MARILYN MONROE que estás en los cielos...
Fue un uno de junio de 1926 cuando, Norman Jeane Mortenson, Marilyn Monroe, vio la luz por vez primera. Con un destino pintado en las estrellas, la pequeña -de Los Ángeles, California (EEUU)-, llamó la atención por su belleza desde pequeña aunque, no sería hasta bastante después, cuando se convertiría en el que, incluso en la actualidad, sigue siendo uno de los mayores mitos sexuales del séptimo arte. Con un desgraciado final -cuyas causas aún resultan bastante desconocidas-, Marilyn logró el triunfo profesional pero, sin embargo, personalmente siempre se consideró una alguien bastante desgraciada. Una apreciación que, analizando las circunstancias que la rodearon, podríamos llegar a entender.
Y es que, tras un primer matrimonio fallido que aceptó por huir, con tan sólo 16 años, de un entorno desestructurado -donde fue víctima de diversos abusos-, la actriz aceptó a posar como modelo en 1945 mientras su marido, del que se divorciaría en 1946 -para luchar por su carrera profesional- estaba en la guerra. Fue el principio de una meteórica carrera en la que, su mayor obsesión, fue alejarse de la imagen de "chica-guapa-pero-tonta" que, en general, siempre le ofrecían. El rotundo físico de Monroe así lo propiciaba a pesar de que ella dio cuentas de su talento a través de títulos tan aclamados como Los caballeros las prefieren rubias, Con faldas y a lo loco o Bus Stop. Producciones de costes millonarios que le valieron alcanzar el estatus de "estrella" y que dejaron para la posteridad inolvidables escenas y números musicales con los que demostró sus dotes innatas para el mundo del espectáculo.
Pero, mientras el público la aclamaba cada vez más, su faceta íntima nunca consiguió darle las mismas satisfacciones pues, ni el jugador de beisbol Joe DiMaggio (con el que contrajo matrimonio en 1954), ni el escritor Arthur Miller (del que fue esposa entre 1956 y 1962), ni los numerosos romances que mantuvo con nombres como Frank Sinatra o hasta el mismísimo presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, lograron estabilizar la que, con el tiempo, se fue tornando en una progresiva atormentada existencia que le condujo a la muerte en el mencionado 1962. Fue entonces, el 5 de agosto, cuando se notificaba del fallecimiento de nuestra protagonista en su casa y tras, supuestamente, haber ingerido una sobredosis de barbitúricos. Una conclusión, la de la primera autopsia, que después fue puesta en duda por el propio informe policial, donde se dejó abierta la opción a que, en realidad, hubieran existido otros motivos -como razones de carácter mafioso-, para materializar un posible crimen.
"No puedo decirle adiós a Marilyn. Nunca le gustaba decir eso. Diré "hasta la vista" porque, algún día, todos visitaremos el país hacia donde ella ha partido", comentó DiMaggio en el funeral privado que ofició a la que fuera su mujer. Caprichosa, complicada, depresiva, impuntual… Muchos son los adjetivos que se han utilizado para definir a quien, en realidad, es alguien indefinible puesto que, al fin y al cabo, las palabras siempre se quedan cortas cuando, a mitos de estas dimensiones, se refieren.
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