"Bertín es el jefe de la pandilla, da gusto verlo con sus hijos y sus nietos"

Fabiola Martínez atraviesa una de sus etapas más felices y tranquilas. Mamá trabajadora compagina su vida familiar con su vida laboral. Además, junto a su marido, Bertín Osborne, está volcada en su fundación, destinada a ayudar a niños con parálisis cerebral y sus familias. Por si fuera poco, ha presentado una mágica colaboración con Nutribén y Disney, donde ha dado buena cuenta del amor que siente por los más pequeños.

-No es la primera vez que trabaja en una promoción relacionada con la infancia. Se nota que es una gran enamorada de los niños...

-¡Sí! Me apasiona todo lo que tiene que ver con el mundo infantil, me da mucha ternura. Y más cuando eres madre. Los niños aportan muchísimo. En estos momentos disfruto muchísimo de los nietos de Bertín, que están en esa edad en la que empiezan a hacer monerías. Son preciosos.

-¿Cómo se siente siendo una abuela tan joven?

-La verdad es que estoy encantada siendo una abuela tan joven. Adoro a los niños y me encanta tenerlos alrededor. Bertín y yo disfrutamos mucho de ellos, y más ahora que vivimos en Madrid. El contacto es mucho mayor.

-De vivir en el campo en Sevilla a mudarse a la capital. ¿Qué tal el cambio?

-Muy bien. Te engañaría si te dijera que al principio a Bertín le costó un poco adaptarse, porque él siempre ha vivido en el campo. Pero es un hombre con los pies en la tierra y sabe, al igual que yo, que nuestro hijo Kike necesita una serie de cuidados que en el campo eran difíciles de llevar a cabo. Vivíamos a las afueras de Sevilla, el transporte no era muy bueno. Ahora todo es más accesible. Aún así seguimos disfrutando mucho del campo. El simple hecho de ir durante las vacaciones hace que disfrutemos de él todos juntos, en familia.

-Con Bertín forma una de las parejas más sólidas. Después de siete años de matrimonio, ¿cuál es el secreto de vuestra felicidad?

-Bertín y yo estamos el uno para el otro. Somos un equipo. No hay secretos entre nosotros y compartimos los mismos valores. Ambos somos muy familiares y de los que piensan que unidos se superan todos los problemas. Todas las parejas tienen sus crisis, la convivencia es difícil pero lo que nos queremos está por encima de todo. Tanto para él como para mí lo importante es que nuestros hijos estén bien y a partir de ahí todo fluye. Además, respetamos nuestros espacios y tenemos nuestra propia parcela de intimidad. El balance de mi matrimonio es muy positivo.

-¿No le gustaría ampliar la familia?

-Mira, me encantaría pero hay que ser consciente de que nuestro hijo Kike necesita unos cuidados especiales a full time y no sería responsable tener otro hijo. Yo soy muy madraza y me gusta ejercer como tal. Me gusta cuidar de mis hijos y ellos son mi mayor prioridad. No llegaría a todo.

-¿Qué tal va la recuperación de su hijo Kike?

-Kike es un campeón. Va muy bien encaminado. Sí es cierto que evoluciona muy poco a poco, pero es un niño muy fuerte. No deja de sorprendernos. Gracias a Dios tiene una salud de hierro, a nivel cognitivo está fenomenal. Tiene más afectada la parte motora y trabajando está obteniendo muy buenos resultados. Es un ejemplo de vitalidad y disfruta de una infancia muy normal.

-En su bienestar, tanto Bertín como usted han trabajado codo a codo...

-Sí, en ese sentido hemos estado muy unidos. Como dije antes somos un equipo.

-Un esfuerzo que se extiende a vuestra fundación Bertín Osborne. ¿Qué proyectos tienen ahora en marcha?

-Todos los que las posibilidades nos permiten. Estamos muy centrados en las terapias y apoyo a los padres con hijos con parálisis cerebral, ya que son ellos los que tienen que estar cargados de energía. Necesitan apoyo psicológico y toda la ayuda para que les sea lo más fácil posible. Todo es poco para ellos. También estamos organizando para el mes de octubre un curso en Fuengirola, en este mismo sentido. Todo es poco, estamos entregados.

-Conocemos muchas facetas de su marido, pero ¿cómo es el Bertín familiar?

-Bertín es el jefe de la pandilla, siempre lleva la voz cantante y le encanta hacer planes. Es positivo, muy divertido, muy enérgico. Estar a su lado es un gustazo. Yo soy muy de pensarlo todo mucho, de tener los pies en la tierra y él es todo lo contrario. Nos compensamos. Da gusto verlo con sus hijos y con sus nietos.

-Hace poco cumplió 40 años. ¿Qué tal el cambio de década?

-Confieso que me chocó, pero luego haciendo balance me doy cuenta de lo afortunada que soy. Llevo 20 años en España, soy mitad española y mitad venezolana y lo tengo todo en la vida. La edad la tienes en la cabeza y es cierto que los años te dan una seguridad que para mí es positiva. En cuanto a mis arruguitas, ¡me gustan!