Holanda sienta en el banquillo al líder de la derecha populista

Un juzgado de instrucción de Ámsterdam inició el miércoles con una vista preliminar el proceso contra el líder político anti islamista Geert Wilders, al que se le acusa de incitación al odio racial y discriminación contra los musulmanes.

La acusación particular, interpuesta por diversas organizaciones musulmanas y no musulmanas, estima que las declaraciones de Wilders comparando el Islam con el nazismo van más allá de los límites de la libertad de expresión e insultan a los musulmanes como colectivo.

El Ministerio Fiscal solicitará probablemente la absolución de Wilders, según informó ayer la televisión pública holandesa NOS.

La Fiscalía del Estado considera que las declaraciones de Wilders ofenden a los musulmanes, pero ello no incurre en un delito punible penalmente porque el Estado de Derecho debe ofrecer espacio a los políticos en el debate público.

Además, cree que las críticas del líder anti islamista se referían no tanto a los musulmanes en concreto sino al Islam como religión en general.

En contra de esa opinión, los grupos contrarios a Wilders recurrieron en 2009 al Tribunal de Apelación de Ámsterdam, que falló a su favor al apreciar que las opiniones del político son punibles por la ley.

Cientos de partidarios de Wilders se concentraron a las puertas de juzgado para protestar por el proceso, considerado decisivo para conocer los límites de la libertad de expresión en Holanda.

Wilders, de 49 años, es fundador y líder del Partido para la Libertad (PVV), que logró 9 de los 150 diputados de la Cámara Baja del Parlamento holandés en las elecciones de noviembre de 2006, las primeras a las que concurrió, si bien la formación encabeza actualmente los sondeos electorales.