La gente suele pedir perdón o lamentar públicamente los posibles errores cuando se marcha de los cargos, no precisamente cuando comienza en el ejercicio de ellos. En el pasado congreso del PP de Sevilla, en el que Virginia Pérez dejó la presidencia del partido según lo pactado por ella con el presidente Moreno en dos reuniones celebradas sin testigos, se produjo una petición de perdón inusual. Toni Martín, portavoz del grupo popular en el Parlamento de Andalucía, el primero que goza de mayoría absoluta en la historia de la democracia en Andalucía, se acercó micrófono en mano a Virginia Pérez, la abrazó y quiso pedirle perdón en público por los errores cometidos.

Martín definió el PP de Sevilla como su "familia". Y se expresó con claridad: "En las familias a veces uno se porta bien y a veces se mete la pata. Lo importante de las familias es quererse y saberse pedir perdón, yo aquí y en en privado, aquí delante de todos vosotros que es donde hay que hacer las cosas, levanto la mano y le pido perdón a Virginia por todo lo que yo haya podido hacer mal que son  muchas cosas". El público asistente premió con una ovación un gesto que Pérez recibió con emoción y agrado.

Toni Martín es de los pocos sevillanos que apoyó a Moreno desde el primer minuto. Su defensa del presidente ha sido en todo momento indudable y sólida. Con ocasión de las muchas tensiones sufridas en el PP de Sevilla durante los dos congresos anteriores (ganados con claridad por Virginia Pérez), se produjeron choques, gestos desafortunados y guerras de poder que dejaron heridas. Por eso la importancia del gesto público que Martín quiso tener con la presidenta saliente.