El osteópata acusado de abusos ve un móvil económico

Abuso sexual

La chica presenta un trastorno típico de abuso sexual

El acusado denuncia que le han pinchado las cuatro ruedas de su coche

Juzgados de Sevilla
Juzgados de Sevilla
Amanda Glez. De Aledo

27 de marzo 2019 - 17:34

Un osteópata de 42 años, denunciado por abuso sexual a una chica de 21, dijo en su declaración judicial que dio a la joven el masaje adecuado a su dolencia, negó haberle tocado “claramente” sus órganos sexuales y atribuyó la denuncia a “problemas económicos”.

El osteópata declaró ante la Policía y ante el juzgado de instrucción 3 de Sevilla que el masaje que dio a la chica fue el adecuado a su dolencia. Es cierto que le tocó los glúteos pero fue porque pertenecen a la zona de la cadera, donde la chica tenía el problema. En ese caso le bajó la ropa interior solo lo necesario para dar el masaje.

La joven ha denunciado presuntos abusos en dos sesiones realizadas el 15 de noviembre y 13 de diciembre pasado en una consulta de Sevilla. Dijo que ha recibido muchos masajes deportivos en su vida y que desde el principio “percibió que aquello no eran normal”.

El osteópata R.D., según las declaraciones a las que ha tenido acceso este periódico, afirmó que desconoce por qué ha sido denunciado aunque pudo deberse a “problemas económicos”. Añadió que este tipo de denuncias “le hacen sentirse muy desprotegido en su trabajo”.

Añadió que el 25 de diciembre pasado se encontró su coche con las cuatro ruedas rajadas, lo que considera relacionado con este incidente, por lo que presentó una denuncia ante la Guardia Civil.

Sobre el fondo de la denuncia presentada por su paciente, declaró que en ambas sesiones apagó la luz ya que es algo habitual en su tratamiento y “en todos los masajes de trabajo craneal porque requiere mucha atención”. En los tratamientos craneales la mujer se quita la ropa superior y se queda en sujetador, explicó.

Pero negó los dos tocamientos que la denunciante definió como de “claro ánimo libidinoso y sexual”: en los pechos por debajo del sujetador y en sus órganos sexuales metiendo la mano dentro de sus bragas.

El masajista, que llevaba cuatro años tratando a la joven, manifestó que es cierto que en las dos sesiones denunciadas le pidió que se desvistiera y se quedara en ropa interior pero fue por necesidades de su problema de cadera.

Según el texto de su declaración, no es cierto que al término de la sesión volviese a entrar en la habitación donde se encontraba la chica en ropa interior y le diese un “fuerte abrazo“.

Respecto al 13 de diciembre, manifestó que le dio tratamiento de cadera, espalda, trapecio, dorsal y cuello. Relató que le bajó las bragas para masajear los glúteos pero sin llegar a quitárselas, “lo suficiente para proporcionar el mensaje”.

También le abrió las piernas para tocar la zona interna de los muslos pero fue para “para tratar los abductores”.

Por su parte el padre de la chica, que se quedaba en la sala de espera, declaró que estaba inquieto porque los masajes duraban 45 minutos y ese día llevaba una hora y media.

Ya en el coche, a los 10 minutos su hija le dijo que no se encontraba a gusto con los masajes ya que sentía que el masajista “se estaba aprovechando de ella y le tocaba todo el cuerpo”. Poco después su hija le detalló los tocamientos.

Una psicóloga: “Trastorno típico de abuso sexual”

Una psicóloga que estudió a la denunciante consideró que sus síntomas “coinciden con los criterios del trastorno de estrés postraumático que aparece en una gran proporción de víctimas de abuso sexual”.

También presenta síntomas de depresión desde los hechos denunciados y “se encuentra menos segura de sí misma tanto física como emocionalmente”.

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