Pasarela

El paraíso veraniego de EEUU

  • Los grandes empresarios tienen aquí sus grandes mansiones para las vacaciones

Igual de idílico que en las películas, así es Palm Beach. Calma y lujo es lo que ofrece la zona más exclusiva de Florida. El magnate Henry Flagler vislumbró desde un primer momento su potencial y contagió a los grandes empresarios, que empezaron a construir allí sus mansiones para veranear. Hoy en día tienen propiedades allí importantes familias del mundo de las empresas como la Rockefeller, la Venderbilt, la Colgate o la Kelloggs. Además en la zona de Boulevard Ocean se pueden ver algunas de las mansiones más caras de todo Estados Unidos como la de la empresaria Estée Lauder o la residencia en la que veraneaba durante sus vacaciones el presidente John F. Kennedy y que fue vendida en 1995. Actualmente veranean allí famosos como Thalía, Selena Gómez o Justin Bieber. Quien quiera alquilar una casa allí tiene que gastar como mínimo siete mil euros al mes y para adquirir una propiedad hay que desembolsar al menos cantidades cercanas a los setenta millones de las antiguas pesetas, y eso para las menos lujosas .

Allí el mismísimo Donald Trump vendió hace poco su conocida Maison de L'amitié, de cinco mil metros cuadrados, frente a la playa, con diecisiete habitaciones y nueve cuartos de baño. La adquirió por cuarenta y dos millones de dólares y la consiguió vender por una cifra sin precedentes, cien millones de dólares, llegando a ser durante un tiempo la casa más cara de Estados Unidos y que ahora ocupa el tercer lugar.

Aparte de sus casas, una de las atracciones de este paraíso es Whitehall, un palacio que marca el estilo de la edad dorada que perteneció a Henry Flager, que se convirtió posteriormente en un hotel y ahora es un museo donde se muestra la esencia del lugar.

Y sin duda alguna uno de los mayores atractivos de una zona tan exclusiva como Palm Beach son las compras. Es considerado mundialmente como un paraíso para compradores. Las boutiques de diseñadores como Dior, Gucci, Escada o Channel tienen sedes allí y siempre repletas de ricos clientes.

Pero además del lujo material Palm Beach cuenta con 47 millas de playas de arenas doradas y aguas cálidas y atracciones naturales y culturales de primera categoría. Entre los pasatiempos asociados con la playa se encuentran, como no podía ser menos, deportes acuáticos como el surf o el buceo. Palm Beach es así mucho más que mansiones, compras y ricos. Es calma, relax, paz y tranquilidad. Eso sí, demasiado exclusivo para que los que no tienen grandes fortunas pudan acceder a él.

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