Las escuchas de los dos amantes en su casa resolvieron el asesinato del suizo

Crimen pasional en Dos Hermanas

Tamara y Clemente estaban enamorados y planearon un minucioso crimen para "eliminar el obstáculo que les estorbaba".

La mujer trató de despistar a la Policía desde el principio.

Registro en casa de uno de los detenidos por el crimen de Dos Hermanas / Cadena Dh

13 de marzo 2022 - 05:50

Tamara y Clemente pensaban que habían cometido el crimen perfecto, que habían logrado engañar a la Policía, desviando su atención, y que un inocente pagaría por el asesinato de Rafael Linares, apodado el suizo, pero lo que no podían sospechar es que, a pesar de haber tomado numerosas precauciones y evitar conversar a través de los teléfonos móviles, iban a ser cazados por las conversaciones que ellos mismos mantuvieron en el domicilio que ambos comenzaron a compartir tan sólo 18 días después de la muerte del marido.

Todo fue posible gracias a que los investigadores colocaron, previa autorización judicial, equipos remotos de captación de sonido en la vivienda y esas escuchas han resultado trascendentales para el esclarecimiento del crimen Rafael Linares, de 43 años y que fue hallado gravemente herido el 6 de noviembre de 2021 en un descampado de Dos Hermanas, tras haber recibido varios golpes en la cabeza y el rostro con un objeto contundente, como un martillo. Su muerte se produjo cuatro días después en el hospital.

El atestado policial remitido al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Dos Hermanas relata unos hechos que ponen de manifiesto que, en muchas ocasiones, la realidad supera a la ficción. Tamara y Clemente, los dos presuntos autores del crimen de Rafael, estaban enamorados y elaboraron un minucioso plan para "eliminar el obstáculo que les estorbaba", según expuso la juez en el auto en el que decidió enviarlos a prisión provisional el pasado 14 de enero.

Son muchas las grabaciones captadas en las que los dos amantes hablan de las precauciones que han adoptado, de los "fallos que a su juicio han cometido los investigadores y de las coartadas que Clemente va a esgrimir cuando la Policía le tome declaración y le pregunte por los hechos", lo que debe decir cuando le pregunte sobre cómo y cuándo se enteró de la muerte de Rafael, qué relación tenía con el fallecido y con su mujer, Tamara, donde estaba la noche de la agresión, etc.

"En realidad pensaban que lo habían hecho muy bien, que no habían cometido fallo alguno que les pudiera relacionar con la muerte de Rafael, que seguramente por ello pagaría un inocente, el que tenga huellas, que haya hecho algo".

Las escuchas policiales dieron sus frutos el mismo día en que fueron autorizadas judicialmente, puesto que se captó una conversación en la que ambos reconocen su implicación en el asesinato. "El Rafa se arrastró y se iba pa la puerta, así que estaba consciente, y entonces escuchó, nos escuchó hablar. Te escuchó a ti decir: Tamara vámonos ya y tó" (sic), a lo que Clemente responde "claro", todo ello después de que el mismo día de la grabación Tamara se enterara precisamente por la Policía de que su marido se había desplazado desde el lugar de la agresión, siendo hallado finalmente a unos seis metros del charco de sangre inicial.

De esa misma conversación, los investigadores y el juzgado concluyen que Tamara, de 41 años, y Clemente, de 56, tenían perfectamente ideada la versión que iban a dar, habían "preparado la coartada" por si la Policía los involucrara en el asesinato, así como lo que la mujer iba a decir para justificar que ella y su marido habían salido junto del local de copas donde habían estado con unos amigos, pero finalmente se marchó sola a casa y a pie.

Las imágenes de seguridad del establecimiento captaron como a las 23:48 del 5 de noviembre de 2021, Rafael y Tamara salieron del local, portando ella el chaquetón y el teléfono móvil de Rafael, objetos que fueron finalmente localizados en el vehículo de la víctima, con lo que, a juicio de la instructora, tratan de reforzar la versión de que el marido tuvo que llegar hasta el coche y fue agredido cuando regresó porque algún amigo lo llamó para que volviera.

Dentro de esa planificación del crimen perfecto, Tamara y Clemente habían estado juntos desde las ocho y media de la mañana de ese 5 de noviembre hasta poco antes de las siete menos cuarto de la tarde, según se ha acreditado a través del tráfico de los teléfonos móviles de ambos, sus posicionamientos y las imágenes de las cámaras de seguridad de dos bares.

Antes de llevar a cabo su plan, tomaron otra precaución. Dejaron sus teléfonos móviles en sus respectivos domicilios. Tamara no lo utiliza desde las 20:11 horas hasta las 00:11 de la madrugada del 6 de noviembre, cuando ya ha vuelto a su casa, mientras que el teléfono de Clemente no está operativo entre las 21:07 y las 00:44 horas del día 6 de noviembre.

Ya desde su casa, Tamara envió un mensaje de voz a su marido, a las 00:13 horas, en el que en tono cariñoso le pedía que no volviera muy tarde y que ella se iba a acostar.

Para la Policía resulta revelador otras de las grabaciones, realizada en la vivienda que compartían el 20 de diciembre de 2021, donde se ponen de manifiesto no sólo la relación de pareja que tenían, sino las "estratagemas para desviar la atención de los investigadores, su obsesión con los terminales móviles y la información que de ellos pudiera obtener la Policía, confiando en que al haberlos dejado durante la ejecución del asesinato en sus respectivos domicilios y haber borrado los mensajes sería suficiente para que no les pudieran relacionar con su muerte".

Un ataque sorpresivo, por la espalda

Sobre cómo sucedieron los hechos el día de autos, la Policía sostiene que todo comenzó cuando Rafael y Tamara salen de bar del copas, a las 23:48 y se dirigen hacia un descampado donde habían dejado su vehículo. Es entonces cuando Clemente lo aborda "de forma sorpresiva, por la espalda y sin que Rafael tenga oportunidad de defenderse", propinándoles varios golpes con un objeto contundente. "Rafael no podía sospechar lo que le iba a ocurrir, pues la persona que le acompañaba era de su confianza, su mujer, la madre de sus hijos, y fue llevada por ésta al lugar donde finalmente halló la muerte", relatan los investigadores.

El marido recibió varios golpes en la cabeza con un objeto contundente, como un martillo

La víctima recibió, según el informe forense, dos golpes en la cabeza con un objeto contundente, un martillo o similar. Tras la agresión, Tamara y Clemente abandonaron rápidamente le lugar a bordo del coche de Clemente, en cuestión de "tres minutos" -según la hora que refleja una cámara que registró el paso del vehículo-, lo que "demuestra que lo tenían todo bien planeado, que no hubo imprevisto que dificultaran y/o postergaran su ejecución", concluye la Policía.

Y el lugar elegido para el crimen "reunía todas las condiciones para garantizar el resultado dificultando el descubrimiento de la identidad de sus autores", al tratarse de una zona apartada, sin testigos, aprovechando la oscuridad de la noche y el "acometimiento sorpresivo por la espalda propinando fuertes golpes a la víctima en su cabeza que le impiden poder reaccionar y mucho menos defenderse".

Clemente se ofreció a autoinculparse con la “condición” de que Tamara quedara libre

Todo ello lleva a los agentes a considerar que ambos sospechosos "son sin lugar a dudas los presuntos autores" del asesinato del suizo. Además, Tamara se deshizo de la ropa y el calzado que lleva aquel día "por temor a que se le interviniera en algún momento y se obtuvieran vestigios que la relacionaran con los hechos".

Aunque los amantes se acogieron a su derecho a no declarar cuando fueron detenidos, la Policía recoge en el atestado que Clemente le dijo a uno de los agentes que estaba dispuesto a declarar para "librar de toda culpa a Tamara" que ella no había tenido nada que ver con el crimen, que sólo lo haría "con esa condición, que ella no estaba en el lugar, que él la recogió cuando ya caminaba por la carretera en dirección a Dos Hermanas". "Este hecho muestra que Clemente está enamorado de Tamara, pues está dispuesto a asumir toda la culpa, cargar él con la muerte de Rafael, siendo ésta probablemente la causa de la muerte de Rafael, que interfería en la relación de Tamara y Clemente", concluye el atestado policial.

La mujer fue condenada por apuñalar a su cuñada en Suiza

Tamara N. B., de 41 años, tiene antecedentes por otro hecho delictivo cometido en Suiza, donde fue condenada por un delito de tentativa de homicidio premeditado y engaño a las autoridades judiciales, por haber apuñalado a la esposa de un hermano de Rafael en noviembre de 2014.

Como consecuencia de esa condena, la joven cumplió un total de 851 días de prisión y siendo puesta en libertad condicional en noviembre de 2020, un año antes del asesinato de su marido, según consta en la información facilitada por la interpol.

Para la Policía, el hecho de haber sido investigada, procesada y condenada en Suiza por un hecho de similar naturaleza, explicarían los "conocimientos" que Tamara podía tener de las medidas de investigación policiales y de ahí que adoptara precauciones que habría adoptado en cuanto a sus comunicaciones telefónicas.

En cuanto a la presencia de Clemente en la vida del matrimonio compuesto por Tamara y Rafael, la Policía considera que se remontan al año 2019, cuando el matrimonio regresó a Dos Hermanas desde el país helvético. Clemente y Tamara conectaron desde un primer momento, surgiendo entre ellos un "feeling", manteniendo muchos encuentros e incluso iniciando una empresa de pintura entre Clemente y Rafael.

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