C's facilita al PP la salida al callejón de la corrupción

negociaciones para formar gobierno

La formación de Rivera limita al enriquecimiento ilícito o la financiación ilegal de un partido los casos que aparejarían el cese de los cargos públicos

Redacción · Agencias Madrid

24 de agosto 2016 - 05:05

La negociación entre el PP y Ciudadanos (C's) para mutar la abstención naranja en un sí a la investidura de Mariano Rajoy no es que marche viento en popa a toda a vela, pero marcha. El optimismo marca las conversaciones que ambas formaciones llevan manteniendo esta semana en el Congreso y las diferencias en materia laboral sobre los modelos de contratación y las cuotas de autónomo-que se evidenciaron el lunes- y sobre un eventual apoyo del PNV -que se visualizaron ayer- no parecen insalvables, aunque hoy llegará la prueba de fuego, con las exigencias de la formación de Albert Rivera en materia de corrupción sobre la mesa.

La nueva piedra de toque es el diputado popular Óscar Clavell, imputado por prevaricación, malversación y fraude por autorizar, cuando era alcalde de Vall d'Uxió, el pago de 700.000 euros en facturas pese a la oposición de los funcionarios.

Ciudadanos propone apartar a todos los cargos públicos investigados (la nueva figura eufemística del imputado) de todas las Administraciones. Y naranjas y populares coincidieron ayer en que no es necesario suspender a Clavell porque en su caso no hay enriquecimiento ilícito o financiación ilegal, las dos coyunturas a las que limitan lo que se entiende por pura corrupción política.

Lo explicó gráficamente el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas, tras la reunión de las comisiones negociadoras: "No es lo mismo meter la pata que meter la mano en la caja".

Otro elemento de discordia lo estableció ayer el presidente del PP vasco y candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, con su llamamiento al PNV (sus cinco escaños serían casi definitivos para la investidura de Rajoy, colocándole a un paso de la mayoría absoluta), que cayó con mal pie en el seno de la formación de Rivera.

Alonso emplazó al PNV a demostrar que apuesta por la estabilidad y las instituciones saliéndose del "frente del no" y pidiéndole que "no bloquee" el país.

La dirigente catalana de C's Inés Arrimadas salió al paso del ofrecimiento subrayando que la "negociación profunda" debe hacerse entre los partidos constitucionalistas y remarcando que su partido no aceptará que se busque la abstención del PNV o de la antigua Convergència "a cambio de algo, de mirar hacia otro lado" o de "privilegios".

Igualmente, Villegas advirtió de que el PP no puede llegar a acuerdos con otros partidos que sean "incompatibles" con el que firmen, si se da el caso, estas dos formaciones, agregando que , en el caso del PNV, los asuntos que está tratando su partido con el PP son "difícilmente compatibles" con la formación vasca.

Ciudadanos también augura alguna "fricción" en la lucha contra el fraude, según explicó Villegas, ya que quiere recuperar el dinero que se "perdonó" en la amnistía fiscal, el que "se cobró de menos", que la formación naranja cuantifica en 2.800 millones y que según Villegas se podría destinar a políticas sociales.

Pese a las diferencias, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, subrayó que su partido es "moderadamente optimista" ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo global y reiteró que no hay ninguna diferencia "insalvable".

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