La subida de temperatura del mar mediterráneo y sus consecuencias en la biodiversidad marina
Fundación aula del mar mediterráneo
Hace unos años se alertaba desde el sector científico sobre las constantes subidas de la temperatura media en el mar, especialmente y de forma más acusada en mares prácticamente cerrados como es el caso del Mediterráneo, así como sus consecuencias previsibles si seguían ascendiendo.
El verano pasado de 2022 ya experimentamos los records históricos de estas subidas, llegando a ser percibida por toda la población, sin necesidad de disponer de instrumentos científicos de precisión.
En este verano de 2023, este persistente incremento de la temperatura superficial marina mediterránea en el tiempo está empezando a ocasionar lesiones y desequilibrios importantes en los hábitats, en algunos casos irreversibles.
Los efectos de las olas de calor que se están produciendo en el Mediterráneo están afectando de forma muy directa a su biodiversidad marina.
Este incremento de temperatura, sumado a la acidificación del agua por acumulación de C02, está imposibilitando la formación de exoesqueletos, como las conchas de moluscos, crustáceos, equinodermos, corales y otros organismos marinos, su reproducción y muchos de sus procesos metabólicos.
En el caso de los corales, la relación simbiótica que tienen con las algas microscópicas denominadas zooxantelas, que les fabrican el carbonato cálcico para sus estructuras a través de la fotosíntesis, se está perdiendo. Esto está provocando el blanqueamiento de muchos corales, y por tanto su desaparición.
Una de las especies más perjudicadas en este sentido son las plantas marinas endémicas del Mediterráneo, como es el caso de la Posidonia oceánica.
Las praderas marinas y auténticos bosques sumergidos que antaño se extendían por toda la franja costera mediterránea de forma ininterrumpida, han ido poco a poco desapareciendo de nuestro paisaje por diferentes motivos, todos vinculados a la acción humana como la contaminación y polución de las aguas costeras, la remodelación del perfil litoral, construcciones de espigones e infraestructuras portuarias o paseos marítimos, artes de arrastre o anclaje de embarcaciones deportivas, etc.
Sin embargo, los efectos más devastadores sobre estos hábitats tan esenciales para la biodiversidad marinas mediterránea, de la que dependen más de 1.400 especies diferentes, son sin duda las olas de calor, que están provocando una rápida mortandad y disminución importante de estas praderas de posidonias y otras fanerógamas marinas, al disminuir de forma inmediata su capacidad fotosintética.
Con estos episodios térmicos, las especies que pueden desplazarse migran a aguas más frías, con la consiguiente pérdida de biodiversidad, y otras especies de zonas más cálidas aprovechan para establecerse en nuestras aguas (especies invasoras), con toda la alteración ecológica que esto supone.
Todos los hábitats creados por estas praderas marinas y fondos coralígenos, de los que dependen miles de especies, muchas de ellas endémicas y además amenazadas, generan un “efecto dominó” que está originando una extinción masiva de la biodiversidad marina mediterránea.
Es necesario más que nunca actuar de forma conjunta e inmediata para mitigar los efectos del Cambio Climático y realizar acciones de protección de la biodiversidad marina en nuestras costas mediterráneas. Desde las instituciones públicas y desde el sector privado y ciudadanía en general.
Solamente con la colaboración y participación de toda la sociedad conseguiremos revertir la situación, y garantizar la sostenibilidad de unas aguas limpias y llenas de biodiversidad, de la que depende en gran medida nuestra calidad de vida, alimentación, producción de oxígeno y captación de C02, y muy especialmente la regulación de la temperatura y el Clima del Planeta.
Juan Antonio López Jaime
Presidente Fundación Aula del Mar Mediterráneo
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