El fiscal acusa al general Navarro de "inventarse" las identificaciones del Yak

El informe definitivo del Ministerio Público mantiene la petición de cinco años de cárcel

Carlota Garrido / Madrid

21 de abril 2009 - 05:05

El general de Sanidad Vicente Navarro se "inventó" 30 de las identificaciones de los cadáveres de los 62 militares fallecidos en el accidente del Yakolev-42 en mayo de 2003 en Turquía cuando volvían a España de una misión de Afganistán. Ésa es la conclusión del fiscal en su informe definitivo.

El fiscal Fernando Burgos alegó que Navarro cumplió un servicio público "faltando a la verdad". Todas las pruebas expuestas en las sesiones del juicio demuestran que Navarro fue el "dominador" de todos los actos, elaborando la lista de los 62 militares con sus respectivos nombres a sabiendas que no estaban identificados. El general, que se enfrenta a cinco años de prisión por falsedad documental, "rellenó" con nombres y apellidos los treinta "huecos" de la lista de los cadáveres de los militares.

Los otros dos acusados, los médicos José Ramón Ramírez y Miguel Ángel Sáez, para quienes pide cuatro años y medio de cárcel, también deben ser condenados porque, según el fiscal, sabían que se estaba falseando la verdad porque son "universitarios, médicos, están preparados al máximo y estuvieron ahí en todo momento con pleno ejercicio de sus facultades mentales".

La razón por la que se elaboró esa lista de manera fraudulenta fue porque los cuerpos tenían que salir de Turquía "a toda prisa" para celebrar en España los funerales de Estado. "La decisión estaba tomada desde el primer momento. Dentro del equipo que se trasladó al lugar del accidente había un biólogo y un deontólogo que no se utilizaron, ni se tomaron muestras de ADN, que es el último modo de alcanzar con seguridad las identificaciones. Y no es que no les dejaran, la razón es que tenían prisa", destacó Burgos. El fiscal entiende que la decisión de no identificar los cuerpos se tomó desde el principio y para ello se falsificó el listado de nombres, los certificados de defunción, las necropsias y las licencias de enterramiento.

Todo esto se hizo porque los acusados eran conscientes que si no se falsificaban estos documentos los cadáveres no se hubieran podido enterrar.

El representante del Ministerio Público tiró por tierra la versión de Navarro cuando dijo que el error entre los nombres que aparecían en los féretros y los cadáveres que había en ellos vino por parte del equipo turco que se equivocó a la hora de meter los cuerpos en las cajas. Para el fiscal, ha quedado demostrado "perfectamente" que las acciones de embarque y de enferetramiento fueron correctas.

Familiares de algunas víctimas rompieron a llorar ayer en la sala al escuchar el listado de los militares mal identificados y el estado de carbonización en el que se encontraban.

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