ideológica clara, tan solo un pueblo que está harto de sus gobernantes, pero no sabemos lo que va a venir después. Es difícil posicionarse.
-Y con la Ley Sinde , ¿también es difícil?
-Yo ya estoy harto de las peleas tribales entre PP y PSOE. Da la sensación de que son los Sioux contra los Arapaho, y que los dos están haciendo el indio igual. Pero es precampaña y no se pueden hacer leyes muy agresivas . Somos más de 27 millones de internautas. Y eso son muchos votos.
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