Con temperaturas muy bajas la mejor opción son los neumáticos de invierno

Seguridad vial

Los neumáticos de invierno son los más adecuados cuando las temperaturas bajan mucho, más allá de que haya o no nieve sobre el asfalto. Estas son las razones por las que son mucho más que una alternativa a las cadenas cuando son obligatorias.

Con temperaturas muy bajas la mejor opción son los neumáticos de invierno
Con temperaturas muy bajas la mejor opción son los neumáticos de invierno

12 de enero 2021 - 00:00

Por sus características, ya sean los compuestos de goma que emplean o el diseño de su banda de rodadura, los neumáticos de invierno son la mejor opción cuando las temperaturas bajan. Especialmente, cuando la temperatura ambiental es inferior a los 7ºC y, consecuentemente, el asfalto también está frío, independientemente de que esté seco, mojado, helado, nevado o embarrado. En cualquiera de esas situaciones el neumático de invierno tiene un rendimiento muy superior a uno convencional, comúnmente de verano, en tanto que reduce la distancia de frenado u ofrece mejor capacidad de tracción y dirección.

No suelen ser más costosos que los de verano y, al utilizarlos, se obtiene un beneficio semejante en cuanto a kilometraje de duración. El mayor inconveniente viene ligado a la necesidad de un segundo juego de llantas para instalarlos o del montaje y desmontaje en las disponibles tras el periodo más adecuado de uso, además de la disponibilidad de un lugar donde almacenar los no utilizados. Esto último es resuelto por talleres de ruedas que dan el servicio de custodia.

Incluso sin necesidad de nieve sobre el firme, los neumáticos de invierno tienen mejor respuesta si la temperatura es baja.
Incluso sin necesidad de nieve sobre el firme, los neumáticos de invierno tienen mejor respuesta si la temperatura es baja.

Ahora bien, además de las enormes ventajas de seguridad que ofrecen, en situaciones críticas, como enfrentarse a un firme nevado, la comodidad de uso es muy relevante frente a otras opciones de uso puntual como las cadenas, ya sean metálicas o de tela: ambas deben ser desmontadas una vez la nieve desaparece para evitar daños tanto a unas y otras como al vehículo. En España, su uso es ya hoy homologable al de las cadenas cuando las condiciones climatológicas exigen el uso de éstas; sin embargo no están sujetos a la regulación de la velocidad máxima de 50 km/h que sí tienen éstas.

En algunos países europeos el uso de los neumáticos de este tipo es obligatorio durante los meses de invierno, mientras que en otros, sin serlo, en caso de accidente el seguro no se hace responsable si el coche implicado en él no los utiliza. Hay otros neumáticos específicos para invierno, los de clavos, que únicamente están permitidos en algunos países del norte de Europa como Noruega, Finlandia, Dinamarca... Son muy eficaces sobre nieve o hielo, pero sus clavos -que sobresalen en la banda de rodadura- son muy agresivos con el firme y, por ello, prohibidos en otros como España.

En qué se diferencian

Por lo general, un aspecto característico de los neumáticos de invierno es la incorporación de laminillas en sus tacos que son las responsables de conseguir esa mayor adherencia sobre agua, nieve o hielo. Además, la banda de rodadura tiene más profundidad y un perfil más recortado. En cuanto al compuesto de goma, si en un neumático de verano éste se endurece cuando se enfrenta a temperaturas bajas del asfalto, en éstos no lo hace, de modo que no pierde sus propiedades de elasticidad con el frío y, con ella, adaptabilidad al firme clave para conseguir la adherencia. En buena parte, la mayor presencia de sílice es la responsable de este comportamiento.

La diferencia entre el neumático de verano y el de invierno no sólo está en el diseño de la banda de rodadura, también los compuestos que se utilizan en ella.
La diferencia entre el neumático de verano y el de invierno no sólo está en el diseño de la banda de rodadura, también los compuestos que se utilizan en ella.

Marcado específico

Los neumáticos de invierno tienen un marcaje específico en su flanco que, originalmente, era la inscripción “M+S” (mud and snow), sin embargo, desde hace años ya se ha hecho común la montaña con tres picos, el símbolo denominado 3PMSF (three peaks mountain snow flake). En ambos casos cumplen con la normativa europeas, pero mientras que los primeros no han sido sometidos a prueba, los segundos sí cumplen -desde 2018- con los tests estandarizados de frenada en nieve. Hasta 2024 ambos marcajes son asimilables en tanto que se considera que los M+S cumplen con los requisitos de un neumático de invierno.

El marcaje M+S está todavía vigente, pero en desuso. La "montaña de tres picos" refleja la certificación de esa rueda en test de frenada sobre nieve.
El marcaje M+S está todavía vigente, pero en desuso. La "montaña de tres picos" refleja la certificación de esa rueda en test de frenada sobre nieve.

De utilizarlos, se recomienda emplear tanto la misma presión que se usa en las ruedas convencionales, además de las mismas dimensiones homologadas que en éstas.

Además de los neumáticos específicos de invierno existen otros, denominados all-season o todo tiempo. Ofrecen un apreciable mejor comportamiento que los de verano en condiciones invernales, pero no que no llegan a la eficacia de los de invierno con climatología adversa. Por otro lado, su degradación es asimilable a las de una rueda de verano, salvo si se usan sobre asfaltos con temperaturas muy altas, de modo que en algunas zonas, como las de montaña, pueden emplearse como neumático único durante los doce meses del año. Así, su gran virtud es la versatilidad, más cuando también suelen ya estar certificados como de invierno, algo que antes no siempre ocurría.

Conducción invernal, mejor prevenir

Las borrascas, de mayor o menor intensidad, exigen unos cuidados durante la conducción para que esta sea segura.

  • En condiciones climatológicas exigentes, el mejor modo de mantenernos seguros es reducir los desplazamientos a los imprescindibles.
  • Si es necesario utilizar cadenas metálicas, hay que montarlas en las ruedas de tracción, siempre adecuadamente tensadas para evitar daños mecánicos.
  • Conviene ensayar su montaje en condiciones favorables para, cuando sea necesario instalarlas en carretera, conocer el proceso.
  • Si se trata de cadenas de tela, más cómodas pero menos duraderas, el montaje siempre ha de iniciarse por la parte superior de la rueda.
  • Cuanto más larga sea la marcha que estemos utilizando, mejor, porque se reduce el riesgo de comprometer la tracción.
  • En las bajadas, mejor que realizarlas frenando es hacer que sea el motor el que retiene al vehículo.
  • Hay que evitar acelerar o frenar de manera brusca, para lo que es imprescindible conducir estando a la altura ante cualquier imprevisto, previendo las dificultades.
  • Conviene ampliar la distancia de seguridad y, si está el firme nevado, utilizar las rodadas de otros coches.
  • Incluso de día, la mejor opción es hacerse visibles con las luces más allá de las de posición.
  • Si se emprenden desplazamientos que puedan complicarse, resulta recomendable contar con el depósito con la mayor cantidad posible de combustible.
  • El alcohol puede ayudar a descongelar rápidamente parabrisas o cerraduras si la temperatura exterior es muy baja.
  • Mantener el aire acondicionado en modo calefacción dirigido hacia el parabrisas durante unos minutos ayuda a eliminar el riesgo de acumulación de vaho.
  • Si prevemos que la temperatura va a ser baja durante la noche, levantar los limpiaparabrisas evitará que se peguen al cristal con la helada y se fracturen si se activan por la mañana.
  • Poner en marcha los limpiaparabrisas con nieve sobre ellos puede originar daños en sus motores: hay que desalojarla previamente o, incluso, en los modelos que lo permiten situarlos adecuadamente para evitar la acumulación de nieve.
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