Homicidio imprudente

Los cuatro jóvenes que provocaron la muerte de un hombre a golpes en Aznalcóllar no irán a la cárcel

  • La Audiencia de Sevilla les impone dos años de prisión por homicidio imprudente pero también suspende la ejecución de la pena, así que ninguno será recluido si no comete ningún delito en ese plazo de tiempo

  • Las defensas alcanzaron un acuerdo previo con las acusaciones para rebajar la solicitud inicial, que era de seis años por parte de la Fiscalía

  • Detenidos dos jóvenes por matar a un hombre en una pelea en Aznalcóllar

Los hechos ocurrieron cerca de este polígono de Aznalcóllar en agosto de 2020.

Los hechos ocurrieron cerca de este polígono de Aznalcóllar en agosto de 2020. / M.G.

La Audiencia de Sevilla impuso ayer dos años de cárcel a cuatro jóvenes de Aznalcóllar que en el verano de 2020, en el transcurso de una pelea con otro grupo de personas de la misma localidad, propinaron varios golpes a un hombre que falleció un día y medio después como consecuencia del shock hemorrágico provocado por una rotura del bazo. Esa pena mínima de prisión fue fruto del acuerdo que alcanzaron las partes antes de ir a juicio. La conformidad también pasó por suspender la ejecución de la condena durante ese mismo periodo de tiempo. Por tanto, ninguno entrará en la cárcel si no comete ningún delito en ese plazo. El presidente de la Sección Tercera, que dictó sentencia firme en la misma sala, les concedió ese beneficio pero, por si acaso, se dirigió a todos para “hacerles saber muy seriamente” que si alguno cometía alguna infracción penal, cualquiera, iría de cabeza a un centro penitenciario.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 9 de agosto de 2020. Pedro A.R., Francisco Javier E.R., Manuel Jesús F.F. y Francisco Javier P.S. propinaron “patadas y puñetazos de forma reiterada” a la víctima, que tenía 57 años, después de tener una discusión previa con él. Hubo más participantes, como explicó la Guardia Civil cuando detuvo a dos de los implicados un mes después del suceso. En concreto el hombre se presentó en una zona conocida como La Dehesa, en las inmediaciones del polígono La Estación, junto a otra persona porque el hijo y el sobrino de esta última habían discutido con el grupo en el que figuraban los acusados, que estaban participando en un cumpleaños en una nave ubicada en esa parte del pueblo. La refriega acabó con el lanzamiento mutuo de piedras y otros objetos contundentes y, en última instancia, con una pelea cuerpo a cuerpo. Fue ahí cuando la víctima recibió los golpes que le rompieron el bazo. Falleció horas después, sobre las cinco y media de la tarde del 10 de agosto.

Según la autopsia, la adicción de la víctima a las drogas ayudó a que el desenlace fuese letal. “Las enfermedades asociadas al abuso de tóxicos hacen el bazo más susceptible” a sufrir traumatismos que en condiciones normales no serían tan peligrosos, según reflejaba la Fiscalía en su escrito de acusación, que fue aceptado tal cual por los procesados para así facilitar el acuerdo de conformidad.

El alcalde de Aznalcóllar, Juan José Fernández, iba a ser uno de los testigos en el juicio

En el acto del juicio, la Fiscalía modificó su acusación inicial, que contemplaba una petición de seis años de cárcel, y acabó solicitando dos años por un delito de lesiones en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente con las atenuantes de drogadicción (los acusados actuaron como actuaron “como consecuencia de su adicción a sustancias estupefacientes”, alegó la fiscal) y confesión tardía (“reconocieron los hechos”). Los cuatro aceptaron, como es lógico.

La no continuación del juicio hizo que el único testigo que se había presentado en la Audiencia no tuviese que declarar. Ese testigo era el alcalde de Aznalcóllar, Juan José Fernández, que fue a visitar a la víctima cuando ya estaba malherida y oyó que le decía quién lo había golpeado.

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