"La tendencia marca una superación paulatina de la inflación alta"

El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, cree que ahora se entrará en una fase de moderación de los precios de los alimentos

El IPC en Andalucía es más alto que en España porque los alimentos suben más

El secretario de Estado de Economía, durante la entrevista.
El secretario de Estado de Economía, durante la entrevista. / Juan Carlos Muñoz

Gonzalo García Andrés es el secretario de Estado de Economía, el número dos del ministerio de Nadia Calviño. En la entrevista, sostiene que España está dejando atrás el ciclo alcista de los precios, y que los de los alimentos también terminarán por estabilizarse. Descarta que el país se enfrente a un enero oscuro, tal como sostienen algunas predicciones, y asegura que el flujo de fondos desde la Unión Europea a la economía española comienza a notarse.

-La inflación de octubre es del 7,3, sigue bajando desde que alcanzó los dos dígitos. ¿Cuándo calcula que los precios se estabilizarán?

-El descenso que hemos visto en los últimos tres meses ha sido muy significativo, porque no sólo es de 3,5, que es una caída fuerte de la inflación, sino que marca una tendencia clara que va a continuar durante los próximos meses. No es un movimiento aislado, es una tendencia que marca la superación paulatina del episodio de inflación alta.

-¿Lo cree así? ¿Que esto se está acabando?

-Sí, ha sido un golpe fuerte, porque lo seguimos viendo en los precios de los alimentos y de la energía. Pero si nos fijamos en los precios de la electricidad, vemos ya no contribuye a la subida del IPC. Sí lo hace algo la energía y, sobre todo, los alimentos.

-La inflación subyacente sigue alta y el alza de los precios de los alimentos frescos es del 15%.

-El nivel de aumento de los precios de los alimentos es muy significativo, ahí tenemos la subida de costes de materias primas para los alimentos, que es muy importante, y otros elementos que tienen que ver con la sequía. Ahora, deberíamos entrar en una fase de moderación de los precios de los alimentos. En realidad, lo de los alimentos es una consecuencia de la subida de los precios de la energía.

-¿En cuánto calcula que pueda quedarse la inflación?

-Las previsiones del Banco de España y de otros organismos es que vamos a estar, significativamente, por debajo de las tasas medias de este año. Es muy importante que, de modo diferencial, estemos por debajo de la media de la Zona Euro, que es del 10,7.

-España es el segundo país de la Unión Europea con la inflación más baja, detrás de Francia. ¿Son las medidas de control de los precios de la energía los que han dado resultados?

-Las medidas que se dirigen a controlar los precios de la energía son importantes porque no sólo afectan al IPC, sino que evitan un aumento de los costes para el conjunto de la economía que luego genere efectos adicionales. Son medidas importantes, como también lo son las ayudas al transporte público. Son medidas destinadas a controlar los precios de la electricidad y de los carburantes, que están en el origen de esto. La excepción ibérica ha funcionado muy bien, yo creo que son mayoría quienes piensan así.

"Las previsiones negras eran para abril; después, para el verano y, ahora, para enero. Los datos están demostrando que eran equivocadas"

-¿El Gobierno va a prorrogar las ayudas de los 20 céntimos al litro de combustible?

-Estamos ahora evaluándolo. Las medidas de la bonificación al carburante ha sido muy eficaz contra la inflación en unos momentos en los que no sólo la electricidad, sino también el petróleo, estaban altos. Es una medida temporal, nunca se pensó como permanente, porque no es lo más adecuado dentro de marco que pasa por la descarbonización de la economía. Está en revisión, vamos hacia medidas que sean más consistentes con esas políticas de transición energética como las ayudas al transporte público.

-Se acabará, por tanto, la bonificación al litro de combustible.

-Está en revisión.

-Hay quienes dibujan un panorama muy negro para el mes de enero. La previsión de la Comisión Europea es que España crecerá sólo un 1% en 2023, aunque será una de las pocas economías que no entre en recesión técnica.

-Las previsiones negras eran para abril. Después, para septiembre y, ahora, son para enero, pero lo cierto es que los datos han ido desmintiendo esas previsiones consistentes a lo largo del año. En el segundo trimestre, justo después del impacto de la guerra en Ucrania, la economía creció un 1,5% trimestral, que es una tasa del 6% en términos anuales. Nos anunciaron que la vuelta del verano sería muy malo, y lo que vemos que la economía crece en términos de empleo. Pensamos que, con el impulso que tiene la economía y con el impacto de las ayudas y las reformas del plan de recuperación, la economía va a seguir creciendo. Lo que todas las previsiones indican es que seguiremos creciendo en términos de empleo y que, en cualquier caso, lo haremos por encima de la media europea.

-Si países como Alemania entran en recesión, y parece que así será porque ya está estancada, tendrá un efecto negativo sobre nuestra economía.

-No necesariamente. Tenemos un comportamiento de las exportaciones bueno, estamos en máximos históricos, tanto en bienes como en servicios turísticos y no turísticos. Creo que la economía española puede aguantar. Aun así los datos del tercer trimestre indican que los países europeos resisten mejor de lo que se esperaba.

-¿Está hablando con la banca para facilitar los pagos hipotecarios que se ven afectados por la subida de los tipos de interés?

-Estamos trabajando con la banca para que podamos tener un catálogo de medidas amplias. Tenemos un código de buenas prácticas que lleva funcionando 10 años y que está destinado a aquellos deudores que entran en una situación de vulnerabilidad y de dificultad en el pago. Estamos considerando unas modificaciones en ese código para que siga siendo eficaz en este entorno. Y luego también es importante dar un tratamiento a familias en riesgo de vulnerabilidad, relajando el plazo en el que se amortiza para poder aliviar el aumento de la carga financiera.

-¿La economía española está notando ahora el impacto de los fondos europeos? Se sostiene que no son lo suficientemente ágiles.

-Sí, sin duda.

-¿Pero en qué? ¿En aumento de la recaudación?

-Por ejemplo, el anuncio de las inversiones millonarias que hemos visto en el ámbito de la automoción eléctrica y la de Maersk para la producción de metanol verde. Estamos viendo un cambio en el mercado de trabajo. Se está viendo en la inversión privada. Después de un hecho como la pandemia, la inversión tarda en llegar, pero la inversión en bienes de equipo y en propiedad intelectual lleva un ritmo muy intenso desde mediados del año pasado. Hemos actualizado la repercusión del plan, y lo estimamos de 2,6 puntos de PIB entre 2021 y 2031. Lo veremos en toda su magnitud cuando pase el tiempo.

-La crítica es que no los planes no se están ejecutando con agilidad.

-El plan lo aprobamos en julio del año pasado, ya tenemos una autorización de 22.000 millones de euros, la del año pasado fue de 22.000 millones de euros, son 44.000 millones de euros aprobados. Cada vez que se plantean estas cuestiones, la Comisión Europea responde que España cumple con las reformas a las que se ha comprometido, y acabamos de solicitar el tercer pago.

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