El juicio de la mina de Aznalcóllar: un consejero al que casi nadie preguntó y una testigo que entró cuando no debía

José Sánchez Maldonado, responsable de Economía en 2014, responde sólo a una de las catorce partes personadas y defiende que los responsables del concurso actuaron “de forma correcta”

La directora de comunicación de Magtel, que por error estuvo presente durante toda la declaración del primer testigo de la mañana, afirma que la empresa y la Junta tenían una relación "fluida" pero sin tratos de favor

Dos testimonios sobre la "igualdad" en el concurso de Aznalcóllar y una repetición íntegra de la supuesta "extorsión" de Magtel a Emerita

José Sánchez Maldonado (a la derecha) llega ayer a la Audiencia de Sevilla junto a María José Asensio.
José Sánchez Maldonado (a la derecha) llega ayer a la Audiencia de Sevilla junto a María José Asensio. / Rocío Ruz (Europa Press)

El juicio por el concurso de la mina de Aznalcóllar, ganado por Minorbis y perdido por Emerita, cumplió ayer su décima jornada en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla. La vista oral, que empezó en marzo y acabará en julio, no sólo va a ser larga sino que también es densa, ya que el trasfondo del conflicto es muy técnico, así que seguramente más de una parte y más de un magistrado agradecieron que esa última jornada antes del parón por la Feria fuese también la más corta: apenas una hora y media. Nada que ver con los interminables capítulos de días previos ni con la maratón del lunes, que duró la friolera de nueve horas a pesar de que declaró un solo testigo: el presidente de Emerita, Joaquín Merino. La sesión número diez fue la más liviana y la más curiosa: una testigo entró en la sala antes de lo que debía, cuando de hecho empezaba a declarar otro testigo, y la mañana acabó con la comparecencia de un antiguo consejero de la Junta de Andalucía que estuvo a punto de ir para nada, ya que sólo una de las catorce partes personadas le hizo preguntas. Por no preguntarle, no le preguntó ni la que lo había citado como testigo.

El consejero que acudió ayer al Palacio de Justicia es José Sánchez Maldonado. En 2014, cuando se desarrolló el concurso de Aznalcóllar, dirigía la cartera de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo. Era por tanto una de las implicadas en la adjudicación de las tareas de exploración de la mina, pero él no tuvo ninguna participación en el proceso de selección. Y en eso se escudaron algunos abogados una vez que la parte que lo había citado, la acusación ejercida por Andalucía Mining, dijo que no le iba a hacer pregunta. Ante la inevitable extrañeza del tribunal, el letrado en cuestión alegó que la citación había sido obra de otro compañero y vino a decir que no le veía mucho sentido. Tras él fueron cayendo en cascada los “no hay preguntas” por parte de los demás abogados y de la fiscal... hasta que por fin uno anunció que sí quería plantear alguna cuestión.

El consejero que acudió ayer al Palacio de Justicia es José Sánchez Maldonado. En 2014, cuando se desarrolló el concurso de Aznalcóllar, dirigía la cartera de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo. Era por tanto una de las implicadas en la adjudicación de las tareas de exploración de la mina, pero él no tuvo ninguna participación en el proceso de selección. Y en eso se escudaron algunos abogados una vez que la parte que lo había convocado, la acusación ejercida por Andalucía Mining, dijo que no iba a hacerle preguntas. Ante la lógica extrañeza del tribunal, el letrado en cuestión alegó que la citación había sido obra de otro compañero y vino a decir que no le veía mucho sentido. Tras él fueron cayendo en cascada los “no hay preguntas” por parte de los demás abogados y de la fiscal... hasta que por fin uno anunció que sí le plantearía alguna cuestión.

Antes que él compareció Mercedes Galindo, directora de comunicación de Magtel (sociedad de la que nació Minorbis) en la época de los hechos. Ahora bien, para cuando fue su turno ya llevaba cerca de media hora dentro de la sala. La mujer, por error, entró como si fuese público y estuvo presente durante toda la declaración del primer testigo de la mañana, un auditor que puso en contacto a Magtel con el Grupo México. Eso es algo terminantemente prohibido porque los testigos no deben tener ningún contacto entre ellos antes de hablar ante el tribunal, pero la Sala, tras otro momento de cierto estupor, no puso peros a que prestase testimonio con normalidad.

Ya en el estrado, la testigo indicó que la comunicación entre Magtel y la Junta “era fluida, lo normal entre una empresa y una Administración, pero siempre por los canales oficiales”. “No hubo trato de favor”, aseguró también. “La Junta no era para nada un cliente estratégico de Magtel, trabajamos muy poco para la Administración”, recordó Galindo.

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