El juez togado impone una orden de alejamiento al teniente de la legión denunciado por agresión sexual

Justifica la medida en que la dama legionaria está "aterrorizada" por estos hechos y tiene miedo de encontrarse al oficial por la calle

La denuncia de la dama legionaria contra el teniente

Una parada militar en la base de Ronda (Málaga), en una imagen de archivo.
Una parada militar en la base de Ronda (Málaga), en una imagen de archivo. / javier flores

El juez Togado Militar Territorial de Sevilla ha impuesto una orden de alejamiento de 300 metros al teniente de la legión destinado en Ronda (Málaga) que ha sido denunciado por una presunta agresión sexual por una dama legionaria destinada en el mismo acuartelamiento, según recoge el magistrado en un auto en el que justifica la medida porque la víctima está "aterrorizada" desde que sucedieron los hechos, durante una fiesta en las pasadas Navidades, y tiene miedo de encontrarse al oficial por la calle.

Además de prohibir acercarse a la dama legionaria a esos 300 metros, el juez también le impide acercarse a su domicilio e incluso mantener "personalmente o a través de terceras personas, cualquier tipo de comunicación, ya sea por correo, telefónica, telemática, o por cualquier otro medio de telecomunicación o comunicación electrónica", precisa el auto al que ha tenido acceso este periódico.

El abogado de la denunciante había pedido esta medida porque la joven, que tiene 21 años, sigue destinada en el Tercio Alejandro Farnesio de la Legión en Ronda y podría producirse un contacto físico con el teniente investigado, sin perjuicio de la gravedad de los hechos y la necesidad de salvaguardar los derechos de la víctima.

Por su parte, la Fiscalía Jurídico Militar se había opuesto a esta medida por varios motivos, entre ellos el tiempo transcurrido y que después de los hechos no ha existido ningún intento de contacto por parte del oficial, además de que la víctima está destinada provisionalmente en otro acuartelamiento de una provincia distinta, por lo que no tendrían en principio posibilidad de coincidir.

Y la defensa del teniente investigado consideraba que la medida carece de finalidad, ya que la separación física ya se ha acordado al haberse activado el protocolo de acoso por parte del Ministerio de Defensa, poniendo distancia entre ambos para que no hay por lo menos contacto habitual al estar destinados ambos en localidades diferentes.

El juez Togado Militar ha considerado, en cambio, que debe imponer la orden de alejamiento en orden a garantizar la "seguridad y la salud psicológica de la víctima", que ha puesto de manifiesto que está "aterrorizada" como consecuencia de lo ocurrido, que tiene miedo a encontrarse con el teniente, no sólo en Ronda, y también declaró que cuando duerme sueña con lo que sucedió, por lo que la medida está justificada por la "necesidad de brindar la protección necesaria en orden a que pueda desarrollar su vida de la forma más normal posible y sin el temor a sufrir algún tipo de injerencia por parte del investigado".

Esta protección, prosigue el magistrado, no queda garantizada por el hecho de que se haya adoptado una "medida administrativa en el seno de un procedimiento administrativo" como fue enviar en comisión a la dama legionaria a otra provincia. La medida es asimismo "proporcional en atención al fin pretendido y al catálogo de medidas a adoptar para los delitos como el que nos ocupan, sin perjuicio del escaso perjuicio derivado de la misma para el investigado".

"Y todo ello, sin perjuicio, de que si atendemos a la práctica judicial de la jurisdicción militar respecto de hechos como los ahora valorados y que son puestos en conocimiento de los órganos judiciales que integran esta jurisdicción, de forma inmediata -lo que no acontece en el caso que nos ocupa-, en relación a los mismos es práctica habitual la adopción de una medida cautelar mucho más gravosa a la ahora valorada, como puede ser la prisión preventiva", añade.

La ley del "sólo sí es sí"

El juez recuerda que esta causa se ha abierto contra el teniente por un delito abuso de autoridad, en su modalidad de "agresión o abusos sexuales", previsto en el Código Penal Militar, si bien el instructor hace una alusión a la ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida como la ley del "Sólo sí es sí". En este sentido, el Togado Militar señala que con independencia de que el Código Penal Militar "aún recoge la modalidad delictiva de 'abuso sexual', la misma no existe desde la reforma operada en el Código Penal por la ley orgánica 10/2022, siendo reemplazado el delito de abuso sexual por el de agresión sexual. Con ello, lo que quiero trasladas, es que los hechos investigados, sin perjuicio de lo que resulte a lo largo de la instrucción, pudieran ser constitutivos del referido delito, en su modalidad de agresión sexual".

La joven compareció el pasado 29 de abril en el Juzgado Togado Militar de Sevilla, competente para la investigación de los hechos y donde ratificó las acusaciones que inicialmente denunció ante la Guardia Civil. Según la denuncia de la militar, todo sucedió en la madrugada del 13 de diciembre de 2024 cuando la dama legionaria se hallaba de fiesta con unos compañeros en la localidad malagueña de Ronda. Sobre las 02:30 horas, los soldados se desplazaron a la casa del teniente denunciado. En un momento dado, la joven le pidió una sudadera al oficial, puesto que tenía frío, y éste le pidió que le acompañara a otra zona de la vivienda, en concreto en el dormitorio. El relato de la soldado continúa señalando que el oficial le pidió entonces que se "desnudara", a lo que ella se negó y entonces le ofreció que se metiera en el baño y se desnudara, rechazándolo igualmente.

"No quiero mi teniente"

El teniente hizo como que le entregaba la sudadera, acercándosela y retirándosela, como en una especie de juego, insistiendo la soldado en que "no quería", y fue entonces cuando, según la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico, le subió el vestido que lleva puesto y le tocó sus partes íntimas. La víctima relata que se quedó paralizada y volvió a decirle: "No quiero mi teniente" y acto seguido, el oficial se echó las manos a la cabeza y la echó de la habitación.

La dama legionaria regresó junto al resto de sus compañeros, sentándose en un sofá, y el teniente a su lado. Cuando los militares se marchaban del domicilio del oficial, éste le hizo un gesto con la mano para que se quedara en el domicilio, yéndose del lugar, en dirección a una discoteca a la que, sin embargo, no llegó a entrar. Sobre las seis de la mañana, se marchó a casa de su ex pareja, a la que contó lo que había sucedido con el teniente.

Al día siguiente, la ex pareja telefoneó al teniente y le preguntó sobre lo que había ocurrido con la dama legionaria. En ese momento, el teniente respondió que iba a llamarla y así lo hizo, y la denunciante asegura que le comentó que "no le había gustado lo que hizo anoche", respondiendo el teniente lo siguiente: "Pensaba que estábamos los dos cachondos, si me quieres joder la vida, me la vas a joder, no hace falta que se entere nadie", pidiéndole además disculpas en repetidas ocasiones, algo que la mujer aceptó y le indicó además que no quería dar parte de él.

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