Listas paritarias sí, pero con pocas mujeres al frente
Desde que en 1979, las mujeres han pasado de ocupar del 1 por ciento de los consistorios españoles a casi el 15 por ciento tras las pasadas elecciones de 2007.
De cara a las próximas elecciones del 22 de mayo los partidos han cumplido con la ley de igualdad y han presentado tanto para los comicios autonómicos como en los municipales listas paritarias, sin embargo aún son pocas las mujeres que las encabezan.
Desde que en 1979 las alcaldesas eran, según la definición del diccionario, "las esposas de los alcaldes", las mujeres han pasado de ocupar del 1 por ciento de los consistorios españoles -en aquel año fueron elegidas 95-, a casi el 15 por ciento tras las pasadas elecciones de 2007.
La mayoría de esas 95 mujeres presidieron entonces municipios con menos de 5.000 habitantes y es que hubo que esperar más de una década para que hubiera alcaldesas en municipios más grandes y capitales de provincia, algunas de las cuales, como la de Valencia, Rita Barberá, aún se presentan a la reelección.
Las pioneras en los ayuntamientos
Valencia es, entre las grandes ciudades españolas, la que tiene más larga tradición de contar con una mujer al frente del consistorio.
La socialista Clementina Ródenas fue elegida alcaldesa en enero de 1989 y permaneció en el cargo hasta que julio de 1991 cuando, pese a ganar las elecciones, un pacto entre el PP y Unión Valenciana, hizo que fuera sustituida por otra mujer, Rita Barberá.
Desde entonces, en los comicios de 1995, 1999, 2003 y 2007, la dirigente del PP ha conseguido la mayoría absoluta para ser reelegida alcaldesa de la tercera ciudad más poblada de España.
La trayectoria política de Barberá está íntimamente ligada al municipalismo, ya que de hecho entre 1995 y 2003 fue presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Otra mujer con tradición de alcaldesa es Yolanda Barcina, de Unión del Pueblo Navarro (UPN).
Alcaldesa de Pamplona desde 1999 -reelegida en dos ocasiones- y ahora ha decidido dar el salto a la política autonómica y encabezará la candidatura de su partido a la presidencia de Navarra.
Poca presencia en las autonomías
Lo cierto es que si las grandes ciudades han sido un territorio difícil para las mujeres, igual de excepcional resulta ver una presidenta de comunidad autónoma.
La primera fue la socialista María Antonia Martínez llegó a la presidencia de la Región de Murcia en 1993, tras la renuncia del hasta entonces presidente, Carlos Collado. Permaneció en el cargo hasta 1995, cuando fue derrotada por Ramón Luis Valcárcel.
Actualmente, la única mujer al frente de una comunidad autónoma es Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid desde 2003, cargo al que llegó después de haber roto otros "techos de cristal" de las mujeres en política, ya que fue ministra de Educación y Cultura, y, posteriormente, la primera mujer presidenta del Senado.
El panorama puede empezar a cambiar
A pesar del significativo avance, por el momento, los principales partidos siguen apostando en la gran parte de los casos por hombres para encabezar las listas para la presidencia de las autonomías y de los ayuntamientos.
En las listas del PSOE, su secretaria de Políticas de Igualdad, Soledad Cabezón, reconoce que en cuanto al número de candidatas a los próximos comicios "no ha habido un gran avance", de hecho ronda el 25 por ciento del total de los cabezas de listas del partido, prácticamente similar a 2007.
Los socialistas presentan 13 candidatas a capitales de provincia y 3 a la presidencia de comunidades autónomas: Dolores Gorostiaga (Cantabria), Begoña García Retegui (Murcia) y Eva Almunia (Aragón).
En esta última comunidad autónoma se da la circunstancias de que los dos principales partidos tienen una mujer al frente: Almunia y Luisa Fernanda Rudi, una de las 4 mujeres del PP que aspiran en estas elecciones a una presidencia autonómica.
Son María Dolores de Cospedal (Castilla-La Mancha), Esperanza Aguirre (Madrid), Isabel Pérez-Espinosa (Asturias), además de Rudi.
El PP gana también a los socialistas en el número de candidatas a las alcaldías de capitales de provincia, ya que presenta a 17 mujeres, según la secretaria nacional de Políticas de Igualdad y Educación del PP, Sandra Moneo.
La paridad en los otros partidos
Para el secretario de Política Electoral de IU, Ramón Luque, la desigualdad de género entre los candidatos es una realidad que hay que asumir "más como un reto que como un lamento".
"No hay que engañarnos", dice, "las cabezas de lista son todavía una excepción".
De los 2.041 municipios en los que se presenta IU, 447 mujeres encabezan las listas -un 22 por ciento- y en cuanto a las autonomías, sólo dos de sus candidatas son mujeres.
Desde el PNV, fuentes del partido recuerdan que en el País Vasco las listas paritarias son un hecho desde que en 2005 en Parlamento de esa comunidad aprobara la Ley para la Igualdad de mujeres y hombres.
El director de campaña de CiU, Lluis Corominas, subraya que "no hace falta ser un lince" para darse cuenta de que en general en los partidos la mayoría de los candidatos son hombres, aunque en el caso de concejales, las mujeres van ocupando cada vez más puestos.
"Hay de todo, pero lo cierto es que la ley de igualdad ha permitido que haya más mujeres en los consistorios", reflexiona Corominas.
Las cuotas
En este sentido, Soledad Cabezón coincide con Corominas y apunta que si la ley establece un mínimo del 40 por ciento de un sexo y un máximo del 60 del otro, el PSOE ronda entorno al 48 por ciento de mujeres que componen las listas de este partido.
Para Sandra Moneo, tan importante es el número de concejalas como que las mujeres encabecen candidaturas, porque opina que el sistema de cuotas no garantiza la presencia especialmente significativa de la mujer.
Como ejemplo, Moneo pone el Congreso de los Diputados, en el que en la presente legislatura hay 16 diputadas menos que en la anterior, a pesar de la Ley de Igualdad, aprobada en 2007.
Respecto al hecho de que los partidos hayan tenido que presentar listas paritarias no solo en los municipios de más de 5.000 habitantes, como en los comicios de 2007, sino también en los de más de 3.000, según obliga la ley, los partidos aseguran que no ha supuesto ninguna dificultad.
Moneo, cuyo partido recurrió la ley de igualdad, insiste en que el sistema de cuotas no es el adecuado y agrega que si de lo que se trataba era de reforzar la mujer en la vida política, "resulta que una vez aprobada la ley tenemos menos diputadas que antes de aprobarla".
A su juicio, las cuotas las utiliza el PSOE como "instrumento de propaganda", mientras que en el PP "sin necesidad de hacer bandera de esa ley -sostiene-, después del presidente los tres puestos siguientes de responsabilidad dentro del partido están ocupados por mujeres, mientras que los socialistas tienen a tres hombres".
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