La mezquita de Ripoll busca imán: "Tienen miedo"
El presidente de la comunidad islámica dice que exigirán certificado de penales a los candidatos
La mezquita Annour de Ripoll, en la que trabajó hasta junio el imán de la célula de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona), Abdelbaki es Satty, tiene problemas para encontrar a un nuevo líder espiritual: "Tienen miedo".
El presidente de la Comunidad Islámica Annour de Ripoll, Ali Assid, desveló ayer que habían entrevistado sólo a un candidato, pero que acabó rechazando el puesto "por todo lo que ha pasado".
Assid aseguró que desconocía que Es Satty había estado encarcelado y que, de haberlo sabido, no hubiera sido el imán del centro. Se defendió argumentando que en la mezquita de Ripoll jamás lanzó mensajes radicales: "Eso aquí dentro; fuera ya no sé qué hacía". A partir de ahora, subrayó, sí se exigirá el certificado de penales a todos los candidatos, pese a que en España las mezquitas no tienen la obligación de hacerlo.
Desde que el imán Es Satty abandonó la comunidad en junio, "diciendo que se iba a Marruecos por asuntos personales", la mezquita no tiene líder espiritual. Los miembros de la comunidad Annour se turnan desde hace algo más de dos meses para ejercer de imanes en funciones. Ayer le tocaba al secretario, Hammou Minhaj, que admitió que la afluencia al centro había menguado "porque la gente tiene miedo", como refleja que poco antes de las 13.30 horas de un viernes -el día más importante de la semana para el islam- sólo hubiera un hombre rezando.
La de Annour es una de las dos mezquitas que tiene Ripoll y se creó hace un año y ocho meses con Es Satty como imán: "Esto empezó con él; ha sido el único imán". Tanto Minhaj como Assid explicaron que se tuvo que abrir otra mezquita porque no había espacio para todos los fieles y no por discrepancias con la comunidad del otro centro, El Fath, el más antiguo del municipio con 15 años de andadura.
El Fath es la mezquita principal de Ripoll y "siempre está llena hasta los topes", según un vecino. Pero permanece cerrada desde los atentados. "No sé si ellos tienen miedo. Nosotros seguimos abiertos, aunque con el horario cambiado, para acoger a todos y acompañarles, y también para dar las explicaciones necesarias que nos pida la prensa", afirmó Minhaj.
La comunidad musulmana de Madrid rechazó ayer todo acto de terrorismo en la oración celebrada en la mezquita de la M-30, donde su imán negó que estos templos islámicos sean "lugares de instrucción de terroristas".
Ante unas 1.500 personas, el imán Hussam Khoja se refirió condenó cualquier forma de terrorismo asegurando que "estos actos de barbarie no tienen nada que ver con el Islam". "Los musulmanes forman parte de esta sociedad y cuando alguien comete un acto tan cruel como el de Barcelona también atenta contra nosotros", dijo.
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