La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La intimidad perdida de Sevilla
Raquel Revuelta, Empresaria y ex Miss España
-¿Cómo quedó en el concurso de Miss Universo?
-No pasé el corte. Fue una experiencia estar en Los Ángeles. Ganó Miss Noruega. Me gustó porque no era una belleza escandalosa.
-¿Era la primera vez que cruzaba el charco?
-Había ido varias veces a Estados Unidos, porque durante cinco años tuve un novio americano. Estuve en Wisconsin, en Minneapolis, donde vivía la familia de ese chico. Era el jefe de mi madre. Un ingeniero aeronáutico que vino a fabricar el ala del F18. Eran tan jovencito que a mi madre le dio pena y lo acogió en casa. Yo acababa de volver de estar un año en Inglaterra y nos hicimos novios.
-¿Fueron a Nueva York?
-No. A Nueva York fui de viaje por mi cuarenta aniversario, en 2007. Fuimos a la Zona Cero y vimos la desolación, esa sensación de que no somos nada, que estamos de paso. Alguien dijo que vivimos como inmortales y morimos como mortales. Han pasado diez años, fue una catarsis que marcó un antes y un después.
-Mañana se celebra en Sao Paulo el concurso de Miss Universo. A las candidatas les han hecho pruebas de samba, hípica y cocina. ¿En su época también?
-Lo importante es conocer las inquietudes de esas mujeres, cómo se desenvuelven en situaciones nuevas. En Italia van a cambiar las normas de Miss Italia y le exigen que hayan leído al menos tres libros al año. Yo confío más en una entrevista formal. Desde mi modesto entender, habría que recuperar el sistema de antaño. Eran mujeres ejemplares en todas las facetas de su vida: mujeres responsables, buenas hijas, buenas estudiantes, comprometidas socialmente, con inquietudes y aspiraciones.
-Es un formulario utópico.
-Es que eran así. Sofía Loren o Lucía Bosé han sido Miss Italia. Eran referentes.
-¿Qué recuerda de su participación?
-Muchos nervios, mucho miedo, mucha diversión. La circunstancia insólita de convivir con jóvenes de más ochenta países. Eso no lo vuelves a vivir jamás.
-Salvo en la ONU...
-Algo parecido. Conocí a la china, la japonesa, la rusa.
-Cuando las rusas eran todavía soviéticas...
-Un año después de caer el muro de Berlín. Veías las diferencias entre las sudamericanas y las chicas del Este. Hay mucho desconocimiento, por no decir ignorancia. Estos concursos están estigmatizados, denostados por un cierto sector. Me considero una mujer absolutamente feminista y he sido miss España. Son compatibles y estoy muy orgullosa de las dos cosas.
-¿Cuándo se hace empresaria?
-En 1991. Un año antes de la Expo.
-¿Qué domina en el perfil de las jóvenes que pasaron por su agencia: modelos, actrices, azafatas, desempleadas...?
-Un poco de todo. No somos una escuela de misses. Una miss se educa y se forma en su entorno, en su familia, donde adquiere los valores, las actitudes.
-¿Por qué a la fealdad, moralmente hablando, le gusta tanto la belleza?
-He reflexionado mucho sobre eso. La belleza, como otros atributos, no tiene más mérito que ser un don de la vida. Yo me he considerado una mujer muy esteta. Me gusta la belleza, que lo que vea sea bonito. Lo bonito no siempre coincide con lo correcto. Me gustan las cosas cuidadas, el desorden ordenado.
-¿La vida es bella o Qué bello es vivir?
-Por filosofía, La vida es bella. Nosotros nos encargamos después de hacerla fea, angustiosa, incómoda.
-¿Valió la pena ganar Miss España para tener tantos quebraderos de cabeza?
-En estos últimos tiempos la vida me ha enseñado que no hay que lamentarse. Aquí se trabaja con personas, con jóvenes, hay cosas que son muy desagradables, pero son las reglas del juego. Pero en el balance ganan las satisfacciones.
-¿Empresaria o trabajadora?
-Para ser empresaria hay que ser trabajadora. Sin trabajo, una empresa tiene los días contados. No creo en el éxito fácil y el golpe de suerte y sí en la disciplina y la constancia. Como decía Picasso, que la inspiración te coja trabajando.
-¿Baila samba?
-Bailé samba, salsa, tango, pasodobles y hasta rap en Mira Quién Baila. En Miss España tocó la lambada.
-Una miss era una chica guapa y un míster un entrenador de fútbol. La moda democratizó la palabra.
-Es verdad...
-Volviendo a la acepción antigua de mister, ¿Messi o Cristiano Ronaldo?
-En una pasarela, Ronaldo. En un campo de fútbol, Messi. Para otras cuestiones, ninguno de los dos.
-Fundó y dirige la revista Sur/Realista. ¿Realista o surrealista?
-A veces necesitas de ese lado surrealista, onírico, que se te vaya un poquito la cabeza y ser creativa y un poco artistona. En dosis moderadas para que sea compatible con los números.
-¿Cómo desfila la prima de riesgo?
-Estamos enseñándola.
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