Matilde de Bélgica: el estilo de una reina
La 'princesa discreta' siempre ha optado por el menos es más a la hora de vestir Aunque no renuncia a seguir las tendencias, nunca ha pecado de estridente o arriesgada en su ropa
Matilde de Bélgica será, después de Máxima de Holanda, la segunda princesa europea que subirá al trono en el siglo XXI después de que, de manera inesperada, Alberto II anunciara que abdicará el domingo que viene en su hijo Felipe, duque de Brabante.
La futura reina se ha distinguido siempre por su discreción y amabilidad; siempre en un segundo plano, pero con una agenda activa vinculada a temas sociales especialmente relacionados con la infancia.
Con la elección de Matilde, el príncipe rompió una larga costumbre practicada por sus antecesores al elegir como esposa a una mujer con su misma nacionalidad. 14 años de matrimonio avalan la solidez de su unión, que han tenido cuatro hijos: Elizabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonora. "Nadie me presentó a Matilde. La vi y me dije: es ella", dijo el príncipe Felipe sobre el momento en que se conocieron en su romántica pedida de mano.
Durante sus primeros actos públicos su timidez era el rasgo más relevante de su personalidad. Sin embargo, el tiempo ha otorgado aplomo y serenidad a la futura reina de los belgas.
Matilde nació en Uccle, Bélgica, el 20 de enero de 1973 y proviene de una aristocrática familia, del juez Patrick d'Udekem d'Acoz, y de la condesa Anne Komorowsy. Habla neerlandés y francés (lenguas oficiales de Bélgica), inglés e italiano, y además tiene conocimientos de español. Antes de su anunciar su compromiso con el heredero al trono belga, la princesa trabajó durante cuatro años como logopeda con su hermana Elisabeth. Es licenciada en Psicología, estudios que finalizó estando ya casada y siendo madre de su primera hija, la princesa heredera Elisabeth Therese Marie Helene.
Matilde de Bélgica ha destacado siempre por tener un estilo sobrio y elegante en su manera de vestir. Clásica y con una clara preferencia por los tonos lisos y los trajes de chaqueta, en ningún momento su vestuario ha sido motivo de excesivos comentarios.
En las cenas de gala y en los encuentros con los miembros de las otras casas reales europeas, la princesa ha optado por el pelo recogido, cuando su reducida melena se lo permitía. Y nunca ha destacado por su gusto por las joyas excesivas.
La única reina europea con sangre noble por el momento siempre apuesta por el menos es más, y prefiere no llamar la atención con sus estilismos a pecar de excesos. Además, según señaló Point de Vue al tiempo que nombraba a nuestra Princesa Letizia como 'la más económica', a Matilde "no se la puede acusar de ninguna ostentación ni gasto injustificado ya que su único credo es estar al servicio de Bélgica. Su guardarropa responde a su agenda de princesa globe trotter, siempre dispuesta a representar dignamente a su país por todo el mundo".
Cuando se trata de actos oficiales de noche, Matilde apuesta por elegantes vestidos largos de corte recto, que insinúan una fantástica figura a pesar de ser madre de cuatro hijos. La seda, el satén y el encaje son sus tejidos preferidos, siempre en colores lisos y con el blanco sobresaliendo entre todos los demás. A la hora de elegir escote, se queda con los asimétricos recogidos en un solo hombro, y como complementos, clutchs-joya, altos tacones y alguna de las joyas de la corona, pero sin caer en la ostentación.
Para sus apariciones de día, la esposa de Felipe de Bélgica prefiere los vestidos entallados a la cintura y con largo a la rodilla en tonos alegres como el verde, el amarillo o el naranja, sin olvidarse de combinaciones comodín como el black&white. Con su característica media melena rubia, no es amante de los estampados, aunque alguna vez se ha dejado ver con prints de leopardo, flores o discretos cuadros tartán.
Los que serán sus súbditos tienen una buena opinión de ella y la complicidad con el futuro rey es evidente en sus miradas. Pero por si alguien tuviera alguna duda, ella lo dijo aquel 13 de septiembre de 1999, en el momento en el que se presentó a la prensa: "Felipe me ayudará" a aprender las tareas que debe desempeñar una reina. 14 años después, está preparada.
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