Los Saboya y los Grimaldi son dos clanes cuyas desavenencias son públicas. En concreto, la enemistad es entre Beatrice Borromeo, la mujer de Pierre Casiraghi, y los Saboya, Victor Manuel y Manuel Filiberto, hijo y nieto respectivamente del último rey de Italia. Con todo, con Filiberto ha coincidido, sin apenas mirarse a la cara, en algún que otro Baile de la Rosa celebrado en el Principado. Que tanto los Borromeo como los Saboya pertenecen a la aristocracia italiana no frenó a la nuera de la princesa Carolina a la hora de mantener el compromiso con su profesión de periodista y demandar en su día a Victor Manuel, cuyo hijo regresó a la actualidad estos días por el triste anuncio público de que vuelve a padece cáncer.

Beatrice y su marido, Pierre Casiraghi.

Il Fatto Quotidiano, el periódico para el que trabajaba Beatrice antes de casarse con un miembro de los Grimaldi, llegó incluso a ganar un juicio al padre de Manuel Filiberto, pero para conocer los detalles de esta legendaria enemistad hay que remontarse a la década de los 70.

Victor Manuel de Saboya, en la actualidad.

Corría el verano de 1978 en la isla de Cavallo (Córcega), cuando Víctor Manuel de Saboya, hijo del rey Umberto II, tenía su yate anclado en la elegante Costa Esmeralda. En la noche del 17 al 18 de agosto el aspirante al trono italiano creyó que una embarcación vecina le había robado la barca hinchable que usaba en sus desplazamientos a tierra, así que se acercó al otro barco armado con una escopeta. La hipótesis que manejaba la acusación es que Víctor Manuel efectuó varios disparos y uno de ellos alcanzó a Dirk Hamer, un turista alemán que dormía en su barco ajeno a la disputa y que acabó falleciendo a consecuencia de las heridas. Tras una dilatada instrucción del caso, en el año 1991, el príncipe fue absuelto por un tribunal de París.

Filiberto, hijo del heredero al trono italiano, también le declaró la guerra

En el año 2006 la historia dio un nuevo giro. Víctor Manuel se encontraba en la cárcel de Potenza –por otro caso del que más tarde sería absuelto e incluso indemnizado– cuando una cámara oculta le grabó relatando a sus compañeros de celda como había engañado al tribunal francés. Esta supuesta confesión vio la luz por primera vez en el Corriere della Sera, en forma de transcripción, algo que Víctor Manuel calificó de mero "montaje". Sin embargo, el asunto fue reabierto en el año 2011 de la mano de Beatrice Borromeo y de Il Fatto Quotidiano, cuando se publicó la grabación íntegra del vídeo. Ese material permitió que ese año la hermana del fallecido escribiera un libro recordando el trágico episodio, bajo el título Delito sin castigo: La verdadera historia de Víctor Manuel. Birgit Hamer encontró en Beatrice una aliada en el camino, incluso la aristócrata escribió el prefacio del libro.

La familia real italiana.

El heredero italiano, que actualmente tiene 82 años, demandó al periódico acusándole de difamaciones, de "haber montado artificialmente el vídeo" y lo calificó de "un intento de mala calidad para reavivar un hecho doloroso". Cuatro años después, la justicia italiana se pronunció a favor del medio y de los autores de la noticia, Beatrice Borromeo y Antonio Padellaro.

"Ganar un caso siempre es agradable, pero en contra de Víctor Manuel de Saboya el placer es doble". Con estas palabras Beatrice compartió entonces con sus seguidores de Twitter una de sus últimas victorias profesionales, a la vez que iniciaba una agria discusión con el hijo del aludido, Filiberto de Saboya. Desde entonces se tienen declarada la guerra. Una guerra fría que llega de Mónaco a Italia.