Mas invita a los implicados en la trama corrupta de Barcelona a abandonar CiU
Montilla exige "contundencia" a los partidos catalanes contra los corruptos y reivindica la ética política frente al "desánimo"
El día después de la operación anticorrupción en varios municipios de Barcelona, los líderes de CiU y PSC -los dos partidos salpicados por este nuevo escándalo-, salieron ayer al paso con diferentes grados de contundencia. Artur Mas, presidente de CiU y secretario general de CDC, dio un voto de confianza a los dos altos cargos de los gobiernos de Jordi Pujol detenidos en la operación Pretoria pero abrió la puerta para que Maciá Alavedra, ex consejero de la Generalitat, y Lluís Prenafeta, ex secretario de la Presidencia con Pujol, pidan la suspensión temporal de militancia si consideran que la evolución del caso perjudica a la coalición nacionalista.
"Estoy convencidísimo de que ellos mismos serán los que darán el primer paso, los que pedirán esa suspensión si afecta a Convergencia", aseguró Mas en una comparecencia en el Parlament.
Sin embargo, en todos los pasajes de la comparecencia de Mas, brilló la defensa de la presunción de inocencia de los detenidos. El líder de CiU quiso hacer una distinción clara de cómo afecta el caso a Convergencia y al PSOE catalán, argumento que apoyó en la idea de que los que militan en el PSC tenían responsabilidades en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet mientras los dos ex cargos con Pujol no ejercen cargos públicos desde hace años, dedicándose a su actividad particular. Por ello, insistió en que al ser "situaciones radicalmente diferentes" no se puede "actuar igual". Por lo tanto, el PSC puede expulsar a los implicados, pero CiU no porque no hay nadie afectado que tenga cargos.
También habló el presidente de la Generalitat, José Montilla, quien pidió a los partidos catalanes que "actúen con contundencia" para dignificar la política ante casos como este. En un comunicado al que dio lectura en el Parlament, afirmó que la política exige una reacción "clara, contundente, transparente y ejemplar", y que los únicos valores que deben guiar el ejercicio de los cargos públicos son la verdad y la dignidad. "No todos [los políticos] somos iguales", dijo. "Entiendo el desánimo, la irritación, la pena o el juicio severo y generalizado. Pero pido confianza en nuestras instituciones", manifestó.
Poco después, en pleno cara a cara en el Parlamento catalán, Montilla y Mas evitaron enfrentarse por el nuevo escándalo destapado en Cataluña, circunstancia a la que se sumó ERC e ICV-EUiA, mientras que PP y Ciutadans reclamaron una comisión parlamentaria de investigación. El Gobierno tripartito y el principal partido de la oposición soslayaron el principal tema del día para hablar de la crisis.
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