La Audiencia de Sevilla ha dejado libre bajo fianza de 12.000 euros al presunto cabecilla de una red de estafa a compañías de telefonía con altas fraudulentas. En la causa hay 75 investigados y los perjuicios, según la Audiencia, podrían superar los 50.000 euros.

El presunto cabecilla, Rosendo M.S., lleva apenas dos semanas en prisión desde su detención a finales de octubre. Su abogada defensora, Ofelia Liñán, explica a este periódico que la Sección Séptima de la Audiencia ha permitido su libertad bajo fianza dado que tiene arraigo familiar en Dos Hermanas, donde tiene domicilio conocido y una “extensa familia”.

Dado que la causa se encuentra en sus primeras etapas, “no parece justificado mantener su prisión para asegurar su presencia en el juicio”, indica la Audiencia, que considera que 12.000 euros pueden disuadirle de intentar eludir la acción de la Justicia y significa una medida “menos gravosa que la prisión”.

Rosendo tendrá que designar un domicilio donde pueda ser localizado y comparecer todos los lunes en el juzgado como condiciones adicionales.

Por lo demás, la Audiencia considera que existen indicios de que esta persona era la cabeza visible de la  organización y se encargaba de dar instrucciones a los demás investigados para “localizar a individuos con escasos recursos, captar identidades por Internet o mediante la sustracción de documentación de los buzones” para averiguar sus datos bancarios.

Varios investigados -añade la Audiencia- le identifican como la persona que les pidió su DNI a cambio de dinero y además la cuantía defraudada supera los 50.000 euros, por lo que “estaríamos ante una estafa agravada”.

También justificaría la prisión el hecho de que se trate de una “reiteración delictiva” ya que los hechos investigados se habrían cometido en 2017 y 2018 y al acusado le constan otros antecedentes penales, aunque prescritos, por delitos de la misma naturaleza.

Rosendo M.S. ingresó en prisión como presunto cabecilla de una red que daba de alta líneas telefónicas, luego gestionaba la portabilidad a otras compañías que ofrecían a cambio terminales de alta gama. Finalmente vendía los móviles y obtenía “un beneficio económico ilícito”, según el auto de prisión.