Rajoy mete presión a Rivera

C's sigue sin desvelar su idea de pacto, pero rechaza todo donde esté Podemos El PP sostiene que Pablo Iglesias adelantará al PSOE y que Rivera deberá elegir Pedro Sánchez resume su "ecuación": si suman naranjas y azules, gobernará Rajoy

Juan M. Marqués Perales

18 de diciembre 2015 - 01:00

MARIANO Rajoy recibió ayer unas nuevas gafas, anduvo sus habituales 40 minutos en cinta, aconsejó en televisión que nadie utilizase políticamente la agresión de Pontevedra e intervino en un foro de La Vanguardia en Barcelona, donde fue aplaudido al llegar y vuelto a aplaudir cuando respondió lo siguiente sobre el futuro Gobierno catalán: "Quisiera que saliera un Gobierno normal, de gente que sea sensata y equilibrada". La llamada burguesía barcelonesa, que se embarcó con Artur Mas en su desafío independentista, la que vitoreaba el procés, aplaude ahora a Rajoy cuando solemniza lo obvio, que en los gobiernos debe haber gente sensata y es que la Generalitat va a acabar en manos de unos segregacionistas sin apoyo internacional, dirigidos por los neoanarquistas de la CUP. Hay temor al experimento. Al final de la campaña, Rajoy retomó la cuestión catalana, sobre la que afirmó que "habrá que hablar" después del 20 de diciembre, incluida una reforma del sistema de financiación que no suponga la ruptura del principio de igualdad. Albert Rivera -le preguntaron en este foro al presidente- asegura que no va a votarle a usted en la investidura. "Pues entonces apoyará a Pablo Iglesias", zanjó Rajoy con su habitual llaneza.

El PP ya ha asumido que necesitará al partido naranja para gobernar otros cuatro años. No habrá mayoría absoluta (176 escaños) y sería una sorpresa que sobrepasase la mayoría holgada (150 escaños), de tal modo que el Gobierno requerirá un segundo partido para plantear una legislatura estable. Y no puede ser otro que Ciudadanos. Rajoy no quiere un simple acuerdo de investidura, y por eso hace guiños para un Ejecutivo de coalición y presiona a Rivera con la amenaza morada: si no es el PP, será Podemos.

Albert Rivera contestó desde Bruselas: "Si los españoles quieren más bipartidismo, estaremos en la oposición. Pero votaremos en contra siempre de que se pueda formar un Gobierno populista o donde el separatismo pueda romper España con ese referéndum que propone Pablo Iglesias". El líder de Ciudadanos sigue sin revelar qué hará con sus diputados si él no es el presidente, se mantiene en que no apoyará ni a Rajoy ni a Pedro Sánchez, pero descarta cualquier fórmula que pase por Podemos. Eso sí ha sido un paso esclarecedor, Ciudadanos no participará en el tripartito con el que el PP ha estado asustando. De este modo, el escenario con más opciones para después del domingo es el azul y naranja, pero no es el seguro, puesto que Rivera y Ciudadanos comienzan a flaquear.

Pero los populares manejan otra alternativa, que no es otra que la gran coalición con el PSOE. Y aquí vendría la sorpresa porque no sería de la mano de Pedro Sánchez, sino de Susana Díaz, a la que atribuyen "más visión de Estado". En un tuit rozando la medianoche, la presidenta de la Junta calificó de "patético y de perdedores" el planteamiento del PP, y llamó a los suyos a que "más que nunca hay que derrotarlos para que España cambie".

Pedro Sánchez y Susana Díaz cerraron anoche la campaña andaluza en Málaga. Antes, y en la Ser, la líder andaluza dijo: "Lo ideal es que quien gane forme Gobierno, y si no, que lo intente el segundo o el tercero".

Los sondeos desde Andorra indican que Podemos habría adelantado ya a Ciudadanos, que estaría cerca del PSOE y que la suma azul y naranja no llega a los 176 escaños. El problema de la derecha es que más allá del PP y de Ciudadanos casi no hay socios: tras el escoramiento de Convergencia, sólo queda Coalición Canaria, ya que el PNV no apoyaría un pacto con el PP y sí con Sánchez. IU podría dar alguna sorpresa; a su líder, Alberto Garzón, se le llenan los mítines. El objetivo es llegar a los cinco escaños que otorgan al grupo, y en Andalucía buscan representación en Sevilla, Málaga, Cádiz y Córdoba.

La campaña que finaliza no sólo es la más abierta desde la Transición, sino la que planea sobre una opinión pública más líquida: comenzó con el desfondamiento de Podemos y el adelantamiento de Ciudadanos al PSOE para terminar como hace un mes. Desde el PP se filtró ayer que la formación de Pablo Iglesias puede adelantar al PSOE, y es que los populares han jugado a aprendices de brujos, promocionando a los morados frente a Sánchez. Javier Arenas sostuvo en Córdoba el PP será la primera fuerza en Andalucía.

Pedro Sánchez, resumió la cuestión del domingo en una "ecuación" que está ya "despejada": "Si suma el PP con Ciudadanos, habrá más derecha, y si resta Podemos a la izquierda, habrá más derecha. Así que hay que votar al PSOE para que haya un gobierno de izquierdas".

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