La carrera hacia la casa blanca El senador negro pierde una oportunidad para asegurarse la nominación demócrata

Clinton toma aire en Texas y Ohio

  • Pese a las victorias de la senadora por Nueva York, la escasa amplitud porcentual de sus triunfos apenas le sirve para recortar un número insignificante de delegados frente a su rival, Barack Obama

Hillary Clinton impidió el martes el final de su lucha por ser la primera mujer presidenta de Estados Unidos con dos necesitados triunfos en las primarias de Ohio y Texas, que pusieron final a una racha de 12 victorias consecutivas de su rival, Barack Obama.

Según había reconocido su propio marido, el ex presidente Bill Clinton, la senadora necesitaba ganar ambos estados clave para seguir en carrera. Lo hizo, también se adjudicó Rhode Island y sólo cedió el triunfo a Obama en Vermont.

Las matemáticas, sin embargo, dicen que el triunfo de Clinton significa poco en la lucha por los delegados para la convención de finales de agosto en Denver, donde oficialmente se elegirá al candidato demócrata.

Según las estimaciones de la web especializada RealClearPolitics.com, a falta de terminar todos los escrutinios, Clinton apenas recortó en 15 delegados la ventaja que tenía Obama. El senador por Illinois suma ya 1.482, frente a los 1.390 de Clinton.

La clave estuvo en que las victorias de Clinton no fueron lo suficientemente amplias para marcar una diferencia significativa en el reparto proporcional de votos que establece el Partido Demócrata. En Texas (que repartió 193 delegados), Clinton se impuso por 51 frente a 47 con el escrutinio al 91 por ciento. En Ohio (141) su victoria fue por 55-43 al 92 por ciento del recuento.

La ex primera dama, sin embargo, se mostró eufórica al celebrar sus primeras victorias desde el supermartes, el 5 de febrero. "Adonde va Ohio, va la nación", exclamó una Clinton exultante antes sus jubilosos seguidores. La senadora, de 60 años, aseguró que apenas ahora empieza la "batalla histórica" por la nominación demócrata. "Este país está de remontada, y también lo está esta campaña", aseguró Clinton, que recordó que tradicionalmente el nominado del partido ganó las primarias de Ohio. "Ohio escribió un nuevo capítulo en la historia de esta campaña, y esto no hizo más que empezar".

Pese a las derrotas y a que felicitó a su rival por los triunfos, también Obama se declaró seguro de alcanzar la victoria. "Vamos a ganar la nominación", dijo el aspirante a ser el primer negro presidente de Estados Unidos, de 46 años, quien apuntaba también a triunfar en los caucus de Texas, que se celebraron inmediatamente después de las primarias y que repartieron un tercio de los delegados.

Horas más tarde, su campaña analizó de manera aún más positiva las derrotas. "Esta noche fue la última gran oportunidad de la campaña de Clinton para quitar un trozo significativo de nuestra ventaja en delegados y fracasó", afirmó el análisis firmado por Bill Burton, portavoz de Obama.

Sin embargo, los triunfos de Clinton suponen cuando menos un grave inconveniente para Obama, que esperaba cerrar el martes la nominación y concentrarse en la lucha por las elecciones de noviembre. Ahora tendrá que seguir en campaña al menos hasta el 22 de abril en Pennsylvania, cuando se repartirán 158 delegados. Las citas de Wyoming (12) el sábado y Mississippi (33) el martes no son suficientemente importantes como para poner fin a la carrera.

Según Christopher Ellison, profesor de la Universidad de Texas, en Austin, Hillary no se va a retirar fácilmente. "Primero, porque no es parte de su naturaleza tirar la toalla y, segundo, por el enorme esfuerzo que sus asesores han realizado durante esta campaña".

Sin embargo, otros analistas como Michael Barone, del semanario U.S.News & World Report, creen que, a pesar de esta victoria, Clinton se tendrá que empeñar mucho para reconducir su campaña porque si no, puede que éste sea el revivir de un moribundo.

Por otro lado, Clinton dijo ayer que la campaña podría llevar a que Obama le acompañe en la candidatura presidencial demócrata. "Puede que ése sea el resultado", dijo Clinton en el programa The Early Show de la cadena CBS de televisión. "Pero por supuesto tenemos que decidir quién irá al tope de la fórmula (quién será el candidato a la Presidencia)". "Los votantes de Ohio indicaron claramente que yo debería encabezar la fórmula", añadió.

"Estamos todos muy entusiasmados", dijo Clinton. "Trabajamos muy duro en esta campaña y Ohio es muy importante. Nadie ha ganado la elección presidencial sin haber ganado antes Ohio. Ésta es una campaña acerca de quién será el candidato más fuerte frente a McCain", añadió.

"Los votantes buscan quien sea comandante en jefe desde el primer día en la Casa Blanca, y ven que hay diferencias entre los discursos bonitos y las soluciones reales", afirmó.

Obama, entrevistado por la CNN, recordó que en el comienzo de su campaña en Texas y Ohio las encuestas daban una ventaja de 20 puntos porcentuales a Clinton, y los resultados mostraron una diferencia mucho menor entre ambos. "¿Cuál es la experiencia que califica a Clinton como comandante en jefe?", dijo Obama. "Cuando tuvo que tomar una decisión crucial, acerca de la invasión de Iraq, Clinton se equivocó, tomó la decisión equivocada al igual que McCain", añadió. "El punto aquí es el buen juicio, no la longevidad", agregó.

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