Utrera

Quince años esperando una indemnización judicial de un millón de euros en el juzgado de Utrera

  • Un jornalero que quedó tetrapléjico en 2004 falleció hace más de dos años sin recibir el millón de euros de indemnización fijados en sentencia firme por el juzgado de Utrera

  • El abogado Fernando Osuna denuncia la excesiva lentitud del Juzgado de Utrera

Fernando Osuna, en su bufete

Fernando Osuna, en su bufete / Juan Carlos Váquez

En febrero de 2004 unas mulas que estaban sueltas provocaron un accidente en el que un jornalero de Algodonales (Cádiz) quedó tetrapléjico. Quince años después, los trámites para cobrar la indemnización de un millón de euros reconocida mediante sentencia firme, continúan vigentes en el Juzgado de Utrera. Los familiares de la víctima, que falleció hace más de dos años, van a presentar una nueva reclamación al Estado a través del bufete Osuna.

Según explicó el abogado Fernando Osuna, los dos encargados de las mulas fueron condenados a pagar un milón de euros que, aún no han satisfecho a los hijos de la victima. Asimismo recordó que la Administración de Justica "ha tenido que pagar ya varias indemnizaciones muy altas por la lentitud del juzgado de Utrera. Una retraso que ha permitido, además, la prescripción de delitos graves".

"Cada trámite que hay que realizar puede tardar un año y aunque ha sido inspeccionado en varias ocasiones y se cambió al persona, sigue le lentitud", afirma. Hace un año y medio, tras una reclamación realizada por el bufete Osuna al Ministerio de Justicia, los hijos recibieron 60.000 euros. "Fue una limosna con la que pretendían reparar el daño moral", asegura.

El jornalero Juan Carretero Gil, jornalero, que podría tener ahora 68 años de edad,  quedó tetrapléjico por un accidente de tráfico al chocar contra unas mulas. El abogado explica que el estado físico en el que quedó fue "deplorable por no poder pagar los cuidados necesarios:  cuerpo lleno de llagas, su esófago estaba deteriorado, el cuerpo amoratado, estaba sondado, el estómago le funcionaba mal,  depresión nerviosa muy grande, defecaba con la ayuda de medicamentos, la mayoría de los órganos no le funcionaban bien, para bañarlo había que usar una grúa ortopédica, etc".

Ante la desesperación, Fernando Osuna recordó que la víctima inició una huelga de hambre,  de la que desistió e intentó suicidarse.  "Su situación se podría haber solucionado  si el Juzgado de Utrera hubiera tramitado con normalidad el juicio. Pero el atasco del juzgado de Utrera se lo impide", afirma.

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