Los chapuzones más exclusivos
Las piscinas más originales de todo el mundo se caracterizan porque sumergirse en ellas se convierte en toda una experiencia para los sentidos
En hoteles, en casas privadas, en mitad de un río o en la playa. En todos estos lugares es posible disfrutar las piscinas más espectaculares del mundo. Darse un baño en alguna de ellas es toda una experiencia gracias a las increíbles vistas y a la originalidad de las construcciones. Entre ellas están las piscinas colgantes del hotel Ubud Hanging Gardens de Bali. Su originalidad radica en que son de diferentes niveles, con bordes infinitos y curvos que se integran a la perfección con el paisaje. Unas vistas muy diferentes son las que se ven desde la piscina del hotel Marina Bay Sands de Singapur, desde donde se ven las carreteras y los edificios de la ciudad. La espectacular construcción se sostiene sobre las tres torres con más de cincuenta plantas cada una y con una altura de doscientos metros. En el piso 24 está la piscina del hotel Holiday inn Shangai Pudon Kangiao. Se trata de una piscina que da mucho vértigo ya que está suspendida en el aire y con un fondo de vidrio transparente. En el Ocean Dome de Miyazaki, en Japón, se sitúa la piscina cubierta más grande del mundo. Tiene nada más y nada menos que trescientos metros de longitud y cien de ancho. Lo mejor de darse un baño allí es la agradable temperatura, que se mantiene a treinta grados durante todo el año. La decoración es espectacular. El techo está pintado como si fuera el cielo para dar sensación de estar al aire libre y hay un volcán artificial que provoca olas en la piscina. En Las Vegas se encuentra una piscina ideal para los amantes de los animales marinos. Situada en el hotel Golden Nugget cuenta con un tanque con cinco especies de tiburones. También tiene cascadas y un tobogán que recorre tres pisos.
En mitad de la playa está la piscina de San Alfonso del Mar, en el Algarrobo. Esta construcción chilena se caracteriza por ser la piscina de agua salada más grande del mundo. Muy diferente es la piscina Nemo 33, en la que en lugar del paisaje de lo que se disfruta es de su profundidad. Está situada en Bruselas y cuenta con cinco niveles de hasta treinta y tres metros de fondo. Es ideal para los amantes del buceo. El color es el protagonista en otras piscinas como en la del hotel The Library en Tailandia o la dorada del Tibet. El agua de la primera es transparente pero los mosaicos anaranjados que la forman hacen que el agua se vuelva rojiza por el efecto óptico. La segunda está fabricada con joyas y piedras preciosas que le aportan ese color dorado relacionado con el lujo. Muy ostentosa es también la que pertenece al hotel Mardan Palace en Turquía, un lujoso palacio rodeado por aguas transparentes y cristalinas.
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