Una Feria en su justa medida...o no
50 años de la Feria de Abril en Los Remedios
El número de solicitudes de casetas pendientes de adjudicación asciende a 1.310, siendo el 95,88% para privadas
Todos los actos con motivo del cincuenta aniversario del traslado a Los Remedios
Aunque la propuesta de trasladar la Feria al Charco de la Pava, un proyecto que nació con la euforia que generó la Exposición Universal de 1992, ha quedado descartada, no deja de ser un tema recurrente cada vez que se acerca el momento de solicitar caseta. Este año se han quedado pendientes de adjudicación 1.310, siendo el 95,88% de casetas privadas (familiares y entidades) —852 de familiares y 404 de entidades—, frente al 4,12% de las de titularidad perdida con 54 solicitudes.
La última gran reorganización del Real de Los Remedios fue en 1992. El número de casetas pasó de 900 a 1.054 y se ampliaron los accesos a la calle del Infierno. Aunque la reforma que más caló a los sevillanos fue la de la ampliación a los siete días, en 2017.
De 119 casetas a 1.057
La Feria de Abril que comenzó en el Prado de San Sebastián en 1858 con 119 casetas se trasladó a Los Remedios en 1973, entre otras razones, por falta de espacio. En su emplazamiento original, la zona destinada a las casetas tenía una superficie de 64.000 metros cuadrados en torno a las dos avenidas principales del Prado. Actualmente, el recinto tiene 275.000 metros cuadrados con 15 calles y 25 manzanas.
Y aún así, cada cierto tiempo, surgen voces que piden una ampliación o el traslado a otro espacio. Una de las últimas fue durante la pandemia, cuando ante la imposibilidad de celebrar la Feria en el Real, el Ayuntamiento organizó una serie de actividades en el centro de la ciudad. Hubo entonces quien apuntó una Feria al estilo de Málaga, con una parte de la fiesta en el centro y otra en el recinto. Rápidamente, el consistorio descartó esta idea.
Propuestas fallidas
De todas las propuestas, la que más cerca ha estado de materializarse es la del Charco de la Pava. Un proyecto del entonces alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín en 2003, que él mismo anuló en 2008. Un giro justificado por la necesidad de garantizar "la esencia de la fiesta". Según explicó la delegada de Fiestas Mayores e ese momento, Rosamar Prieto, el proyecto no era viable económicamente al solo garantizar 200 módulos más. En 2009 se llegó a apuntar la Dehesa de Tablada como otro posible emplazamiento de la Feria. Pero nunca se concretó nada porque los terrenos no son tampoco del Ayuntamiento.
El traslado al Charco de la Pava tenía un presupuesto de 30 millones de euros que iban a ser financiados por Europa. Entre otras cosas, había que construir primero un parque en este terreno donde una vez al año se levantaría la Feria. Sea como sea, el hecho es que después de esa inversión, también se habría quedado pequeña puesto quela e, era necesario construir un parque y encajar ahí la Feria. La actual, en el Charco de la Pava, no cabía. Además es terreno inundable y cada 80 años se anega.
Hubo otra propuesta de ampliar la Feria por la calle Costillares, desplazando la calle del Infierno y creando 200 casetas nuevas. Para eso es necesario, según los estudios que se llevaron a cabo, unos 10 millones de euros. Sería necesario meter líneas eléctricas, pavimentar el suelo, crear las aceras. Algo que tampoco se llevó a cabo.
Cuando los vestidos de lunares, los volantes y los farolillos cruzaron el río y construyeron su casa efímera en Los Remedios, la Feria encontró su justa medida para muchos. Una que bate continuamente récord de visitantes como el 1 de mayo del año pasado, cuando coincidió la primera jornada de Feria con un puente festivo.
En cualquier caso, cada año hay mejoras en el Real.
Mejoras en el Real
Esta vez, se han realizado rebajes en las aceras, además de una nueva red de distribución eléctrica que Fiestas Mayores ha instalado y que ha supuesto una inversión de 800.000 euros. La instalación databa de 1973. En los próximos dos años está previsto que la inversión llegue a los 2,9 millones de euros, modificando la media tensión y los centros de transformación.
Para unos, el Real de Los Remedios se mantiene en forma con unos espléndidos 50 años mientras que para otros habría que ir buscando alternativas. Mientras que para los primeros la configuración tiene “su justa medida”, para los segundos, habría que ampliar el número de calles para acoger más casetas. Aunque si algo está claro es que siempre habrá más solicitudes de casetas que posibilidad de acceder a una.
Eso sí, cincuenta años han dado para mucho y han dejado una configuración y un modelo de Feria que ha sido adoptado por los sevillanos como el de toda la vida. Una decisión estratégica que se ha convertido en una forma de entiende la fiesta única y diferente del resto de provincias andaluzas.
Impacto
Y tan malo no será el modelo actual cuando genera en la ciudad un impacto económico superior a los 900 millones de euros. Es decir, el 3 % del PIB local, doblando prácticamente el impacto generado por la otra gran fiesta de primavera en Sevilla, la Semana Santa. A todo esto se suma que, desde que se amplió la celebración a siete días, el primero de los fines de semana de farolillos se ha convertido en uno de los que más demanda hotelera existen, estando en los últimos años (sin contar lógicamente la pandemia) entorno al 80% de ocupación.
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