Volver a empezar

Resultados Elecciones Municipales Sevilla 2019

Beltrán Pérez obtiene los mismos concejales que sacó Soledad Becerril en 1991, cuando él estaba a punto de emerger como líder estudiantil y destacado miembro de las Nuevas Generaciones. El PP se deja 35.000 votos en el camino de estos cuatro años.

Beltrán Pérez comparece para valorar los resultados
Beltrán Pérez comparece para valorar los resultados / Juan Carlos Muñoz

Sevilla/Al lograr el octavo concejal en los últimos instantes del recuento, el candidato del PP salvó los muebles y se libró de haber sido el rostro del peor resultado del partido en la capital. Ocho concejales obtuvo Soledad Becerril en 1987 y ocho sacó también en 1991, cuando ya era uno de los iconos de la Transición.

Cuando Beltrán Pérez militaba en las Nuevas Generaciones y se forjaba como líder estudiantil frente a Susana Díaz en las aulas de Derecho, su partido en el Ayuntamiento tenía exactamente ese número de concejales que él obtuvo anoche como cabeza de lista. Ahora se verá obligado de alguna manera a volver a empezar.

El final del escrutinio rebajó un punto la euforia de los socialistas, que acariciaron la mayoría absoluta en varios momentos. Espadas es el gran triunfador de la noche porque ganó 20.000 votos tras cuatro años de gobierno en minoría. Y gobernar en minoría es un arte que hay que reconocerle al cabeza de lista del PSOE.

El PP es el perdedor de la noche porque se ha dejado 35.000 votos en cuatro años, un tiempo consumido en buena parte en las disputas internas del congreso provincial y en las del congreso extraordinario del pasado julio. El partido de la gaviota sufre una sangría en la capital desde aquella mayoría absoluta de los 20 concejales de Zoido. Desde entonces se le han ido nada menos que 95.000 votos. El PP sólo ha sido la lista más votada en tres de los once distritos. Ha sufrido una verdadero varapalo en el Este, el distrito que ya avisamos que era clave en estas elecciones, donde se ha votado masivamente a favor del PSOE. Los populares caen a la segunda plaza en distritos como Triana, habitualmente fiel al PP en los últimos comicios.

Cristina Peláez, candidata de Vox
Cristina Peláez, candidata de Vox / Víctor Rodríguez

Los Remedios sí ha estado con Beltrán Pérez de forma incontestable y no ha preferido opciones como Ciudadanos y Vox, pero no se trata de uno de los distritos precisamente más poblados, sino más fieles a la derecha, que no es lo mismo. Los Remedios es una estandarte para cualquier candidato pepero, pero ni mucho menos es suficiente.

Pérez queda como líder de la oposición, ahora afectado por un resultado que esperaba mejor, pero con los días se verá reforzado al doblar en concejales a Ciudadanos, su rival directo en la captación del voto de centro-derecha. Tendrá que jugar sus cartas como interlocutor privilegiado con el Palacio de San Telmo y tendrá que esperar al previsible desgaste de un gobierno que ya irá sumando cinco, seis, siete... años.

Beltrán es más votado que Zoido

Beltrán Pérez, por cierto, no ha podido frenar la caída de su partido, pero ha sacado más votos en las locales (72.000) que Zoido como candidato europeo en la capital (69.000), lo que demuestra la cantidad de electores que han cogido la papeleta del PP en las municipales, pero no en las europeas.

A Espadas no le han fallado sus barrios. Y el PP ha perdido muchos apoyos en esos mismos barrios. Espadas, conocido como un alcalde triangular por su capacidad de entenderse con todo el mundo, ha sido premiado por el electorado, tal como eran sus previsiones más optimistas. Ahora tiene dos llaves para gobernar: una a la derecha y otra a la izquierda. Hace cuatro años ganó poco menos de tres mil votos, muy pocos, pero le bastaron para ser alcalde;pero ahora el crecimiento ha sido verdaderamente considerable.

La habilidad del alcalde

El alcalde ha sabido zafarse de la imagen de un PSOE radicalizado, ha sido hábil para no caer en las provocaciones de la izquierda radical y ha rentabilizado su condición de sucesor de un alcalde como Zoido, que en ocasiones pareció distraído de los objetivos principales de un alcalde de la ciudad. Espadas ha dado una imagen de técnico, trabajador y sin prejuicios respecto a ningún colectivo que ha sido recompensada con un crecimiento de dos concejales. Conformó una candidatura sin brillo, pero donde estaban sus dos leales: Antonio Muñoz y Juan Carlos Cabrera. Y, sobre todo, no hizo ningún ruido a cuenta de las listas, pese a que se decidieron en buena parte marcadas por el enfrentamiento del aparato regional (Pedro Sánchez) con el federal (Susana Díaz).

Ciudadanos crece de tres a cuatro concejales con un candidato con apellido sonado (hermano del ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel) que sólo ha tenidos dos meses para hacer campaña. Álvaro Pimentel cumple los objetivos. Y además tiene la facultad de ser la llave del gobierno de Espadas.

Vox estuvo toda la noche clavado en los dos concejales. Nunca corrió el riesgo de quedarse fuera del Pleno municipal. Ha conseguido todo un logro pese al desinterés de la formación por las municipales y pese a que la candidata, Cristina Peláez, fue proclamada sólo un mes antes de los comicios y tenía lógicamente un grado de conocimiento muy bajo.

La coalición de Podemos, IU y otros grupos minoritarios baja a cuatro concejales. Por separado sumaban cinco. Pero, al igual que Ciudadanos, puede ejercer de llave del ejecutivo de Espadas, que siempre estará necesitado de tres votos para sacar adelante los presupuestos.

Sevilla sigue siendo ese punto rojo, rojísimo, del mapa electoral. El PP crece en mayorías absolutas de la provincia: de tres a nueve. Revalida bastiones como Tomares (José Luis Sanz) y Carmona (Juan Ávila). Es la segunda fuerza en una provincia, donde en tiempos sufrió el sonrojo de ser la cuarta. Paradójicamente, el PP sale mejora en la provincia cuando sufría su peor momento como marca electoral.

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